El Gobierno de Salvador Illa no ha gozado de un periodo de gracia ni de 24 horas. Constituido este mismo lunes, ya ha logrado generar rechazo entre partidos políticos de la izquierda y la derecha. No coinciden en los nombres ni en los motivos, pero los Comunes y Podemos, por un lado, y Junts, por otro, cuestionan abiertamente hasta a cuatro de los 16 flamantes consellers.
Illa, volcado en redefinir el marco político catalán y ubicarse en el centro del tablero, ha pescado en todos los caladeros. En el de Junts, generando malestar en el partido de Carles Puigdemont, pero también en el de ERC, que logra sentar en el nuevo Ejecutivo a dos altos cargos del Govern de Pere Aragonés (Francesc Xavier Vila y Sònia Hernández). Desde Esquerra evitan valorar “nombres concretos” y sólo aseguran que velarán por el cumplimiento del pacto de investidura. “No es nuestro Govern, ni el que nosotros hubiésemos escogido”, afirman.
Por lo pronto, Vila, que fue secretario de Política Lingüística del Govern de Pere Aragonés, liderará la cartera de Política Lingüística (cuya creación ha sido pactada con ERC). Hernández, hasta ahora directora general de Patrimonio Cultural en el Ejecutivo de ERC, se ha hecho con la cartera de Cultura.
Los ataques de Comunes y Podemos
Entre los Comunes, que han apoyado la investidura del president con sus seis escaños, y no descartan entrar en el Govern a futuro, también miden, pero entran en la crítica. El portavoz del partido aliado de Yolanda Díaz en Cataluña, David Cid, reconoció el domingo, antes de la toma de posesión de los consellers, que el titular de Presidencia, Albert Dalmau, les genera desconfianza. En una entrevista en Rac1, lo encuadró en un PSC “muy conservador”, y reconoció que es la figura del Ejecutivo que ven con “mayor prevención”. Sí dedicó elogios hacia la titular de Economía y Hacienda, Alícia Romero, que considera una persona “dialogante”.
Ni Sumar ni los Comunes han querido ahondar más en los nuevos nombramientos, y ha sido Podemos quien ha disparado con mayor dureza, en su caso contra Ramon Espadaler. El nuevo conseller de Justicia fue secretario general de Unió Democràtica y se ha opuesto abiertamente al matrimonio LGTBI o a que las menores de 16 años puedan abortar sin consentimiento paterno.
La eurodiputada y número dos del partido, Irene Montero, ha asegurado que los socialistas permiten que manden “los machistas”, afirmando que el nuevo conseller también es tránsfobo. “Para sorpresa de nadie, los socialistas usan el voto de las feministas y de la izquierda para que mande un antiabortista, tránsfobo y antifeminista. Bipartidismo significa que votes PP o PSOE manda la derecha y mandan los machistas”, escribió Montero en su perfil en X, antes Twitter.
Horas antes, desde Diario Red, el periódico que dirige el histórico líder morado, Pablo Iglesias, ya censuraban este nombramiento. Podemos no concurrió a las pasadas elecciones catalanas y no cuenta con representación en el Parlament, pero estas posiciones de Espadaler chocan frontalmente con las que abandera la exministra de Igualdad, que se aferra a las leyes trans y del aborto como dos de sus medidas estrella.
El nombre de Espadaler, exconsejero con Jordi Pujol y Artur Mas, ha destacado entre los tres primeros puestos en las listas del PSC al Parlament en los últimos años. Y el flamante titular de Justicia se ha reafirmado en su rechazo a la ley de matrimonio igualitario.
Por su parte, Pablo Echenique, exportavoz parlamentario de los morados, ha criticado también el nombramiento de Olga Pané, la nueva responsable de Salut. “Perfectamente podría ser consejera de Salud de Ayuso”, aseguró Echenique en X, recopilando fragmentos de declaraciones de Pané.
Junts y “el beso de Judas”
Si ha habido preocupación entre los socios parlamentarios y enfado a su izquierda, en Junts acogieron como un jarro de agua fría la designación de Miquel Sàmper como titular de Empresa. “Ninguna sorpresa. Hay un perfil de políticos que ‘juegan a bolsa’ y se mueves al lado de quien cree que ‘cotiza’ más en cada momento”. “No se mueven por unas convicciones y unos principios políticos profundos”, afirmó en X Jordi Turull, secretario general del partido de Puigdemont.
Sàmper abandonó Junts en febrero, y en plena campaña se adhirió a un manifiesto en favor del actual president. Miquel Buch, que fue de quien heredó la cartera de Interior durante la presidencia de Quim Torra, fue especialmente gráfico en su reacción a este nombramiento. Tras conocerse, Buch publicó en su perfil de X una imagen de la pintura mural “El beso de Judas”, que luce en la iglesia de Sant Esteve d’Andorra la Vella. En este caso, una imagen dice más que mil palabras.