crisis en venezuela

Delcy Rodríguez y Zapatero, la extraña pareja que vincula al régimen con el PSOE

Dos semanas después de las elecciones venezolanas, Zapatero sigue en silencio y el PSOE evita respaldar su papel en el país

Una imagen de Delcy Rodríguez y José Luis Rodríguez Zapatero
Una imagen de Delcy Rodríguez y José Luis Rodríguez Zapatero Efe / Kiloycuarto

Conocida es la conexión entre José Luis Rodríguez Zapatero y el régimen de Venezuela. Tanto es así que fue uno de los observadores electorales internacionales que acudió a revisar las garantías democráticas de la jornada electoral del pasado 28 de julio. Nicolás Maduro se erigió como ganador de esas elecciones asegurando que había conseguido el 51% del sufragio. Una victoria cuestionada por la oposición venezolana; por gran parte de la comunidad internacional; e, incluso, por el Centro Carter, uno de los observadores internacionales más reconocidos.

“El proceso no ha alcanzado los estándares internacionales de integridad electoral en ninguna de sus etapas relevantes y ha infringido numerosos preceptos de la propia legislación nacional. Se desarrolló en un ambiente de libertades restringidas en detrimento de actores políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación. A lo largo del proceso electoral, las autoridades del CNE mostraron parcialidad a favor del oficialismo y en contra de las candidaturas de la oposición”, concluyó el informe del observatorio.

Quince días después, con al menos 1.260 personas según la ONU arrestadas en las protestas y 23 muertes, Zapatero no se ha pronunciado sobre cómo percibió el proceso electoral. Este medio se ha intentado poner en contacto con su entorno y tampoco ha recibido respuesta.

El PP ha criticado este silencio y le ha instado a que dé explicaciones. Solicitaron su declaración en la Comisión de Exteriores del Parlamento Europeo a finales de septiembre y, mediante una proposición no de ley en Las Cortes, instaron al Gobierno a censurar a Zapatero por “blanquear la dictadura de Maduro”. El popular Esteban González Pons fue más allá y acusó al expresidente de “connivencia con una dictadura”. Apuntó a que había intereses económicos en sus simpatías con el régimen venezolano.

El silencio del PSOE

El mutismo de Zapatero no solo siembra la duda en la derecha española. El medio argentino LaPoliticaonline apuntó a que “Rodríguez Zapatero ahora presiona a los expresidentes del Grupo de Puebla para que no digan que en Venezuela hubo fraude”. El grupo de Puebla es una plataforma de la que forma parte el expresidente desde su fundación en 2019. Se dedica a la coordinación de políticas izquierdistas latinoamericanas. Los expresidentes Ernesto Samper (Colombia) y Leonel Fernández (Republica Dominicana) forman parte del grupo y ellos sí se sumaron a reclamar más claridad al órgano electoral del chavismo. Una postura de la que se desmarcó el exjefe del Ejecutivo español. En el artículo apuntaban incluso que Zapatero hizo lobby para no reclamar las actas que demostrarían los verdaderos resultados electorales.

Mientras, el PSOE no ha salido a su rescate. Tampoco le ha reprendido. El silencio sobre sus gestiones es revelador. Solo la vicepresidenta de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, Hana Jalloul, rompió una lanza a favor de Zapatero. A través de un artículo en eldiario.es, reconocía la función de Zapatero como “puente” y “facilitador de diálogo” entre la oposición venezolana y el oficialismo. Asimismo, Jalloul aseveraba en su escrito: “Mi sorpresa es cómo opositores venezolanos desean contar con alguien que tenga esa capacidad de diálogo con todos, a la vez que la derecha con ignorancia y poca buena fe interpela de forma insolente al presidente Zapatero”.

Sus vínculos con el chavismo

Lo cierto es que las simpatías entre Zapatero y el chavismo son conocidas desde que fue jefe del Ejecutivo español, destacando su buena relación con Delcy Rodríguez. Tanto es así, que en marzo de este mismo año posaba con ella en un encuentro del grupo de Puebla en plenas investigaciones de las conexiones entre Venezuela y Air Europa en el marco del caso Koldo.

También estuvo implicado en el conocido como ‘Delcygate’, esa reunión de 2020 que mantuvo el entonces ministro de Transportes José Luis Ábalos con Rodríguez en el aeropuerto de Barajas. En ella se saltaron las sanciones de la Unión Europea por las cuales la vicepresidenta chavista no puede pisar espacio Schengen por haber realizado “violaciones de los derechos humanos de socavar la democracia y el Estado de Derecho en Venezuela”, según reza el comunicado de los Veintocho.

En teoría, fue Zapatero quien había quedado en reunirse con ella. Días después el expresidente viajó a Caracas a reunirse con Maduro, que agradeció “su firme disposición a abrir los caminos para el diálogo y el entendimiento franco entre los distintos sectores de nuestra patria”.

Desde que dejó el Ejecutivo, Zapatero se ha dedicado a la causa venezolana. Viaja a Caracas desde 2016 y ha ejercido como mediador en numerosas ocasiones.

La petición de Leopoldo López

Gracias a su acción ha conseguido liberar a presos políticos de la oposición como Leopoldo López, que ahora pide que se pronuncie: “Zapatero tiene la responsabilidad de decir qué vio en Venezuela el día de las elecciones”, aseveró López en una entrevista.

El expresidente también medió tras las elecciones de 2017, que tampoco contaron con garantías democráticas. Tras las protestas violentas en las calles, el socialista español pidió “fijar nuevas reglas y garantías para que la Asamblea Constituyente se comprometa de forma inequívoca con el respeto a los principios de la República, a los poderes constitucionales y al sufragio universal como fuente exclusiva de legitimación del poder”. Pero la duda está ahora en qué pesa más: su amistad con Delcy Rodríguez y sus vínculos con el régimen o su labor como mediador.