La crisis migratoria tampoco escapa de la bronca política, en máximos. Ahora sí, los políticos han vuelto de sus vacaciones y están a pleno rendimiento. El cruce de reproches entre el Gobierno y el principal partido de la oposición ha ido en aumento con el paso de las horas pese a los llamamientos de Canarias y Ceuta para que logren un pacto de Estado sobre la materia.
En su primer día de gira por África, Pedro Sánchez habló de abrir vías de inmigración legal: “Para España, la migración es riqueza, desarrollo y prosperidad”. El presidente, en Mauritania, anunció programas de inmigración circular, lo que para Alberto Núñez Feijóo fue un acto “irresponsable por alentar un efecto llamada en la peor crisis de migración irregular”. “En vez de ir a África a combatir sus mafias, Sánchez promociona España como destino”, afirmó.
A las críticas se unió su portavoz en el Congreso: “Mientras Alemania e Italia hablan de deportaciones masivas y acuden a los países de origen para frenar la salida de esos inmigrantes irregulares, Sánchez habla de regularizaciones masivas y acude a los países de origen a alentar las salidas, que es lo contrario de lo que habría que hacer en estos momentos”, sentenció Miguel Tellado.
Moncloa no tardó en dar la réplica. El ministro de Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, afirmó que “aquí el único efecto llamada es el de Vox sobre el PP. Vox siembra odio y xenofobia y el PP lo alimenta y trata de aprovecharse”. La ministra de Vivienda, Isabel Rodriguez, se sumó a la respuesta tildando el mensaje de Feijóo de “bajeza e irresponsabilidad”, y añadió: “Estoy segura de que ese tuit no es compartido por una inmensa mayoría de la militancia del Partido Popular ni de la sociedad española”.
En parte, la ministra tenía razón con su reflexión porque en un sector del partido la declaraciones de su líder no han gustado, según las fuentes consultadas por Artículo14. “Nos están vinculando a Vox y nosotros estamos dando motivos”, apunta un presidente autonómico, a micrófono cerrado. “Nosotros no hablamos de deportaciones masivas en ningún caso”, quiso precisar públicamente Borja Sémper, el portavoz popular. La directriz de Génova en todo caso es seguir con el discurso duro, a tenor de las últimas declaraciones de sus portavoces.
Un día después de plantear la migración circular y de sentar las bases de un discurso positivo en torno a la migración, Sánchez abrió el melón de las repatriaciones de los inmigrantes ilegales en un claro giro de guión. Reconoció que para combatir las amenazas de las organizaciones criminales que trafican con vidas humanas “es imprescindible el retorno de quienes han llegado a España irregularmente, principalmente porque este retorno traslada un mensaje desincentivador, nítido, claro y contundente a las mafias y a quienes se ponen en sus manos”.
Y la trifulca la continuó. Miguel Tellado mantuvo el tono duro y aplaudió lo que, a su juicio, es un cambio en el discurso del presidente: “El viaje de Sánchez termina como debería hacer empezado, después de que un montón de ministros y cargos nos dedicaran un montón de insultos por decir algo similar a lo que Sánchez dijo ayer”, aseveró Tellado. Eso sí, los términos no fueron similares. El portavoz del PP habló de “deportaciones masivas”.
Con este panorama, se aleja aún más la posibilidad de que Gobierno y PP alcancen pronto un acuerdo para reformar la ley de Extranjería, como reclaman Canarias y Ceuta. En este sentido, este periódico ya desveló que los canales no están rotos, aunque no ha habido avances significativos tras los últimos contactos. “Que se pongan a ello”, insisten desde las zonas del país más afectadas por la migración irregular. Para las islas y la ciudad autónoma es vital que la reforma de la ley salga adelante para poder destinar a algunos menores migrantes a la península.
“No tiro la toalla”, afirmó Fernando Clavijo, el presidente de Canarias, no sin lamentar el clima de enfrentamiento de los últimos días entre PP y PSOE. “Lo único que genera es un fomento del discurso del odio”, sentenció Clavijo que alberga en su comunidad seis mil menores migrantes cuando tiene capacidad para dos mil.
Tal y como informó este periódico, los barones del PP quieren cambiar el orden del día de la conferencia de presidentes, cuando finalmente se convoque, para abordar la crisis migratoria. Antes, Feijóo tratará de consensuar una postura común en la cita que tiene con ellos el día seis de septiembre.