la mujer en la corona

Leonor en el diván: consejos para una reina

Teresa Freixes, Carmen Posadas, Karina Sainz Burgo, e Inés Bergua, cuatro mujeres de cuatro generaciones, analizan los desafíos a los que se enfrentará la Princesa Leonor

a princesa Leonor durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Girona 2024 hoy miércoles en Lloret de Mar. EFE/David Borrat

El despegue de la Princesa Leonor ya ha comenzado. A sus 18 años de edad, ha adquirido una presencia cada vez más intensa, y la acogida pública le sonríe. Sus padres, los Reyes, se han mantenido firmes en su decisión de no exponerla públicamente antes de tener la madurez suficiente como para asumir la presión de su responsabilidad institucional.

La Princesa tiene elegancia, porte, sencillez y frescura, lo que, spanish jerga, se suele definir como “tiene ángel”. Y esto hace que la sociedad española y, lo más importante, las nuevas generaciones, la acojan. Pero el mundo, la España, en la que reinará, aún está por definir. Y harán falta unas aptitudes concretas, necesarias, además de “tener ángel”.

Cuatro mujeres: la constitucionalista Teresa Freixes, las escritoras Carmen Posadas y Karina Sainz Borgo, y la capitán de la selección española de gimnasia rítimica, Inés Bergua, cuatro mujeres de peso de distintos ámbitos y generaciones, analizan el camino por el que pisa, y pisará, la heredera.

“Todo es tan azaroso que es imposible hacer predicciones de ningún tipo”, arranca Posadas. “Si hubiéramos tenido la bola de cristal a principios de siglo y nos hubieran contado todo lo que ha sucedido no nos lo habríamos creído”.

La escritora y periodista Karina Sainz Borgo, la constitucionalista Teresa Freixes, la gimnasta Inés Bergua y la escritora Carmen Posadas

La escritora y periodista Karina Sainz Borgo, la constitucionalista Teresa Freixes, la gimnasta Inés Bergua y la escritora Carmen Posadas

Para la autora de un sinfín de libros y premios, entre ellos el Planeta, el presente que define el futuro puede poner en un brete a la heredera por lo que considera, “la perversión” del sistema. “Algunos partidos con muy pocos votos manejan el rumbo en España, es legal pero preocupante, porque propician los peores sentimientos del ser humano”, afirma. Esto rompe el espíritu de concordia que fraguó su generación, “los hijos del siglo XX, tras la tragedia horrenda de la Segunda Guerra Mundial”. Ese afán de remar juntos para no repetir el sufrimiento se ha perdido, a juicio de la escritora paraguaya. “Todo eso ha saltado por los aires. Faruc dijo hace 1.000 años que en el siglo XXI habría cuatro Reyes, los cuatro de la baraja y la Reina de Inglaterra y ahora incluso esa institución se está cuestionando”.

La jurista española, y especializada en Derecho Constitucional -contribuyó a la redacción de la Constitución-, Teresa Freixes, les quita poder, por el contrario, a “unos cuantos antisistema”. Y apuesta porque la hija de Felipe VI llegará a reinar. “Yo no me planteo un escenario republicano bajo ningún punto de vista”, zanja el asunto. “La Monarquía en España no está cuestionada socialmente, está cuestionada por determinados grupos políticos”.

Freixes, leridana, acaba de recibir por parte de la Academia de Ciencias Sociales y Humanidades el premio de la Sección Jurisprudencia y Legislación 2024, y ha focalizado gran parte de su trayectoria profesional en la lucha contra el independentismo catalán. Pese a que los gobiernos secesionistas y republicanos en la región promueven iniciativas de hostigamiento a la Monarquía, como se pudo ver recientemente en los premios Princesa de Gerona, considera que el techo constitucional es lo suficientemente sólido.

“Son folclóricos los problemas. ¿Cuál es la influencia real del único partido republicano con alguna posibilidad de acceder al Gobierno de Cataluña que es Esquerra Republicana? Una posibilidad relativa pues cada vez está más cuestionada su manera de hacer las cosas”, considera. Para ella, el conflicto se originaría si los partidos con más poder dejaran a las minorías condicionar la vida política. “Es algo que podría suceder dado el escenario político en que vivimos, pero espero que dure poco”.

