La historia es una paradoja en sí misma y un “drama” en las filas de Sumar. Íñigo Errejón, su portavoz en el Congreso y la segunda cara más visible del partido, deja la política. El detonante fueron unas acusaciones de violencia machista que comenzaron a circular en redes a principios de semana. El adalid del feminismo de la izquierda, que lo definía como “la fuerza democratizadora más importante de la época”, obligado a dejar la política institucional por la denuncia de sus víctimas, convulsionando por completo la vida política.
El lunes, la periodista Cristina Fallarás publicó un testimonio anónimo en su cuenta de Instagram, que usa como altavoz para casos de violencia machista: “A mí me pasó con un político que vive en Madrid (…) Es un maltratador psicológico”, contaba el mensaje de la mujer que se viralizó en cuestión de horas. En seguida, otras usuarias pusieron nombre al político. Todas hablaban de Íñigo Errejón. En ese contexto, los hechos se precipitaron. En la cúpula de Sumar tenían que actuar rápido, argumentan las fuentes consultadas.
Tanto desde Mas Madrid como desde la ejecutiva se pusieron entonces en contacto con Errejón para recabar la información, y este reconoció “hechos reprochables”. Se abría así una investigación interna sobre los hechos, informaron desde el partido. En paralelo, el martes, Errejón llegó a tomar la palabra en el Congreso para hablar de vivienda, aunque fue esquivo con los periodistas.
Llegó el miércoles. Díaz llamó a Errejón, en su periplo desde la cumbre de Faro en Portugal hasta Bogotá y le exigió su marcha. “Tienes que dimitir”, le reclamó, según las fuentes consultadas por Artículo14. Una conversación tensa, nada fácil, para la vicepresidenta. La decisión en el seno del partido “estaba tomada”, reconocen las citadas fuentes. “Ya estaba en boca de casi todo el mundo, solo faltaba que estallara públicamente”.
Tras varias conversaciones con la vicepresidenta y otros altos cargos de Más Madrid y Sumar, este jueves, Errejón se apresuró a informar de su dimisión y abandonar la vida pública. Una marcha “irrevocable como miembro de la ejecutiva, diputado y portavoz del Grupo Parlamentario Plurinacional de Sumar”. La ejecutiva se reunió poco después de forma extraordinaria para aceptar su marcha. Unanimidad: “Tenía que irse”.
“Está siendo todo dramático”, resumieron desde el entorno más próximo de la vicepresidenta. “Terrible”, resumió un alto cargo de la formación, que no quiso entrar en “las conjeturas” sobre si hacía tiempo “que se sabía”.
La misiva de Errejón
Públicamente, Errejón redactó una carta en la que él mismo dejó entrever la veracidad de las acusaciones vertidas en X en las que aseguró que en el mundo de la política “se genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica”. Es decir, echó balones fuera e insinuó haber sucumbido al sistema machista y patriarcal sin hacer referencia explícita a las acusaciones. Errejón alegó problemas psicológicos y argumentó que, fruto de la relevancia pública, llegó a un punto en el que se encontró con “una contradicción entre el personaje y la persona. Entre una forma de vida neoliberal y ser portavoz de una formación que defiende un mundo nuevo, más justo y humano”, explica en la misiva.
También reconoció que no ha sido ejemplo de lo que promulga: “No se le puede pedir a la gente que vote distinto de cómo se comporta en su vida cotidiana”. Y se despedía así de todos sus cargos: “Se acaba esta etapa política institucional y espero contribuir así a la renovación generacional y de cuadros e ideas que las fuerzas democráticas y populares necesitan”.
Díaz: “Nuestro compromiso contra el machismo es firme”
Sumar subrayaron que su aspiración de “construir una sociedad y una política feminista lo que requiere un compromiso firme por todos”. Mensaje que ratificó la vicepresidenta por X: “Nuestro compromiso contra el machismo y por una sociedad feminista es firme y sin excepciones”. También se pronunció el ministro de Cultura, Ernest Urtasun: “Para las formaciones políticas que defendemos un mundo más justo, humano y feminista, la coherencia entre lo que hacemos y lo que decimos debe ser una máxima exigible e ineludible. Seguiremos trabajando para hacer de este compromiso una realidad”, aseveró.
Entretanto, las redes sociales echaron humo con testimonios de mujeres víctimas de Errejón. Entre ellas la actriz Elisa Mouliàa, que interpuso inminentemente una denuncia contra él. Y la periodista que denunció todo desde el principio aseguró que le había llegado el testimonio de cuatro mujeres más.
La dimisión llega en un momento muy delicado para Sumar tas la dimisión de su líder Yolanda Díaz en junio, después del batacazo de las elecciones europeas. En la asamblea del próximo diciembre estaba previsto que Errejón coordinara la actualización del documento político que definiera las formas de relación entre las fuerzas políticas que forman las siglas de Sumar. También tiene pendiente el partido redefinir su estructura territorial. Incluso su lugar en el arco ideológico.