El 29 de abril Pedro Sánchez hizo una declaración institucional para denunciar una campaña de “acoso” contra su esposa, Begoña Gómez, por las informaciones sobre su actividad laboral. Desde aquel momento la factoría de Moncloa puso en marcha una campaña de desinformación sobre la labor de los medios de comunicación. Bajo la excusa de combatir los “bulos” ha generado el gran bulo: la necesidad de una regulación de la actividad periodística. La definición de la Real Academia de la Lengua es clara: un bulo es una información falsa propagada con algún fin.
El Gobierno, como ya ha hecho con los jueces, ha optado por desprestigiar a los periodistas en lugar de dar explicaciones. La mera intención de regular la actividad de la Prensa supone sembrar la sospecha sobre ella. La estrategia es dibujar unos medios de comunicación opacos que contribuyen a la degradación de la vida pública. Es decir, Sánchez ha divulgado informaciones falsas sobre los medios con el fin de proteger a Begoña Gómez. El bulo es que todo es un gran bulo.