“El hecho de ser mujer acentúa y dinamiza su figura”

La venezolana Sainz Borgo sabe lo que es vivir bajo un sistema totalitario. Su obra La hija de la española, traducida a más de 20 idiomas, refleja, como ella dijo en una entrevista, “la búsqueda del superviviente”. No obvia que “las democracias liberales occidentales atraviesan su momento más oscuro e incierto”, lo que propicia, entre otros motivos, que “esté ya enfrentando su mayor reto”, pero cree que precisamente en este contexto ella es un activo. “Es la imagen de una Corona joven, moderna y trabajadora. El hecho de que sea mujer acentúa y dinamiza su figura. Representa una generación que debe enfrentarse a un mundo no inédito, pero sí en trance de corrección”, expone.  “La Casa Real de Felipe VI ha debido afrontar una de las situaciones políticas más difíciles: el deterioro moral de una institución. Valiéndose de su mayor activo, el relevo generacional y la juventud, la Casa Real ha conseguido entrar en la conversación popular de otra forma más directa, más fresca y cercana”.

Inés Bergua pertenece a esa generación que menciona la escritora. Nació un año antes que la Princesa, siete días después de la boda de los Reyes. En la vida de la capitán del conjunto de gimnasia rítmica que nos representará en París, se podrían encontrar paralelismos con la esencia de la vida de la Princesa. Entre ellos, la renuncia por una misión, por un objetivo. A los 13 años tuvo que abandonar su familia y su ciudad, Zaragoza. En 2017 ingresó en el Centro de alto Rendimiento de Madrid para dedicarse cien por cien a formarse como gimnasta profesional del equipo nacional. Una adolescencia muy distinta a la de otras niñas de su edad, dedicando muchas horas y esfuerzo para representar a su país. Uno de los motivos principales por los que, según ella misma afirma, ha crecido admirando a la princesa Leonor. “El tener una edad parecida a la princesa, hace que empatice más con ella y la admire en su compromiso con España en todas sus facetas”, afirma. “Y me gusta que sea una persona formada y que utilice la disciplina, el orden y las convicciones para desempeñar sus funciones”.

Posadas comparte con la gimnasta el valor de esas características, que la heredera encuentra también en su formación castrense. “El hecho de que ahora esté recibiendo formación militar es muy positivo porque produce una cierta cercanía y conocer cómo es esta chica, como se mueve… Eso es importante, sino transmite lejanía y es difícil conectar”.  Porque la escritora considera que, durante muchos años, “no veíamos a nunca a esas niñas, y el roce hace el cariño”. A su juicio, “La Familia Real debería viajar más y darse a conocer más”.

Un punto en el que la Casa trabaja: el cambio en la estrategia de Zarzuela a lo largo de este año ha sido notable. Los Reyes han tenido una destacada presencia internacional, tanto en conjunto, en el viaje de Estado a los Países Bajos, como por separado, Felipe VI en su “gira” por los Bálticos apoyando a las Fuerzas Armadas y la Reina en Guatemala durante su visita de cooperación. La Princesa ha asumido 18 actos en lo que va de año, y su primer viaje oficial en solitario a Portugal.

“Yo le recomendaría que se leyera con mucha, mucha atención la biografía de Isabel de Inglaterra”, aconseja a la primogénita de los Reyes. “Es otra época y hay cosas que no son extrapolables, pero que sí fue una mujer que supo tener un equilibrio muy positivo: por un lado fue una persona cercana y por otro lado una persona que tiene que mantenerse en una posición porque representa a una Institución”. Para Posadas, ese equilibrio es el que garantizará la estabilidad en el Trono de la Princesa. “Si te acercas demasiado te quemas, y si te alejas demasiado te congelas, porque nadie te mira. Y eso la Reina de Inglaterra lo sabía hacer muy bien”.

Para Sainz Borgo no hay mejor descripción de ese equilibrio en la carta que Pérez Reverte le dedicó en la editorial Zenda. “Quiero, necesito, veros serena, entera y firme; pero no sólo en discursos navideños, en actos oficiales, en fiestas nacionales, en funerales de Estado, en protocolos vinculados a vuestra posición y trabajo. Quiero verla también, señora, con la ropa chamuscada y el rostro sucio de sudor y tizne mientras ayuda —sois militar, a fin de cuentas— a sofocar en un monte las llamas de un incendio junto a quienes allí se juegan la vida. Quiero verla en un hospital, no de visita, sino expuesta al contagio si es necesario, entre médicos y enfermeros, socorriendo a quienes la epidemia, la enfermedad, el dolor, golpeen con dureza. Quiero veros allí donde los desfavorecidos languidecen, los infelices sufren, los desgraciados mueren».

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