Arrancan las semanas más movidas de la Familia Real, en las que los Reyes cumplirán con sus compromisos en Palma y también apoyarán a los deportistas españoles en París.
Felipe VI recibe hoy en audiencias, desde primera hora de la mañana, a las autoridades baleares: la presidenta de las Islas Baleares, Margalida Prohens; el presidente del parlamento balear, Gabriel Le Senne; el alcalde de Palma, Jaime Martínez Llabrés, y el presidente del Consell, Llorenç Sebastiá Galmés. Un arranque “amable” para el Jefe del Estado, ya que salvo Le Senne, que pertenece a Vox, los demás son del PP. Es decir, grupos políticos favorables a la Monarquía, pese a las críticas del partido de Abascal hacia el Rey por rubricar la ley de la amnistía.
Palma es un escenario agridulce para la Familia Real, en cuanto a tratamiento político se refiere. Pese a estar gobernado por el PP, la oposición no se lo pone fácil, en concreto el grupo minoritario de Mes Per Mallorca, de postura republicana. Llama la atención que dos de los escenarios nacionales en los que la Familia Real tiene cita obligada: Palma de Mallorca y Gerona, éstos sean conflictivos.
En la ciudad catalana no celebran los premios que llevan su nombre porque el alcalde, Lluc Salesas, directamente ha nombrado a Felipe VI persona “non grata”, y promueve iniciativas parlamentarias para “romper lazos con la Monarquía”. Las trabas impuestas para que la Casa del Rey pueda alquilar un espacio público hace que tengan que desplazarse a los alrededores.
En Palma, la Princesa no ha podido ser finalmente nombrada hija predilecta de Palma, una propuesta del Consell entre PP y Vox que MES votó en contra y PSOE y Sa Unió de Formentera y Unidas Podemos lo hicieron en contra. Por el contrario, en Zaragoza, donde la heredera ha vivido desde agosto de 2023 hasta hace unos días en que abandonó la Academia General Militar como dama alférez cadete, ha recibido la medalla de Aragón, la medalla de las Cortes y la distinción de hija adoptiva.
En cuanto a la sociedad civil, los sentimientos están mezclados. Hoy, distintas asociaciones de apoyo a la Corona, como Hermandad Monárquica Nacional de España, se concentrarán frente a la Almudaina para apoyar a la Monarquía, coincidiendo con las audiencias del Monarca. Por el contrario, el día 29, en que tendrá lugar la famosa recepción a las autoridades y gente relevante de distintos sectores en el Palacio de Marivent, la asociación Recuperem Marivent ha convocado una concentración para protestar contra lo que consideran “la usurpación del Museo Saridakis, del edificio, de la mayor parte de sus jardines, de sus anexos y de su contenido”. El Palacio de Marivent fue propiedad del artista griego Juan de Saridakis y, desde hace años es motivo de controversia ya que la familia, y parte de la sociedad balear, considera que no se cumplen las funciones de museo por las que fue concedido en 1965.
Apesteguia: “Si quiero comer cuatro canapés todavía me lo puedo pagar”
Además, de cara a la fecha, algunos políticos como el portavoz parlamentario de MÉS per Mallorca, Lluís Apesteguia, ya han aprovechado para hacer política en contra de la Corona al recibir la invitación y han hecho público su rechazo. “Si quiero comer cuatro canapés y beber dos colas todavía me lo puedo pagar, no tengo necesidad de rendir homenaje al representante de una institución antidemocrática, de un poder represor de mi pueblo y de una familia multisecularmente corrupta”, ha manifestado a través de sus redes sociales.
Hostilidades políticas aparte, Palma, uno de los bastiones de la Familia Real, es también el lugar en el que los Reyes disfrutan de sus mayores aficiones. El domingo 28 la Reina tiene programada su asistencia al Atlántida Film Fest, una de sus mayores pasiones, y que contará con la presencia del actor Michael Douglas, entre otros.
Por su parte, ese mismo día, y el siguiente antes de la recepción, Don Felipe navegará a bordo del ‘Aifos’ por la Bahía de Palma y será el encargado cuando termine la regata el 3 de agosto de entregar los trofeos.