La Reina Sofía se prepara para su siguiente destino: los Juegos Olímpicos. En un agosto atípico, la Familia Real ha alternado Palma de Mallorca / París para cumplir con sus obligaciones y presencia en la isla y, a la vez, apoyar al deporte español en las Olimpiadas. Felipe VI, Doña Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía se han ido alternando, y según informan a este medio fuentes cercanas a la madre de Felipe VI, está previsto que tome el relevo al Jefe del Estado, que se encuentra durante estos días en la capital francesa.
Doña Sofía viajará a finales de esta semana, presumiblemente sábado y domingo -aunque podría ser antes- en representación de la Familia Real durante el cierre de los Juegos. Aunque todo puede variar en cuestión de horas, está en juego el bronce de fútbol femenino, la final de Waterpolo, la final de gimnasia rítmica de conjuntos y la prueba de natación artística.
Durante estos días, la Familia Real -a excepción del Rey Juan Carlos, que está apartado de la agenda oficial desde 2019- se ha involucrado en las competiciones desde las gradas y a pie de pista, manteniendo conversaciones de ánimo con los jugadores y celebrando con ellos las victorias.
Ahora ha llegado el turno de la Reina Sofía, que se encuentra en Palma de Mallorca como es habitual en este periodo. En este tiempo ha compaginado disfrute con duelo, ya que tuvo que hacer viaje a exprés a Grecia por la muerte de su tío Miguel de Grecia, último nieto del rey Jorge I. La última aparición pública de la Reina Sofía ha sido en Palma, en un paseo con Doña Letizia y sus nietas por Palma de Mallorca -después de comer y bajo un calor asfixiante-, en la tradicional recepción a las autoridades en Marivent, y en su salida a un restaurante de la zona a cenar.
Doña Sofía ha podido disfrutar de una de sus mayores pasiones: la vela. A bordo de una embarcación, siguió la competición de Felipe VI en el Aifos con motivo de la Copa del Rey de Vela.
De hecho, ella misma participó en dicha disciplina con el equipo griego en la clase Dragón durante los Juegos Olímpicos en Roma en el año 1960. Lo hizo como suplente, y una de las razones que se esgrimen es que le cogió respeto al mar durante los entrenamientos previos, ya que en un momento perdió el equilibrio y cayó al agua. El Rey Juan Carlos, Don Felipe, y la Infanta Cristina también han participado en los Juegos en la categoría de vela. Está por ver si las hijas de los Reyes seguirán la misma estela, pero de momento no están instruidas en ningún deporte de élite, aunque se conoce el gusto de la Princesa de Asturias por el voleyball y el de la Infanta Sofía por el fútbol.
El balance de este año ha sido muy bueno para la madre de Felipe VI. Inicialmente, pese a que ha seguido con una agenda oficial desde la abdicación de Don Juan Carlos, sus actos no estaban reflejados en la agenda que desde Zarzuela publican a comienzo de cada semana. Un modus operandi que varió a comienzos de este año. Según informaron a este medio fuentes cercanas, Doña Sofía sigue siendo un activo para la Corona, ya que, explicaron, “desde muchos sectores es muy querida y la recibe todo el mundo”.
A sus 85 años de edad, cuentan que le gusta decir: “no quiero parar”. Un momento estable en el que representa a la Monarquía con una agenda que le gusta y sigue desarrollando las labores solidarias de su Fundación. A comienzos de verano, visitó las las cuevas de Atapuerca en su 25 aniversario y acudió al concierto de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León en la entrada de los yacimientos para conmemorar la efeméride.