La experta

El futuro es de Leonor

Susana del Río, autora del libro 'Doce mujeres europeas. Construyendo la Unión Europea', nos acerca a la Princesa: "Ella marca carácter institucional. Su sencillez y elegancia le permitirán conectar con las generaciones futuras"

En la Alhambra, en el Palacio de Carlos V, empieza el libro de Susana del Río. Allí, entre los muros de lo que fue una alcazaba, un fortín y una medina, todo a la vez, se celebró el Consejo Europeo bajo presidencia española. El momento y lugar idóneos para que brotara Doce mujeres europeas. Construyendo la Unión Europea, (Editorial Universidad de Granada, 2024).

Este libro realza el determinante papel de 12 mujeres, como 12 estrellas que representan la UE, unidas por un mismo destino: forjar la construcción de la Unión Europea. La autora, doctora en Ciencias Políticas y Directora del ciclo “Conversaciones UE. Retos de la nueva legislatura 2024-29”, comienza con una emperatriz, Isabel de Portugal, esposa del emperador Carlos I de España y V de Alemania, y termina con la Princesa Leonor, heredera al Trono de España. Del Río analiza para Artículo14 el decisivo papel que tendrá la hija de Felipe VI, y los desafíos a los que se enfrentará.

Del Río, en un momento de la entrevista

Susana Del Río, durante la entrevista en la redacción de Artículo14

¿Por qué incluir a la Princesa Leonor entre las 12 mujeres más influyentes?

No tuve ninguna duda a la hora de elegirla. Siempre pensé en ella. En el libro, proyecto algunas miradas al Premio Europeo Carlos V que entrega el Rey en Yuste. Me gusta destacar que comienzo por Isabel de Portugal, esposa de Carlos I de España y V de Alemania. Me parecía muy importante empezar por una Reina emperatriz y terminar por una Princesa que va a ser Reina.

A cada mujer que ha elegido la enlaza con una palabra. ¿Por qué vincular a la Princesa Leonor con futuro?

Para enlazar directamente a la Princesa al Futuro. En el libro, me permito exponerle los desafíos que tendrá por delante como futura Reina de España. También explico hitos en torno a su formación y a los discursos que ha pronunciado.

¿Cuáles son esos grandes desafíos?

Autonomía Estratégica Abierta, enlazada a fundamentalmente Seguridad y Defensa e impactando en otros sectores; competitividad; la doble transición ecológica y digital; reindustrialización europea; Inteligencia artificial, la primera normativa a nivel mundial es europea; migración…El despertar geopolítico de la UE y los desafíos de la nueva legislatura europea. Ella está muy preparada en esos temas y los va a vivir. Estoy segura de que con su capacidad, va a saber enfocarlos y a seguir mostrando la relevancia de la Casa Real española en Europa.

La Princesa aún es muy joven, pero la hemos visto en actos muy significativos. ¿Qué cualidades contempla en ella como futura Reina de España?

Efectivamente, es joven, pero las cualidades que transmite permanentemente responden a una formación muy elevada y a su responsabilidad institucional. Destaco dos de sus discursos: el de los Premios Princesa de Asturias y el que pronunció ante las Cortes. Ambos me parecieron ordenados, con fuertes argumentaciones. Me gustó mucho que ante la sociedad española mostrara ese compromiso firme de lealtad a la Constitución y a todos los españoles. “Les pido que confíen en mí”, dijo. En el capítulo que le dedico, escribo sobre esa frase. Ella marca carácter institucional, elegancia en cómo despliega sus discursos, tanto en relación a lo que dice como en cómo lo dice. Y yo creo que esa sencillez la acerca más a los ciudadanos españoles y europeos y la une más a los jóvenes de su propia generación.

¿Cree que en esta sencillez y capacidad para conectar con las nuevas generaciones de diferentes ámbitos ha influido notablemente la Reina?

Por supuesto. Y Felipe VI. El Rey tiene esa capacidad de conectar con la sociedad. Tengo el privilegio de conocerle, he estado con él en Yuste, en la entrega de varios premios europeos Carlos V. Su mirada es transparente, como la forma que tiene de dirigirse y de escuchar. Transmite credibilidad. Ambos ayudan permanentemente a que la Princesa conjugue esos dos modelos y los una. El modelo regio con una forma que aporta frescura y conexión con el ciudadano de a pie.

Según las encuestas hay un sector de gente joven que, aunque no se manifiesta monárquico, sí conecta con la Princesa. Esto es muy significativo, ya que representa a una institución pero también tiene que ser ella.

Me gusta mucho lo que me dice porque, efectivamente, es ella. Está permanentemente relatándonos lo que es y lo que quiere ser. Eso, no todo el mundo lo consigue. Creo que la sencillez, naturalidad y frescura la aporta su propia juventud, pero sin perder un ápice de su elevada referencia institucional y de su responsabilidad. En el libro, también explico cómo es su formación militar, su trabajo de campo, cómo duerme al raso con las estrellas como guías, como una gran brújula que es la que la va a guiar en su trayectoria vital para ser Reina de España.

¿Cree que la Princesa Leonor va a llegar a reinar? ¿Cree que puede darse la situación de que el fin del bipartidismo y la amalgama de partidos, algunos manifiestamente republicanos, que forman últimamente el Gobierno español lo impida?

Con convicción digo que la Princesa Leonor va a llegar a ser Reina, la Reina Leonor I. Creo que deberíamos volver en España a una política coherente, ordenada, de referentes institucionales, de mirada al centro político, de búsqueda de consenso con altura de miras, de política con mayúsculas con una Constitución como faro y generadora de unión. El orden constitucional es nuestro gran referente y, por tanto, la Monarquía también lo es. Celebramos en España las elecciones europeas el próximo día 9 de junio. Yo creo que los resultados de las elecciones catalanas indican que se va a reconducir el panorama político español y la proyección de lo que somos como españoles y como europeos.

Del Río, en un momento de la entrevista

Del Río, durante la entrevista

Además, se da la situación de que ahora hay otras herederas europeas, de la misma generación que la Princesa Leonor, comprometidas con su reinado y Europa. ¿Eso va a ayudar a que las Monarquías europeas vayan de la mano?

Hay una renovación, la propia Monarquía está abriendo un proceso de adaptación a los tiempos, a los medios… Todas las instituciones lo tienen que hacer. En la Unión Europea se da la casualidad de que en otros países la Monarquía también tendrá nombre de mujer. El 31 de octubre, día de la jura de la Constitución, escribo en el libro que, incluso muchas personas que no son monárquicas, seguro que sonrieron y se sintieron orgullosas de un día con tanta relevancia histórica, institucional y política.

Tanto en Europa como en España, ¿Cómo se puede presentar que sea más beneficioso para la sociedad una Monarquía frente a una República?

La tradición en cada Estado miembro importa. Todo lo que lleve una impronta que esté grabada en la memoria, en la conciencia, en el día a día de los ciudadanos es un valor en sí mismo. Aún más teniendo una Monarquía con un Rey y una Princesa que están formados y son los mejores embajadores en la política exterior. Representan equilibrio, orden, estabilidad. En la Unión Europea, tanto el Rey como la Princesa están mostrando permanentemente formación, ejemplo, responsabilidad y, por supuesto, voluntad de unir a los españoles. El lema de la Unión Europea es “Unidos en la diversidad” y nuestra Monarquía sabe transmitir ese mensaje.

¿Cree que los partidos deberían llegar a un consenso para reformar la ley semi sálica? Somos el único país europeo que no ha eliminado a la supremacía del varón respecto a la mujer en la sucesión. Esto puede condicionar el reinado de la Princesa si tiene descendencia femenina y masculina.

Por supuesto que sí deben llegar al consenso. Es importante mejorar, avanzar. También digo que hay tiempo. Toda esta andadura, tiene que acompañarse con la vuelta de la mirada al centro de los partidos políticos, que no haya extremismos ni populismos, que los nacionalismos exacerbados empiecen a doblegarse. Creo que todo tiene que ir acompasado. España necesita recuperar la fuerza y el discurso constitucionalista del Estado de derecho para retomar el debate sobre la reforma. La Monarquía es equilibradora e integradora. Su mensaje institucional es vertebrador.

TAGS DE ESTA NOTICIA