Bronca en el Gobierno por el respaldo de Redondo a Isabel García: “Estamos flipando”

Voces del PSOE atribuyen a Carmen Calvo que la ministra de Igualdad mantenga en el cargo a la directora del Instituto de las Mujeres

La ministra de Igualdad, Ana Redondo. EFE/ J P Gandul

Ni la cruda exigencia de sus socios de Sumar dirigida a la ministra de Igualdad, Ana Redondo, para que cese a la directora del Instituto de las Mujeres ha sido suficiente para poner fin a la cuestionada Isabel García, sobre quien pesan graves informaciones de “enriquecimiento personal”. La ministra, conocedora de que la empresa que Isabel García comparte con su mujer, Elisabeth García, ha conseguido 64 contratos por valor de 250.000 euros para gestionar puntos violeta en ayuntamientos socialistas, optó por blindar a la directora del Instituto de las Mujeres concediéndole incluso “el tiempo que necesite” para “dar las explicaciones que considere”.

“Hay que darle tiempo, hay que permitirle que dé las explicaciones que considere y eso es lo que vamos a hacer, que se explique y que ofrezca todo tipo de información que aclare esta cuestión”, dijo Redondo sobre Isabel García para perplejidad de dirigentes socialistas que no esperaban precisamente una reacción así de la ministra de Igualdad, sino más bien una en sentido contrario.

“Estamos todos flipando”, reconocieron a Artículo14 voces del PSOE, que únicamente acertaron a explicar que la protección prestada por Ana Redondo a Isabel García debe de estar relacionada con el madrinazgo político de Carme Calvo, a quien se atribuye la elección de la directora del Instituto de las Mujeres. “Debe de ser que Carmen Calvo y su pugna tiene más fuerza que la propia ministra”, opinaron.

De la transfobia al enriquecimiento

Quienes no hablaron en privado, sino en público fueron los socios de Sumar. “La directora del Instituto de las Mujeres nunca debió ser nombrada. La transfobia es injustificable; usar una institución trascendental en la lucha contra las discriminaciones para el enriquecimiento personal, también. Debe ser cesada de inmediato”, dijo el partido a través de sus redes sociales, en alusión a sus negocios con los puntos violeta pero también en referencia al intercambio que mantuvo en enero de 2023 con Víctor Gutiérrez, secretario de Políticas LGTBI del PSOE, quien dijo que “las mujeres trans son mujeres”. García replicó: “Las mujeres trans no existen”. Desde entonces ha sido acusada de tránsfoba y Sumar nunca le ha perdonado el comentario.

Luz y taquífrafos

Pero las ansias de cese expresadas por Sumar no hicieron a  Redondo ni arquear una ceja y cerró filas por completo con García. “Yo le exigí, le pedí y hablé con ella para que diera todas las explicaciones, que hubiera transparencia sobre toda esa información y, por supuesto, luz y taquígrafos ante todo lo que se ha publicado”, explicó la ministra, que dio por buenas las primeras aclaraciones recibidas respecto a los contratos conseguidos de los ayuntamientos socialistas por su empresa, Elig Consultoría, porque estaba declarada ante la Oficina de Registro de Intereses.

La ministra, por otra parte, evitó valorar la actividad de la mujer de García como beneficiaria de estas adjudicaciones de los puntos violeta. “No valoro lo que hace su esposa, valoro lo que hace una persona de mi equipo y, en este sentido, ella me ha traslado que cumplió rigurosamente la ley de incompatibilidades, que hizo lo que la oficina de conflictos le dijo que tenía que hacer y actuó como le dijeron y como legalmente está establecido”.

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