A falta de trece días para la celebración de las elecciones europeas, las principales candidatas se vuelcan plenamente en la campaña. A raíz de ello, Artículo14 consulta al sociólogo y Director de Opinión Pública de Ipsos Spain, José Pablo Ferrándiz, sobre si las políticas se desenvuelven en ella de manera diferente a la de un político o cuál es el motivo por el que las formaciones tienen tantas cabezas de lista mujeres en esta ocasión.
¿Por qué los partidos apuestan más por las mujeres como cabeza de lista para las elecciones europeas?
Creo, sinceramente, que no tiene que haber un patrón común a todos los lugares y a todos los partidos para que exista esto, que numéricamente se da. En algunos países sí que existe el hecho de las cuotas de género -en algunos es el 40%, en otros es el 50%, en algún caso son las listas cremallera-. Entonces, en esos países normalmente la presencia de la mujer es más elevada en las listas no solo nacionales sino también las del parlamento europeo.
Indudablemente, también hay otra cuestión que tiene que ver, cada vez más, con la integración de las mujeres en la vida política. Eso también hace que su participación sea mayor participación en general y cada vez más en política. Y de hecho ahora, cerca del 40% las mujeres que están en el Parlamento Europeo, que es la cifra más alta desde las primeras elecciones. Aunque sigue siendo todavía muy baja para representar a la mitad de la población mundial. Creo que se está avanzando muy lentamente, pero se está avanzando.
Luego tengo una suposición, que es el hecho de que, a lo mejor, por el tipo de política que se pueda desarrollar en el parlamento europeo, esta sea más atractiva para las mujeres. Es un perfil, creo, mucho más elevado, donde la discusión, la pelea y el barro político que caracteriza en la mayoría de las ocasiones a los parlamentos y a la política nacional no se da. No sé si el hecho de que las mujeres a lo mejor aspiran a algo más y que Europa les da ese algo más que no le dan los parlamentos nacionales es una suposición o un micromachismo.
¿Cambia la manera de hacer una campaña dependiendo si el candidato es mujer u hombre?
No creo que haya diferencia con respecto a los mensajes que pueda lanzar un hombre o una mujer o con respecto a la forma de transmitirlos. Creo que tiene que ver con una cuestión más ideológica que de género.
Ligado a estas elecciones europeas: si se observa a la candidata de Podemos, Irene Montero, indudablemente esa forma que tiene de transmitir también se asemeja mucho a la que tuvieron líderes de aquella formación en su momento.
En España también existe el ejemplo de Yolanda Díaz. Creo también que la intensidad y el ímpetu que muestra no difiere sustancialmente de lo que podría transmitir un hombre, dentro de que cada persona, por supuesto, tiene sus características personales que las hace únicas.
En Italia, por ejemplo, tenemos a Meloni, donde sus mensajes creo que no difieren en intensidad, dureza y en la forma de transmitirlos a los que podría tener un hombre.
En definitiva, creo que tiene que ver más con la ideología del partido o incluso con la socialización política dentro de un partido concreto lo que hace que las campañas, los mensajes y cómo se dirigen a los electores. Y no tanto si es hombre o mujer.