En el Palacio de Belém, durante el brindis previo al almuerzo ofrecido por el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, con motivo del primer viaje oficial de la heredera, la primogénita de los Reyes ha pronunciado su primer discurso en visita oficial al extranjero. “Muchas gracias por la hospitalidad y el inmenso cariño con el que me estáis recibiendo aquí, en Lisboa”, ha comenzado sus palabras.
Durante el mensaje ha destacado la “vecindad que multidimensional”, que se traduce en una “amistad sincera y un respeto profundo y mutuo entre nuestros dos países”. Y, por primera vez, hemos escuchado a la Princesa pronunciar unas palabras en portugués -domina varios idiomas, inglés y francés entre ellos, además de las lenguas cooficiales-. “Quiero brindar por estas magníficas relaciones, por Vuestra Excelencia, Querido Presidente Rebelo de Sousa, y por el querido pueblo portugués, que tanto estimo. Salud”, y ha alzado su copa para brindar.
Hace unos meses -Zarzuela no especifica exactamente la fecha-, el presidente luso informó a la Casa del Rey de su intención de invitar a la Princesa para que realizara aquí su primer viaje oficial. A diferencia de su padre, que viajó a Colombia en su primer destino con 15 años de edad, Portugal ha sido el primer destino en el extranjero en solitario. Desde la Casa han explicado que uno de los motivos por los que no ha seguido la estela de su padre es porque ya hará un “periplo” por las Américas cuando embarque en el Juan Sebastián Elcano a principios del próximo año.
Como ha destacado la primogénita de los Reyes, las relaciones entre ambos países van más allá de los estrictamente protocolario o estratégico, entre otros motivos, porque Don Felipe y Doña Letizia mantienen una buena relación de amistad con el presidente, que se ha manifestado públicamente en distintas ocasiones. En esta visita, por ejemplo, no estaba previsto que acudiera a recibirla a su llegada al aeropuerto militar Figo Maduro, pero finalmente ha decidido estar presente.
La Princesa ha puesto en alza este vínculo:” Hace diez años este querido país fue el primer destino de mis padres como Reyes de España”. Precisamente, los mismos años que se cumplen desde la proclamación de Felipe VI como Rey. Y ha contado cómo sus padres le han transmitido el “cariño que han recibido en sus calles”, y de “cómo habéis hecho que se sintieran siempre en casa”.
Previamente al almuerzo, la Princesa ha hecho una ofrenda floral en el Monasterio de los Jerónimos, una deferencia que Rebelo de Sousa ha querido tener con la primogénita de los Reyes, ya que por protocolo es un acto reservado a los Jefes del Estado.
La Princesa ha llegado al templo muy sonriente y segura, y se percibe que toma sus propias decisiones, ya que el responsable de protocolo le ha indicado el camino a seguir pero ella ha decidido pararse y volverse para saludar a la gente congregada a la llegada. Con una música tradicional de fondo, cañonazos y órdenes militares, la Princesa ha mantenido una pose erguida y solemne, muy similar a la que de su su padre en momentos así. Después, escoltada por un escuadrón de Caballería, se ha desplazado al Palacio de Belém.
Durante esta visita oficial, el presidente ha estado muy atento con la Princesa, en unas imágenes que reflejaban algo más que una atención protocolaria, algo que rozaba más una relación familiar. Antes del almuerzo, se han entonado los himnos nacionales de ambos países en el Palacio, donde reside el presidente, y por primera vez la Princesa ha pasado revista. Después, en el salón de embajadores, Rebelo de Sousa le ha impuesto la Gran Cruz de la Orden de Cristo, la máxima condecoración, y le ha recordado que es la misma que recibió su padre en 1988, cuando era presidente Mario Soares. “Es un homenaje a vuestra Alteza, a España y a nuestra amistad”. Desde allí, se han trasladado al despacho de Rebelo de Sousa para firmar en el libro de honor, con una dedicatoria.
La Princesa ha transmitido su ilusión por la visita posterior que hecho en el Oceanario de Lisboa, para “charlar con los jóvenes científicos que trabajan allí para reflexionar juntos sobre nuestro futuro y nuestro planeta”. Este viaje tiene el foco puesto en la protección del medio ambiente y la conservación de los Océanos, en una agenda acordada por ambos países. La bióloga y educadora marina, Marina Duarte, ha acompañado a la Princesa y le ha explicado la visita, entre pingüinos, tiburones, y demás especies marinas. El acto ha incluido además una mesa redonda sobre: Defensa del Océano, Expediciones Políticas y Políticas Económicas y Oceánicas. La Princesa ha participado en ella Leonor y recibido las explicaciones del presidente de la Fundación Océano Azul, Tiago Pitta, el coordinador científico Oceanário, Emanuel Gonçalves y el Consejero Delegado del Oceanário, Roque da Cunha. En un momento de la charla la Princesa, en un perfecto inglés, ha preguntado sobre el impacto en los proyectos para preservar el medio ambiente que están teniendo las distintas startups. Fuentes de la Casa aseguran que esta intervención no estaba programada. También informan de que durante la visita, la Princesa ha hablado con sus padres y han comentado que el debut de la Heredera “iba muy bien”.
Albares acude directamente desde la OTAN
Tras el revuelo mediático que se produjo durante la “gira” del Rey a los Bálticos para visitar la misión de nuestras tropas, dado que ningún ministro le acompañó, el giro del Gobierno al respecto se está poniendo en evidencia. El ministro de Asuntos Exteriores le acompañó en la toma de posesión del recién elegido presidente de Panamá, y ahora, ha volado directamente desde Washington para acompañar a la Princesa, ducha previa en el Pabellón de Estado del Aeropuerto de Barajas Adolfo Suárez.