la mujer en la corona

La Princesa Leonor, al volante por las calles de Palma

En una imagen inédita, y que tampoco es habitual en las herederas europeas, la hija de Felipe VI ha llevado de copiloto a su hermana y en los asientos traseros a la Reina Letizia y a Doña Sofía

La Princesa Leonor, al volante del vehículo en Palma
La Princesa Leonor conduce ella misma el coche por Palma, con la Infanta a su lado y la Reina y Doña Sofía detrás Efe

El verano muestra nuestra faceta más desenfadada y libre y la Princesa Leonor no ha querido ser menos. En una imagen inédita, la heredera, que cumplió 18 años en octubre del pasado año, ha tomado la iniciativa de ser ella misma quien conduzca un coche durante una salida en Palma, en concreto, el  SEAT Monovolumen que forma parte del parque móvil de la Familia Real.

Durante su estancia en la Academia Militar de Zaragoza la Princesa de Asturias aprovechó para sacarse el carnet de conducir a principios de año. Quien no pone en práctica los conocimientos no los asienta, por lo que la heredera ha decidido ponerse al volante como una joven más de su edad. Esto ha sucedido después de un paseo del sector femenino de la Familia Real: Doña Letizia, Doña Sofía, y su hermana, la Infanta Sofía, ya que el Rey se encuentra en París apoyando al equipo español. Al término de la salida, en la que han visitado la tienda de Nutrición Activa -de la que es propietaria Pilar Aguiló, mujer del amigo de los Reyes Jaume Anglada-, y de una visita a un mercadillo de ropa, la tarde de chicas ha concluido con una imagen divertida, ya que lo normal hubiera sido que Doña Sofía o Doña Letizia fueran de copiloto, y sin embargo han ido en los asientos traseros y la Infanta, que aún no ha alcanzado la mayoría de edad, en el asiento de al lado.

La Familia Real, en un mercadillo de Palma

La Reina, Doña Sofía, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, ven los vestidos expuestos en un mercadillo

Otras princesas europeas, herederas, como Ingrid de Noruega o Amalia de Holanda, también tienen su carnet de conducir, sin embargo no son habituales sus imágenes al volante. Pese a su imagen serena y expresión dulce, en las últimas apariciones de la primogénita de los Reyes se percibe la seguridad de quien ya toma sus propias decisiones.

En su primer viaje oficial al extranjero, en Portugal, protagonizó un momento que también la define: el Jefe de Protocolo le indicaba a la heredera que entrara en el monasterio de los Jerónimos para realizar la ofrenda floral, pero ella se detuvo y se giró para saludar a los ciudadanos que se agolpaban en la puerta para saludarla. Al igual que Felipe VI, su sucesora siente la Corona en sus venas y le gusta su papel, algo que transmiten también desde su entorno más cercano.

La Princesa Leonor ultima sus días en familia antes de asumir su próximo destino: la academia naval de Marín (Pontevedra), en la que continuará su formación militar tras ser nombrada por el Consejo de Ministros con el empleo de Guardiamarina de Primero.

En un año plagado de actos, en los que ha asumido un papel protagonista en numerosos actos, tanto militares como institucionales, la hija de los Reyes nos está dejando imágenes de su lado más desenfadado, como en París, donde ha acudido con la Infanta Sofía para apoyar al equipo español. Menos tímida que su hermana, por ejemplo en un momento se sumó a hacer una ola, que la Infanta secundó entre risas.

La última aparición pública de la Princesa fue en la noche del pasado 4 de agosto, noche en la que la Familia Real, junto con Irene de Gracia y el matrimonio Fruchaud en Portitxol.