nuevos audios

Juan Carlos I, sobre lo que aguanta la Reina Sofía: “Para mí es comodísimo”

Una nueva filtración de una conversación grabada con Bárbara Rey deja al descubierto que el Rey emérito se distanció de la Reina al poco de nacer el Príncipe Felipe. "Y encima no se va con otro"

Infidelidad de Juan Carlos I y Bárbara Rey - Sociedad
El momento de la infidelidad cazado presuntamente por el hijo de Bárbara Rey, Ángel Cristo Jr. Privé

Las conversaciones privadas entre Don Juan Carlos I y Bárbara Rey, correspondientes al año 1994, siguen trascendiendo puesto que OK Diario los está publicando. En la última entrega, se escucha al Rey emérito charlar con confesarle a Bárbara Rey que apenas tiene relación con Doña Sofía, de quien se distanció enormemente al poco de nacer el Príncipe Felipe (año 1968).

Durante la conversación, admite que la Reina es “buenísima” cumpliendo sus labores institucionales y admite también que la situación entre ambos es “comodísima” para él, puesto que puede llevar a cabo su vida privada a su antojo sin que ella comete infidelidad alguna. Y, en todo caso, se muestra convencido de que su matrimonio no se va a recuperar, puesto que apenas comparten nada.

 

Bárbara Rey.- ¿Cómo está le Reina?

Juan Carlos I.- Bien… Un poquitín cabreada, pero en fin…

Bárbara Rey.- ¡Cabreada…! Ja, ja, ja (ríe). Cabreada… ¿por qué? ¿Eh?

Juan Carlos I.- ¡Hombre…! Porque… no sé.

Bárbara Rey.- ¿Cómo que no sabes, mi amor?

Juan Carlos I.- Bueno, pues porque no le hago caso y…

Bárbara Rey.- Pero lleváis ya mucho tiempo así. ¿Cuántos años lleváis?

Juan Carlos I.- Casados, treinta y…

(Felipe VI nació en 1968)

Bárbara Rey.- ¡No! Digo, mal… que no estáis juntos… Al poco tiempo de nacer Felipe, ¿no?

Juan Carlos I.- Pues yo creo que sí. Sí. Sí, sí…

Bárbara Rey.- Curioso, ¿eh? ¡Tanto tiempo…! Pero… y ¿cabreada por qué? Ya estará acostumbrada, ¿no?

Juan Carlos I.- No se acostumbra ella porque yo creo que su mentalidad no… no… no ha evolucionado.

Bárbara Rey.- ¿No?

Juan Carlos I.- ¡No! Entonces, se cree que algún día volverá a ser lo que era antes. El otro día se lo dije: “Mira, esto no vuelve”.

Bárbara Rey.- Pero, ¿por qué motivo?

Juan Carlos I.- ¿Eh…?

Bárbara Rey.- ¿Por qué fue?

Juan Carlos I.– Pues, mira, por culpa mía y culpa de ella. Yo creo que en un matrimonio siempre hay de los dos…

Bárbara Rey.- Tiene una cabeza muy cuadrada y ella ha salido muy recta. Demasiado, ¿no? En fin, tiene otras cosas muy buenas.

Juan Carlos I.- Es buenísima.

Bárbara Rey.- Como Reina y como mujer es…

(“Para mí es comodísimo”)

Juan Carlos I.- ¡Hombre! La verdad es que, por un lado, entre tú y yo…Voy a ser egoísta. Por un lado, para mí es comodísimo.

Bárbara Rey.- Sí… ¿no? Porque como Reina cumple de maravilla…

Juan Carlos I.– ¡Vaya si cumple! Y, encima, aguanta, no se va con otro. No entiende que yo un sábado y domingo me vaya… Por supuesto que es duro si quieres. “Pero organízate tú”, le digo.

Bárbara Rey.- Que te vayas… ¿dónde?

Juan Carlos I.– Me fui el otro día… Me fui a Palma y me fui en el barco.

Bárbara Rey.- Se molestó…

Juan Carlos I.- ¡Por supuesto! ¡Hombre, es natural! Ahora ya no se molesta porque antes se molestaba por cualquier cosa. Se molestaba, por ejemplo, porque le cogía la mano en público. (…) El otro día, cuando yo me fui a Palma, ella se fue a París y a Londres. Pues muy bien. Me pareció muy bien. Pues perfecto.

Bárbara Rey.- Y cuando viaja, ¿va en avión privado?

Juan Carlos I.- No. Cuando va sola, no. Cuando va privadamente, no.

(Nunca se ven)

Bárbara Rey.- Tú no la ves…Porque si no come y no cena…

Juan Carlos I.- No, no. No desayuno tampoco con ella.

Bárbara Rey.- Sólo la ves en actos oficiales… O sea, que ni la ves…

Juan Carlos I.– No, vida familiar, ninguna. En verano algo más, pero no hablamos. Yo nunca hablo con ella como ahora hablo contigo.

Bárbara Rey.- ¿Nunca?

Juan Carlos I.– ¡Nunca!

Bárbara Rey.- Eso es muy importante, hablar con la pareja. Importantísimo.

Juan Carlos I.- ¡Muy importante!

Bárbara Rey.- Pero… ¿Ella no se presta a hablar de nada?

Juan Carlos I.- Ella dirá que porque yo no hablo.