La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha llegado a la capital de Letonia, Riga, sobre las 14.00 horas, tras viajar desde Madrid en un Falcon de la Fuerza Aérea española. Robles se ha unido así al final de la “gira” de Don Felipe por las tres repúblicas fronterizas con Rusia. El Rey ha tenido casi una decena de actos durante el día de contenido oficial, sin estar acompañado por ningún miembro del Gobierno, de tal manera que el Ejecutivo resuelve así la polémica por no haber mandado a ningún ministro que acompañe al Monarca. En su último brindis con las tropas españolas, el Rey les ha agradecido su voluntad de servicio y compromiso tan lejos de sus casa. Previamente, la ministra ha querido brindar por el jefe supremo de las Fuerzas Armadas, como es habitual por protocolo: “Dejáis muy alto el pabellón y hoy tenemos la suerte y el honor de tener aquí al primer militar de España y brindamos por el Rey”.
En los viajes anteriores a las misiones españolas, tanto en Líbano como en Irak, los ministros sí acompañaron al Rey. El entonces ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, en el primero, y la actual titular de Defensa en el segundo. El Gobierno marca distancia con el carácter oficial del viaje y vincula su presencia al contenido militar.
El Jefe del Estado y la ministra han venido juntos a la base de Aiza, a unos 200 kilómetros de la capital, donde se concentra el grueso de las Fuerzas Armadas españolas en misión. Un total de 640 efectivos, 100 menos del cómputo de las tres repúblicas. Sobre las 18.00 horas de aquí -una más que la española- ha puesto en rumbo a Madrid, por lo que la titular de Defensa ha estado presente apenas dos horas efectivas. La ministra no ha hecho ninguna declaración para no quitar protagonismo al Rey, según informan fuentes de Defensa.
A primera hora de la mñana, 13 personas de la delegación de Lituania han recibido con honores al Rey en el Castillo de Riga. Por parte del Gobierno letón, 13 miembros han recibido al Jefe del Estado, entre ellos la primera ministra, Evika Silina, la presidenta del Parlamento, Daiga Mierina, la titular de Asuntos Exteriores y el de Defensa. Un Ejecutivo con un alta representación femenina.
Por parte española, seis miembros han participado. Entre ellos, el Jefe de la Casa del Rey, el consejero diplomático español de la Casa, el embajador español, el director de comunicación de la Casa, y el comandante Jefe de mando de operaciones. Como se ha informado a lo largo del viaje, ningún ministro español ha acompañado al Rey en el viaje, pese a que el titular de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se encontraba muy cerca, en Luxemburgo.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, inicialmente no tenía previsto venir debido a un acto el lunes en Torrejón a la Unidad Médica de Aeroevacuación, pero finalmente se incorporará al último acto del día, en el que se reunirán con el contingente español en la base de Adazi. Según informan fuentes de Defensa, Robles despegará desde España en un Falcon a las 12.00 de la mañana y llegará a Riga, capital de Letonia, a las 14.00 horas. Desde allí, se unirá al Jefe del Estado para llegar juntos a la base militar.
Tras el encuentro bilateral mantenido con Edgars Rinkevics, el Monarca ha realizado una ofrenda floral en el monumento de la Libertad, tras la que tiene prevista una visita al parlamento de la República y un encuentro con la Primera Ministra.
La delegación letona ha organizado para el Rey una visita al Museo de la Ocupación, que explica cómo sufrió el país los años de invasión rusa y nazi los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial, desarrollo y periodo posterior.
Después de esta visita y anterior encuentro con la presidenta del Congreso, el Jefe del Estado ha mantenido un almuerzo en el Castillo de Riga con el presidente del Gobierno letón, donde ha pronunciado un discurso. “Letonia es la llave de nuestra presencia en el Báltico”, ha aseverado el Rey, no sólo en materia militar, sino también económica.
El Monarca ha reivindicado el apoyo español a Ucrania para defender la “unidad territorial, independencia y seguridad nacional“, no sólo frente a la agresión rusa sino también para su futura reconstrucción, de la mano de la UE y el resto de países candidatos para unirse, como Moldavia.