El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha dicho que el gasto militar en España y en Europa está “disparatado”, y ha pedido “no ceder a una espiral belicista” después de que el secretario general de OTAN, Mark Rutte, haya propuesto repensar el gasto social para aumentar el de Defensa.
En una entrevista en Onda Cero, que ha recogido Europa Press, el ministro de Sumar ha dicho que en su opinión la prioridad de gasto público que tiene que tener España está en materia de dependencia, en la protección social a las familias o de mejorar el bienestar, pero no en “una carrera armamentística” que vendría acompañada de “una multiplicación de los conflictos”.
“Yo creo que es la dirección absolutamente equivocada en los tiempos en los que vivimos, ceder a esta espiral belicista y de carrera armamentística difícilmente va a generar unas condiciones de mayor certidumbre de mayor estabilidad en las sociedades europeas”, ha explicado, para calificar el gasto militar en España y Europa como “disparatado”.
Bustinduy ha lamentado que en un momento “en el que se multiplican las amenazas” del cambio climático, el recrudecimiento de los conflictos geopolíticos, las guerras o las violaciones del derecho internacional, “todo lo que hace el mundo es armarse hasta los dientes”, cuando se debería apostar por una “mediación con diplomacia y ayuda humanitaria”.
Dicho esto, ha indicado que la manera de estabilizar las sociedades europeas es repetir lo que se hizo tras la posguerra, “construyendo el Estado del bienestar a través de políticas de inclusión y de seguridad social”. “Así es como se neutraliza la incertidumbre que sienten millones de personas en Europa”, ha zanjado.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, mantuvo una reunión con los principales ministros de la OTAN en Bruselas. Un encuentro que ha estado marcado por una alta tensión política tras la llamada de del presidente de EE UU, Donald Trump, al líder ruso, Vladimir Putin, y al de Ucrania, Volodimir Zelenski, para poner fin al conflicto bélico sin contar con la UE. A esta coyuntura se ha añadido la exigencia tanto por parte del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, como de la administración Trump de que los países integrantes de la Alianza Atlántica amplíen el gasto en Defensa.
España no cumple con el 2% exigido tras la cumbre de Gales de 2014, apenas llega al 1,28%, lo que le sitúa a la cola de los 32 países miembros, y desde la OTAN se apremia a cumplir el acuerdo antes de verano. De forma paralela, Trump exige un cumplimiento del 5%.