El 19 de junio de 2014, España vivió un cambio significativo en su historia reciente con la proclamación de Felipe de Borbón y Grecia como Felipe VI. El que fuera príncipe de Asturias durante 46 años se convertía en el nuevo Rey de España, inaugurando su reinado con un discurso en las Cortes Generales que abogaba por una “monarquía renovada para un tiempo nuevo”. Hoy, una década después, es pertinente hacer un balance de estos diez años y analizar cómo el Rey Felipe VI y la Reina Letizia han logrado, no sin esfuerzo, resucitar y estabilizar una institución que, en aquel momento, se encontraba al borde del colapso.
La llegada del Rey Felipe VI y la Reina Letizia en un contexto de crisis
La llegada al trono de Felipe VI no fue fácil. Su padre, el Rey Juan Carlos I, había abdicado en medio de una serie de escándalos tanto públicos como privados que habían deteriorado profundamente la imagen de la monarquía. Desde luego, la situación era crítica. La reputación de la institución que ostenta la Jefatura del Estado estaba en los suelos. De hecho, la primera década de Felipe VI ha consistido fundamentalmente en escapar de la espiral de crisis que afectaba a la Familia Real y al conjunto del país. En estos diez años, España ha vivido cinco elecciones generales y un referéndum ilegal de Cataluña, además de lidiar con las consecuencias de los actos de Juan Carlos I, quien llegó a ser investigado por la Fiscalía del Supremo.
El desafío catalán, lo más complejo de abordar en el reinado de Felipe VI
El desafío catalán ha sido, hasta ahora, el más grave del reinado de Felipe VI. Según varios analistas, este desafío fue superior al que tuvo que afrontar el Rey Juan Carlos I ante el intento de golpe de Estado del 23-F de 1981. El plan independentista para romper España ocupó gran parte del trabajo diario en La Zarzuela. En la semana previa al referéndum del 1 de octubre de 2017, un grupo de analistas, académicos y expertos asesoraron al Rey. La tensión se apoderó de la Casa Real. Hubo debates y llamadas nocturnas. La angustia y la ansiedad del momento no fue ajena para Felipe y Letizia. Sin embargo, el monarca supo mantenerse en su sitio y conservar la serenidad.
Ante la inacción del Gobierno de Mariano Rajoy, La Zarzuela tomó la decisión de que Felipe VI cogiera las riendas y hablar a la ciudadanía. Por ese motivo, el 3 de octubre, apenas dos días después del referéndum ilegal, el monarca pronunció un histórico discurso por televisión que tuvo un 77% de audiencia. Seis minutos. Fueron seis minutos que van a marcar su reinado de por vida. Algunos criticaron la falta de empatía hacia Cataluña, pero otros consideraron que fue un discurso muy medido y dirigido a todos los españoles. Sea como sea, más allá de las opiniones, ha quedado para el recuerdo. Y ha marcado una extraordinaria hoja de ruta de la Casa Real durante esta etapa. A fin de cuentas, la monarquía es simbólica en este país… Pero el jefe de Estado sigue siendo el rey.
Las decisiones más difíciles y dolorosas del monarca
Para superar los momentos convulsos y mantener la monarquía con vida —después de todo lo sucedido con Juan Carlos I—, Felipe VI tuvo que tomar decisiones dolorosas. Una de las más importantes fue apartar a su hermana, la infanta Cristina, de la institución debido al Caso Nóos. Un escándalo de corrupción que involucró a su esposo, Iñaki Urdangarin. Además, tuvo que redefinir la relación con su padre, quien se autoexilió en Abu Dabi hace ahora cuatro años.
Definitivamente, esta década no ha sido fácil para el Rey Felipe VI y la Reina Letizia. Lo sucedido con Juan Carlos I sirvió de advertencia acerca del peligro de identificar la monarquía con la figura del monarca. Las voces más antimonárquicas, los independistas y partidos como Unidas Podemos añadieron presión mediática, social y política a los primeros compases del reinado de Felipe VI. No hay que olvidar que el movimiento 15M había estallado tres años antes. La irrupción de Podemos en el Parlamento Europeo en 2014 (obtuvo cinco diputados en aquellos elecciones) ejemplificaron el creciente descontento social. Y agregaron aún más de ansiedad en torno a la Casa Real Española como institución.
La figura de la Reina Letizia, clave durante esta década
La Reina Letizia ha desempeñado un papel crucial en la modernización de la monarquía. Su trabajo en Zarzuela es esencial. Apoya a Felipe VI en sus esfuerzos por rejuvenecer la institución y hacerla más transparente, y ha logrado devolverle a la Casa Real una imagen de elegancia y dignidad que parecía perdida tras lo sucedido en los últimos años de Juan Carlos I. Desde su llegada, la Reina Letizia ha simbolizado la estabilidad y la modernidad. Definitivamente, ha contribuido a proyectar una imagen renovada de la Familia Real.
Desde luego, uno de los grandes logros del reinado de Felipe VI ha sido la implementación de medidas de transparencia y modernización. El número de miembros de la Casa del Rey se redujo de dieciséis a seis:
- Juan Carlos
- Sofía
- Letizia Ortiz
- Felipe VI
- La princesa Leonor
- La infanta Sofía
Esto convirtió a la Casa Real española en la más pequeña de Europa, solo superada por Noruega (cinco miembros). En 2022, se impulsó un real decreto que establecía normas de transparencia inéditas en La Zarzuela:
- Auditorías sometidas al Tribunal de Cuentas
- Publicación de presupuestos y de asignaciones de los miembros de la Familia Real
- Publicación de los regalos recibidos
Felipe VI también renunció a la herencia de Juan Carlos ante las dudas sobre su origen ilícito. Las investigaciones judiciales apuntaban directamente al rey emérito. A día de hoy, esas investigaciones están archivadas. Sin embargo, la decisión del rey Felipe VI fue esencial para poner distancia con el marco de la última época del reinado de su padre. Felipe quería diferenciarse lo máximo posible, desde el principio. Y tomó la decisión correcta, en ese sentido.