No hay una anécdota que defina mejor el estilo de reinado de Doña Letizia que la que tuvo lugar en unos premios Princesa de Asturias, 2018, en el tradicional concierto la noche previa a la entrega de premios. A su llegada al auditorio Príncipe Felipe, los Reyes se detuvieron un momento a hablar con los periodistas. Doña Letizia, una gran cinéfila, no pudo contener su ilusión por el encuentro que mantendría con el cineasta Martin Scorsese. Al coincidir éste en tiempo con un acto programado para el Rey, rápidamente puntualizó que ése era el acto más importante que había que cubrir informativamente.
Es decir: apoyo a la labor del Jefe del Estado, y sello propio. El perfil de la página web de la Casa Real lo deja claro: “las prioridades para la Reina son su familia y el apoyo a la labor institucional del Rey”. Lo que no ha impedido que, desde su llegada a Zarzuela hace 20 años, haya ido perfilando su agenda: alrededor de 2.500 actos y casi 90 viajes, según datos reflejados en la web de la Casa Real. Una secuencia de apariciones públicas mediante las que presentarse al mundo.
Y de dirigirse a él. Porque si de algo ha hecho “marca” Doña Letizia es de sus discursos. Unos 220 en total, tras salir de la catedral de la Almudena aquel 22 de mayo de 2004. Dada la limitación que tiene a la hora de expresar opiniones por la neutralidad que se le exige a la Jefatura del Estado, se suele decir lanza mensajes, señales, a través de sus looks, pero es evidente que sus discursos son íntegramente suyos. A diferencia de los del Jefe del Estado, en los que interviene la Casa y el Gobierno de turno dado que representa los intereses del Estado, en el caso de la Reina es indudable que es su pluma la que se plasma sobre el papel: estilo directo, muy ágil, frases cortas y concisas, repitiendo las palabras que terminan con las que comienzan para enfatizar en el mensaje. Convierte discursos en virales, como el Día Mundial de las Enfermedades Raras. Doña Letizia no suele leer, habla, interactúa con el público y comunica.
La salud, tanto física como mental, es uno de sus pilares. Desde la AECC, de la que es presidenta de Honor, señalan: “desde el principio, desde hace unos 10 años, se estudió muchísimo todos los temas relacionados contra el cáncer. Ha asistido mucho a todas las reuniones que hemos tenido con investigadores nacionales e internacionales y se empapa cada una de las medidas y propuestas que hace la asociación. Y, por supuesto, de todo lo que se aprueba respecto a avances en investigación. Ella lo “vive”. Y eso hace que, cuando viene a los actos, está super preparada, y muchas veces ni lee los papeles. Incluso cuenta anécdotas personales. Cuando se sienta con los oncólogos les hace preguntas de muchísima relevancia”.
Los que trabajan con ella destacan su implicación y perfeccionismo. También desde la AECC aseguran a este medio que “su preparación y conocimiento de todos los temas es impecable”, hasta el punto de recibir clases del bioquímico Carlos López Otín y del cardiólogo Valentín Fuster. Siempre con la salud mental en la infancia como bandera, colabora con Feder (Federación española de enfermedades raras). En más de una ocasión se ha emocionado por casos que, como madre, no puede evitar que le afecten. Tal fue el caso de Lucas, el niño que padecía la enfermedad de cristal, y que portaba el siguiente cartel: “Princesa, tenemos esperanza”. O su recuerdo hacia Marco, el niño leonés que le tocó el alma y que murió al no poder resistir la enfermedad: “Me dio un beso y me miró, con eso fue suficiente”.
La visibilización y posicionamiento de la mujer en el mapa es otra de las causas prioritarias para la Reina. Presidenta de honor de los premios FEDEPE -Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias-, la presidenta de la Federación, Ana Bujaldón Solana, destaca de ella: “Desde hace años, la Reina nos ha demostrado su compromiso con el impulso del liderazgo de las mujeres directivas, empresarias y profesionales”. Precisamente, me gustaría destacar su intervención en el 25 aniversario de los Premios FEDEPE, donde Doña Letizia lanzó un mensaje crucial al recordar lo importante que es que las mujeres nos lo creamos y que desterremos ciertos miedos a la hora hablar, negociar, de hacernos valer o de delegar los cuidados de los menores para avanzar en igualdad“, asegura. “A través de su propio ejemplo en el desempeño de su rol como Reina y embajadora de múltiples causas sociales, fruto de su curiosidad, inteligencia y profesionalidad, visibiliza y encarna el modelo de liderazgo femenino que defendemos en FEDEPE.
Su carácter entusiasta por las causas en las que cree hace muy falta reconocerlas. Apenas un año después de dejar de ser Princesa: en los premios Woman la Reina dejó claro que su forma de reinar no seguiría el protocolo tradicional. “Hay muchas razones para pensar que en el mundo de la mujer hay muchas cosas que deben mejorar y cambiar”, afirmó. Entre ellas, se refirió al índice de analfabetismo, matrimonio de niñas menores de edad, paro femenino, violencia, desigualdad en los salarios y el tiempo desigual que dedica la mujer y el hombre a las tareas del hogar y los niños. Destacó que no es lo mismo ser mujer en Kabul o en Sebastopol, pero enfatizó que “cada niño debería tener la posibilidad de elegir lo que desea ser en la vida”. Y concluyó: “Es un lujo ser una mujer, o debería serlo”.
“Hay muchas razones para pensar que en el mundo de la mujeres hay cosas que deben mejorar”
Doña Letizia no ha abandonado esta declaración de principios. Su primer acto en solitario de 2024 fue en la sede central de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida (APRAMP), en el que lució una chaqueta tipo tweed confeccionada por mujeres víctimas de la prostitución que buscan reinsertarse en la sociedad a través de la moda.
Un gesto que ya tuvo unos años antes, cuando el diseñador Ulises Mérida se unió a AFRAMP para diseñar un vestido que la Reina lució en la Mercedes Fashion Week de 2021.
Más recientemente, el año pasado Doña Letizia participó en el II Congreso Internacional sobre Trata de Seres Humanos y Estrategias para Abolir la Explotación Sexual en Málaga, y en sus viajes de cooperación aprovecha cualquier oportunidad para tratar el tema. En junio de 2023 tuvo lugar su último viaje a Colombia, en el que se destacó directamente que la Reina viajaba a conocer la “cooperación feminista española”. En el décimo aniversario del Convenio de Estambul, presidió el debate para sobre la prevención y lucha contra la violencia a las mujeres. Famoso fue su discurso en 2016 en el acto Let girls learn, en el que participó junto a Michelle Obama en Madrid, para apoyar la escolarización de las niñas en todo el mundo. “Todas tenemos claro que la educación de las niñas transforma, protege, es productiva, está indisolublemente ligada a la justicia social y a la democracia, al bienestar familiar, a la promoción de la igualdad, a una mejor salud y nutrición”, enfatizó. Y destacó lo que gana la sociedad con la educación de las niñas: “El círculo virtuoso que supone incorporar el talento, la energía e inteligencia de millones de niñas en todo el mundo”.
No sólo mujeres en riesgo de exclusión figuran en la agenda de la Reina, si no que trata todas las áreas que puedan estar en su “radar”. El deporte femenino es uno de sus pilares. “Es importante apoyar el deporte femenino, no sólo el fútbol”, ha resaltado en más de una ocasión. “Empecemos por él pero extendámonos a más deportes”. Según contó la jugadora de bádminton Carolina Marín, le pidió que diera clases a la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía.