El reciente fallecimiento de Juan Gómez-Acebo a los 54 años ha dejado a la Familia Real y a quienes lo conocían en un estado de profunda tristeza. Gómez-Acebo, primo del rey Felipe VI e hijo de la Infanta Pilar de Borbón y del Duque de Badajoz, era una figura discreta y alejada del foco mediático. Sin embargo, su vida y legado han dejado una huella significativa en el ámbito artístico y personal.
Juan Gómez-Acebo, una vida marcada por el arte y la familia
Nacido en una familia con un profundo arraigo en la historia de España, Juan Gómez-Acebo decidió seguir un camino diferente al de muchos de sus parientes. Optó por el arte como su principal forma de expresión, lo que lo llevó a estudiar Bellas Artes en la Universidad Rollins de Orlando, Florida. Su obra, caracterizada por su sensibilidad y su profundidad, ha sido expuesta en diversas galerías y centros culturales tanto en España como en otros países, incluyendo Luxemburgo y Portugal. Algunos de sus trabajos más destacados se encuentran en la Biblioteca Nacional de España y en la Fundación Arauco.
El arte no solo fue una vocación, sino también una herencia familiar. Su padre, Luis Gómez-Acebo, fue un apasionado del arte y amigo cercano del barón Heinrich von Thyssen-Bornemisza, responsable de traer a España la célebre colección que lleva su nombre. Esta influencia se reflejó en las creaciones del primo del rey Felipe VI, quien utilizaba su cuenta de Instagram para compartir sus obras, explorando temas como la figura materna, la naturaleza, el amor y el mundo animal.
La vida del primo del rey Felipe VI más allá del arte y la cultura
En lo personal, la vida de Juan Gómez-Acebo estuvo marcada por momentos de alegría y también de tragedia. Contrajo matrimonio con la estadounidense Winston Holmes Carney, con quien tuvo un hijo, Nicolás. Sin embargo, el matrimonio terminó en 2019, tras cinco años de unión. A pesar de esta ruptura, la relación con su hijo fue siempre cercana y amorosa, siendo Nicolás una de las grandes motivaciones en su vida.
En sus últimos años, Juan Gómez-Acebo mantenía una relación con la arquitecta Teresa Véret, a quien presentó públicamente durante el funeral de su hermano Fernando en marzo de 2024. Ambos vivían juntos en Miami, donde Juan continuó desarrollando su carrera artística.
El fallecimiento de su hermano menor, Fernando, a los 49 años, fue un duro golpe para Juan Gómez-Acebo. Fernando, quien era también primo del rey Felipe VI, falleció tras una larga enfermedad, lo que dejó a la familia sumida en el dolor. La última aparición pública de Juan fue precisamente en el funeral de su hermano, donde se le vio visiblemente afectado por la pérdida.
Un adiós prematuro
La muerte de Juan Gómez-Acebo el 12 de agosto de 2024 en Palma de Mallorca ha consternado a todos los que lo conocieron. Falleció rodeado de su familia, después de una lucha contra el cáncer, una enfermedad que terminó por arrebatarle la vida en su mejor momento artístico y personal.
Sin embargo, su legado perdurará a través de sus obras, que seguirán siendo una ventana a su alma creativa y sensible. Además, su historia personal, marcada por el amor a su hijo y sus relaciones familiares, deja una lección de vida sobre la importancia de la familia y el arte como refugio en los momentos más difíciles.
En los próximos días, se espera que la Familia Real y amigos cercanos se reúnan para despedir a Juan Gómez-Acebo en un funeral que tendrá lugar en Madrid. Será un momento de homenaje a un hombre que, aunque en vida prefirió la discreción, dejó una huella imborrable en quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.