La Princesa Leonor ha pronunciado en Oviedo un discurso de esperanza en un momento global en alerta por las guerras en diferentes frentes y las amenazas a los sistemas democráticos.
En su noveno discurso tras asumir la presidencia de la Fundación Princesa de Asturias hace dos lustros, antes de referirse a cada uno de los premiados, la heredera les ha definido como “la emoción contraria al escepticismo o al desánimo: la emoción de la esperanza”. Y ha realzado el valor de ese sentimiento que muestra que “siempre hay una grieta por donde entra la luz”.
Ante más de 1.300 invitados, desde el hotel Reconquista, la primogénita de los Reyes se ha referido primero a la obra de la escritora rumana Ana Blandiana, en la que relata cómo los presos por la dictadura comunista alcanzaban esa esperanza al transmitir “versos de celda en celda mediante el alfabeto Morse, como forma de resistencia frente al odio y la locura”. La Princesa ha destacado cómo Blandiana no ha dejado de plantar “cara a los totalitarismos mediante su poesía limpia y depurada”. En esta línea, la heredera se ha revelado haber reflexionado sobre la obra del escritor canadiense Michael Ignatieff: “Para quienes, como yo, estrenamos la mayoría de edad, acercarnos al pensamiento de Ignatieff es todo un reto”, ha aseverado. “Un desafío que nos atrae porque nos habla de valores compartidos y del reto permanente de la convivencia”. Y ha rescatado una frase del expolítico y académico: “Hay quienes utilizan la democracia para destruirla”.
La represión que sufrió la francoiraní Marjane Satrapi, que a través de sus ilustraciones busca “plasmar la búsqueda de un mundo más justo e integrador”, el fotoperiodismo de la agencia Magnum para “prestar a la historia la huella de los hechos”, la labor de la OEI -Organización de Estados Iberoamericanos- para “promover el respeto a los derechos humanos”, la misión de cinco premiados por su Investigación Científica para combatir la diabetes y la obesidad, o el rescate de las palabras de la deportista Carolina Marín: “puedo porque pienso que puedo”. Este mensaje ha calado en la Princesa: “Les aseguro que, para quienes estamos a punto de abandonar la adolescencia, son palabras muy valiosas”.
En esta línea, la Princesa ha terminado con unas palabras del cantante y premiado Juan Manuel Serrat: “Pelea por lo que quieres y no desesperes si algo no anda bien. Hoy puede ser un gran día y mañana, también”.
“Es obligación de las instituciones luchar contra todo lo que se separe del respeto a la persona”
El Rey ha transmitido unas palabras en las que ha destacado su “emoción” por el relevo que toma la Princesa y que, al haber cumplido ya la mayoría de edad, lo hará de manera completa dentro de un tiempo que no se contempla muy lejano. Don Felipe se ha dirigido a su hija para compartir con ella el “privilegio” que ha sido para él conocer “a personas tan extraordinarias”. Y ha dado una sorpresa: la heredera ha sido, y será de ahora en adelante, la encargada de clausurar los premios y convocar los siguientes.
Porque el mensaje del Jefe del Estado ha tenido como objetivo poner en valor a las personas, frente a un “mundo globalizado”, que se desarrolla “entre avances tecnológicos inimaginables”. En este escenario, para el Monarca la “deshumanización es un riesgo latente”. Así, ha advertido de las graves consecuencias de la “polarización”, y de “la negación del otro por sus convicciones y creencias; porque piensa, reza o vota distinto”.
El Monarca ha advertido de que esta situación se desarrolla en los conflictos de Oriente Próximo, Ucrania, África, pero no ha pasado por alto que también ocurre en escenarios cotidianos. “Es obligación de las instituciones, pero también de los ciudadanos, luchar contra todo aquello que se separe, siquiera un ápice, de ese respeto integral que debemos a la persona, a cualquier persona, a la dignidad de cualquier ser humano”. Unas palabras que acentúan su mensaje si se tiene en cuenta la actualidad política, enfocada en las denuncias por acoso y agresión sexual presentadas contra el ya ex portavoz de Sumar, Iñigo Errejón. En esta línea, el Monarca ha apelado a “luchar” contra “todo lo que se separe del compromiso de construir sociedades capaces de convivir, dialogar y trabajar por el bien común”.
Previamente a la ceremonia, el hotel Reconquista ha sido también el escenario de un almuerzo ofrecido a los invitados. Miembros del Gobierno, como la ministra de Educación Pilar Alegría, o el titular de Cultura, Ernest Urtasun, han evitado a la prensa a la llegada, y al término del almuerzo se han retirado rápidamente sin interactuar con los periodistas invitados.
Este sábado los Reyes y sus hijas se desplazarán al pueblo asturiano de Sotres, en la tradicional visita al seleccionado pueblo ejemplar. Allí, el Rey y la Princesa volverán a pronunciar unos discursos. Se cerrará así la agitada semana de premios organizada por la Fundación Princesa de Asturias, que además ha contado con el añadido de que la Princesa ha sido reconocida con las mayores distinciones de la ciudad, el nombramiento de Alcaldesa Honoraria de Oviedo, y la entrega de la medalla de la ciudad.