Diez años han pasado desde que el Rey Juan Carlos anunciara a todos los españoles la necesidad de un relevo en la Corona para abrir paso a un cambio generacional. La imagen y el funcionamiento de la Monarquía ha cambiado en muchos aspectos desde entonces, pero hay un miembro de la Familia Real que ha sabido mantenerse y, si cabe, resurgir: La Reina Sofía.
Este medio, en conversación con personas de su círculo más cercano, ha pulsado cuál es la situación de la madre de Felipe VI tanto a nivel personal como profesional. “No quiero parar”, aseguran que dice cuando se le comenta que, a sus 85 años de edad, asume cada vez más actos y viajes. A principios de abril ingresó en el hospital por una infección urinaria y cuentan que a la salida bromeaba: “¿Qué ha pasado aquí?” y apenas dos semanas después se subió a un avión rumbo a Cracovia para presidir un Congreso que reunió a los mejores expertos del mundo con el fin de analizar las últimas investigaciones respecto al Alzheimer. “¿Pero por qué voy a parar? ¡Si tengo mucha energía!”
“Volvimos a incluirla en la agenda porque nos dimos cuenta de que seguía siendo un activo”
Cuando Felipe VI accedió al Trono, la idea inicial fue que sus padres siguieran teniendo una actividad oficial para continuar su servicio al país ya que, entre otros motivos, la agenda del Rey Juan Carlos es una de las más “codiciadas” del planeta. El artículo 65 de la Constitución establece que el Rey dispone de una asignación para el mantenimiento de su Familia y Casa. No obstante, las circunstancias personales y las causas judiciales en las que estuvo inmerso Don Juan Carlos provocaron que el Jefe del Estado le retirara su asignación y se marchara de España.
Mientras esto ha sucedido, el camino de Doña Sofía ha seguido un rumbo muy distinto. Ha mantenido su actividad institucional, con una asignación actual de 121.186 euros, y a principios de este año se le ha dado más peso desde Zarzuela, ya que sus actos figuran dentro de la agenda oficial que la Casa del Rey publica semanalmente. “Nos dimos cuenta de que cuando la Reina Sofía presidía un acto todas las autoridades y la gente quiere recibirla”, afirma un asesor que trabaja con ella en la Fundación Reina Sofía. “Por eso tuvo más sentido incluir sus actos en la agenda”.
Volcada en la Fundación Reina Sofía, la madre de Felipe VI se encuentra en un periodo de realización personal, sin sentir el peso de la Corona. Desde su juventud, su objetivo prioritario ha sido aportar a la sociedad, demostrando a sus 18 años su amor por la infancia, ya que trabajó como voluntaria durante dos años como enfermera en un orfanato. Estudió Música y Arqueología, y estas inquietudes las ha trasladado a su actividad: la Fundación Reina Sofía -fundada en 1977- tiene como objetivo ayudar a los más desfavorecidos, entre ellos niños y mujeres en riesgo de exclusión social. También se incluye el fomento de la música, estudio de las comunidades que integran la nación española, la conservación y protección de la naturaleza, y el fomento de la investigación sobre nuestro pasado histórico y proyección en la cultura, tal y como se expone en los objetivos de su Fundación.
El pasado mes de marzo, participó como voluntaria para recoger la basura del Manzanares, lo que afirman le ilusionó mucho, ya que siente una gran preocupación por la suciedad y los plásticos que inundan muchas zonas de nuestro planeta. Además, es Presidenta ejecutiva de la Fundación Reina Sofía. Ostenta además la Presidencia de Honor de varias instituciones culturales y musicales, como la “Escuela Superior de Música Reina Sofía”.
Una fuente que que trabajó en Zarzuela con Doña Sofía durante su papel como Reina Consorte, analiza para Artículo14 la esencia de su papel cuando estuvo en la primera línea de la Monarquía. “La Reina Sofía siempre se creyó su papel. Siempre entendió su condición, asumió su destino desde el primer día”, asegura. “Para bien y para mal, con sus altos y sus bajos, sus alegrías y sus penas, y lo ejerció a rajatabla porque es germánica. Sin discusión, con sacrificio personal, con esfuerzo personal, dejando atrás sus propias… no me atrevo a decir convicciones, pero sí sus propios gustos”.
“La Reina Sofía no perdió de vista su condición de Reina ni en privado”
Pese a tener una agenda pública, la Reina Sofía ha mantenido a lo largo de su reinado un papel discreto y, como se suele decir, “siempre en su sitio”. Su eterna sonrisa ha sido su principal carta de presentación, tras la que ha ocultado sus sentimientos y preferencias para mantener esa postura de neutralidad que se exige a los miembros de la Corona. Una actitud que ha heredado su hijo, según añade esta misma fuente. “En el caso de Don Felipe es un caso de libro. De una persona que ha conciliado su vocación con su destino. Él lo que quiere es ser Rey. Y ejerce de Rey. Y está dispuesto a pasar por lo que haya que pasar, desde el ámbito personal, profesional, tener buenas o malas relaciones con el Gobierno… Es igual. Él va seguir ahí. Y es el mismo caso que Doña Sofía”, explica. “Ella nunca dejará de ser complemento y soporte de la Institución en lo que pueda”.