Portugal recibe a la Princesa Leonor con tratamiento de Reina

La heredera hará una ofrenda floral ante la tumba de Camôes, acto reservado a los Jefes de Estado, y Rebelo de Sousa le impondrá la Gran Cruz de la Orden de Cristo

La princesa de Asturias, Leonor de Borbón, durante su ceremonia de despedida oficial con honores en el Aeropuerto Internacional Adolfo Suárez Madrid-Barajas EFE

Un momento clave para la Corona española. El día de hoy se anotará con especial relevancia en los anales de la Monarquía, ya que es el primer viaje oficial al extranjero de la Princesa Leonor. Un debut absoluto en sus “prácticas” como futura Reina, ya que se desplaza en solitario, sin presencia de los Reyes, acompañada por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares -quien viaja directamente desde la Cumbre de la OTAN– y el Jefe de la Casa, Camilo Villarino.

Las estrechas relaciones que mantienen ambas naciones no sólo se fundamentan desde un punto de vista estratégico, sino que entre los Reyes de España y el presidente luso existe una gran relación de amistad. Desde Zarzuela se transmite la tranquilidad que confiere el hecho de que el primer desplazamiento en solitario de la Heredera sea en un territorio tan amigo en muchos sentidos, lo que le hará sentirse prácticamente en casa. Una gran diferencia si lo comparamos con la reciente celebración de los premios Princesa de Gerona, que se han tenido que celebrar en Lloret de mar, y no en la ciudad, debido a las malas relaciones con el alcalde de la CUP, Lluc Salesas.

El contenido será similar al que hicieron sus padres cuando eran Príncipes, en 2012, y también Lisboa fue su primer destino tras ser proclamado Don Felipe Rey de España. Los Reyes han visitado en más ocasiones el país vecino, con motivo de actos organizados por COTEC, la visita a la fundación Santa Limo o congresos relacionados con el tratamiento del cáncer, en el caso de la Reina.

A diferencia de su padre, que su primer viaje oficial fue a Colombia con apenas 15 años, el viaje de la Princesa será a un país vecino y de apenas un día de duración. Pese a que, en líneas generales, la primogénita del Rey está siguiendo la misma estela que su padre en cuanto a formación militar y educativa, los tiempos en cuanto a su proyección institucional son distintos. Don Felipe y Doña Letizia han optado por mantener a su hija en un segundo plano, sin apenas exposición, durante su infancia y adolescencia hasta cumplir la mayoría de edad, con la finalidad de darle la madurez suficiente como para asumir su responsabilidad pública. Desde la Casa también se alega que, dado que a principios del año que viene se embarcará en el buque Juan Sebastián Elcano para hacer un periplo por las Américas, el que el primer destino sea Portugal tiene más sentido.

A las 10.30 hora española, la Princesa fue despedida, por primera vez, con honores en el pabellón de Estado del aeropuerto de Barajas Adolfo Suárez. Despedida a la que también han acudido el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Ya ha aterrizado en el aeropuerto militar Figo Maduro con el cordón de honor, recibida por el presidente de la República Portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa; el embajador de Portugal en España, Jôao Mira Gomes; su homólogo en tierra lusa, Juan Fernández Trigo, el jefe de protocolo de la República portuguesa, Jorge Silva, y el jefe del aeropuerto militar, Abel Oliveira.

El escenario del primer acto de la primogénita de Felipe VI será el Monasterio de los Jerónimos, acompañada, entre otras autoridades, por el prior de Santa María de Belém, José Manuel Dos Santos. Allí, realizará una ofrenda floral ante la tumba del poeta Luis de Camôes, una deferencia que el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha tenido con la heredera al Trono de España, ya que es un acto que por protocolo se reserva a los Jefes de Estado. Este templo es especial para la Familia del Rey, ya que en él se casó la Infanta Doña Pilar en 1967, cuando la entonces Familia Real vivía en el exilio en Portugal.

Escoltada por un escuadrón de caballería

Escoltada por el escuadrón de caballería, la Princesa se desplazará al Palacio de Belém, donde será recibida por el presidente de la República. Los himnos de ambas naciones se entonarán, la heredera pasará revista a un cordón de honor por primera vez, y Rebelo de Sousa le impondrá la Gran Cruz de la Orden de Cristo, la máxima condecoración. La Princesa firmará también en el libro de honor del país. Será allí donde pronunciará sus primeras palabras en visita oficial. Tanto ella como Rebelo de Sousa pondrán en valor las buenas relaciones entre ambos países y la intención de seguir manteniendo una buena cooperación.

Ambas naciones han acordado que el viaje ponga el enfoque en la protección del medio ambiente y la conservación de los océanos, por lo que como último acto del día se visitará el Oceanário de Lisboa, acompañada también por Rebelo de Sousa. La bióloga y educadora marina, Marina Duarte, será quien acompañe a la Princesa y le explique la visita, que además incluirá una mesa redonda sobre: Defensa del Océano, Expediciones Políticas y Políticas Económicas y Oceánicas.

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