El ex primer ministro británico, Boris Johnson, ha conmocionado a la opinión pública británica con una revelación inesperada sobre la salud durante los últimos días de Isabel II. En su próxima autobiografía, Johnson asegura que la monarca padecía cáncer de huesos. Un dato que hasta ahora había sido desconocido para el gran público. La noticia ha desatado una ola de reacciones tanto en el Reino Unido como en todo el mundo, debido al impacto de la figura de la fallecida monarca y la delicadeza de los temas relacionados con la Casa Real Británica.
Boris Johnson, quien ocupó el cargo de primer ministro durante el último año de vida de la reina Isabel II, ha incluido en sus memorias un relato detallado de su último encuentro con la monarca. En el libro, Johnson narra cómo dos días antes de su fallecimiento, se reunió con la reina en Balmoral, donde percibió los efectos visibles de su enfermedad. La figura pálida y encorvada de la reina, junto con las señales evidentes de tratamientos médicos, dejaron una impresión duradera en Johnson.
“Edward Young, su secretario privado, trató de prepararme para lo que vería”, escribe Boris Johnson, refiriéndose al momento en el que entró al salón de la reina. La imagen que describe, con moretones oscuros en las manos y muñecas, aparentemente causados por inyecciones o goteos, sugiere un estado avanzado de enfermedad. Sin embargo, la mente de la monarca seguía tan aguda como siempre, según recuerda el propio político.
La enfermedad de Isabel II que se mantuvo en secreto
La revelación de que Isabel II sufría de cáncer de huesos abre un nuevo capítulo en la historia de su fallecimiento, que hasta ahora se había atribuido a causas naturales propias de su avanzada edad. Según Boris Johnson, la monarca era plenamente consciente de su estado y sabía que le quedaba poco tiempo de vida. Esta revelación se produce en un momento en el que la familia real ha tenido que enfrentar más de un caso de cáncer, incluyendo los tratamientos recientes de Carlos III y Kate Middleton.
Retrato de la reina Isabel II por Andy Warhol
El ex primer ministro detalla en su libro cómo Isabel II había sido diagnosticada un año antes con esta grave enfermedad. Y cómo sus médicos estaban preocupados de que su salud pudiera deteriorarse de forma drástica en cualquier momento. Pese a ello, la reina mostró una admirable fortaleza al continuar con sus deberes reales hasta el final. Incluso en su último encuentro con Boris Johnson, mantuvo su sentido del deber y supervisó la transición entre su gobierno y el de Liz Truss, la que sería la última primera ministra en ser recibida por la reina antes de su muerte.
El último deber de la reina, según Boris Johnson
Una de las partes más emotivas del relato de Boris Johnson es el énfasis que pone en la determinación de Isabel II por cumplir con su deber hasta el último momento. A pesar de su delicado estado de salud, la monarca británica estaba decidida a asegurar una transición pacífica y ordenada del gobierno. Un deber que consideraba fundamental para la estabilidad del Reino Unido.
Boris Johnson durante un acto público en Londres | EFE
Boris Johnson escribe que Isabel II era consciente de que el verano de 2022 sería el último de su vida. Sin embargo, a pesar de ello, se mantuvo firme en su compromiso de recibir a su sucesora en Balmoral. “Sabía que se iba a morir, pero estaba decidida a aguantar y cumplir con su último deber”, explica el ex primer ministro en sus memorias. Este detalle añade un nuevo nivel de respeto y admiración por la figura de la reina, cuya vida estuvo marcada por el servicio incansable a su país.