Begoña Gómez “se escuda” en la asesora de Moncloa para “eludir responsabilidades”

La comparecencia de Cristina Álvarez es “clave” a ojos del PP. Le interrogarán por su hermana, coordinadora del Máster, y animarán a que “se haga un Aldama”

Begoña Gómez y María Cristina Álvarez en el Congreso. EFE

Este viernes desfilará por la comisión de investigación del Senado la directora de Programas de la Secretaría General de Presidencia del Gobierno, Cristina Álvarez. El objetivo principal del Partido Popular para esta citación será que dé cuentas de su papel como “asistente” de los negocios de Begoña Gómez. Un rol que no le correspondía y por el que podría haber incurrido en un delito de malversación.

Según avanzan fuentes populares a Artículo14, durante la comparecencia, invitarán a la asesora a tirar de la manta: “Le pediremos que se haga un Víctor de Aldama o un Juan Lobato y que admita que recibió órdenes de sus superiores para trabajar al servicio de la mujer de Pedro Sánchez”.

Por si no había indicios suficientes de que Álvarez realizó labores de ‘asistencia’ para Gómez, ayer mismo, la defensa de la esposa del jefe del Ejecutivo remitió al juez Juan Carlos Peinado -que mantiene abierta una causa contra ella por cinco delitos- una serie de mails con los que trataba de demostrar su inocencia en una de las causas. De manera involuntaria o no, lo que hizo en realidad fue aportar la prueba de cargo de que ha tenido a una persona clave en el organigrama de Presidencia gestionando sus asuntos laborales privados.

A juicio de la dirección popular, el letrado de Begoña Gómez, Antonio Camacho, obró a conciencia y dejó la pista de la asesora en los correos electrónicos remitidos al juzgado para desviar el foco de su negociada. “Lo que quiere es que se hable de Cristina Álvarez, porque la que puede resultar imputada en este caso es ella, no Begoña”. “Se está escudando en ella para tratar de eludir responsabilidades”, sugieren.

De ahí que en la comparecencia de la asesora en la Cámara Alta, los portavoces del PP acudan con la estrategia de meter presión hasta que señale con el dedo acusador a alguno de sus superiores jerárquicos.

Otro de los asuntos por los que interrogará el PP a Álvarez será por la relación de su hermana Esther con la mujer de Sánchez. Como publicó en exclusiva este diario, fue la coordinadora del Máster de Transformación Social Competitiva de Gómez en la Universidad Complutense de Madrid desde 2023. Un hecho que acrecienta las sospechas de tráfico de influencias y que el PP ve como “un escándalo de monumentales dimensiones”. Así se expresó el vicesecretario Elías Bendodo en Artículo14: “Begoña Gómez tenía montado un gran negocio particular con epicentro en la Moncloa”.

En los últimos días, los casos de corrupción que rodean al Gobierno no han hecho más que agravarse. Sobre la susodicha asesora, el PP cree que pueden acabar en el banquillo más de uno en el entorno de Sánchez. Por ejemplo, el titular de Presidencia, Félix Bolaños. O el ministro Óscar López, por su papel anterior como jefe de Gabinete.

Otro asunto por el que el equipo de Feijóo ha puesto en la diana a López es la causa abierta en el Tribunal Supremo contra el Fiscal General del Estado por un delito de revelación de secretos sobre la situación procesal del novio de Isabel Díaz Ayuso. De momento, esta investigación se ha cobrado una primera víctima: Juan Lobato, líder dimitido del PSOE madrileño, que ha dado un paso atrás tras conocerse que acudió a notario a levantar acta de los mensajes que le envió la mano derecha de Óscar López para que usara en la Asamblea de Madrid los correos de la pareja de Ayuso con la Fiscalía.

Los indicios son claros: que la sala de máquinas de la Moncloa fue el epicentro de un complot con la Fiscalía General del Estado para neutralizar a un rival político. Este viernes, Lobato acude como testigo al Alto Tribunal. De su declaración depende Óscar López. Si se confirma que la Fiscalía filtró los correos al Gobierno, el antaño jefe de Gabinete también podría acabar imputado.

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