Carlos Mazón concluye una semana agónica bajo la espada de Damocles. Y en el PP contienen la respiración. La preocupación sobre la situación política en la Comunidad Valenciana se extiende prácticamente a todas sus estructuras. Los barones territoriales empiezan a reclamar que se tomen decisiones. Para empezar, emplazan a Alberto Núñez Feijóo y a Carlos Mazón a tener una reunión -o al menos una conversación- y buscar una solución “aunque sea difícil”. Y, a partir de ahí, que todo el partido vaya a una.
“Algo hay que hacer. Esto ya es un problema nacional y tiene muy difícil solución. Feijóo y Mazón tienen que hablar y tomar una decisión, aunque sea difícil”, razona un presidente autonómico. La mayoría de cargos regionales consultados por este periódico interpretan que el líder valenciano está “quemado” por “sus cambios de versión” sobre el día de la DANA, pero también que la solución ha de ser acordada para evitar un cisma interno. “Ha hecho lo que ha podido, pero no ha sido suficiente”, afirma otro dirigente. “La situación ya pesa, es evidente”, sentencia otro líder con mando en plaza.
Las especulaciones han arreciado en las últimas horas. Génova se vio en la obligación de desmentir que esté pensando en forzar una gestora al frente del PP valenciano mientras todas las miradas se posan en María José Catalá como posible relevo de Mazón al frente del Gobierno. “Mazón es un lastre muy pesado, pero necesitamos a Vox para el recambio”, precisa uno alto cargo del partido. En efecto, de darse el caso, la investidura de Catalá tendrá que ser votada por las Cortes y debe contar con el apoyo de Vox.
De momento, al menos oficialmente, Génova no tiene en sus planes pisar el acelerador. Fuentes cercanas a Feijóo aseguran a Artículo14 que “no ha cambiado de posición”. Esto es, el futuro político de Mazón dependerá de la “reconstrucción de Valencia”, como ambos pactaron. Sin embargo, la incomodad del líder gallego con su president es cada vez más evidente.
Esta semana, Feijóo ha guardado silencio absoluto al respecto, ha evitado respaldar a su barón y ha reducido notablemente su agenda; lo cual ya es bastante revelador en términos políticos. El lunes, el gallego evitó hacerse una fotografía con el president en el que fue su regreso a Madrid tras la Dana. Y, en paralelo, dejó en cuarentena su candidatura en una entrevista en televisión: “Tomaremos la decisión más oportuna porque queremos gobernar en Valencia”, sentenció.
Al distanciamiento del líder, se suma el de sus portavoces más autorizados. “Los errores de Mazón están salpicando al presidente”, se lamentan. Este viernes, solo Elías Bendodo salió en defensa de Mazón. “Es el único que está dando la cara, está dando todas las explicaciones y está liderando la reconstrucción, que es lo que necesita Valencia”, dijo. Otros cargos de perfil político como Miguel Tellado o Cuca Gamarra, a la carrera en los pasillos del Congreso, evitaron respaldar al presidente estos días.
Mazón, mientras tanto, no da ningún síntoma de tirar la toalla. Al contrario. Este viernes, se reafirmó: “Vamos a trabajar, estamos en la recuperación, esto es lo más importante”. Traducido, que no piensa dimitir. En este sentido, su equipo asegura está cerrando su agenda para las Fallas, que empiezan este sábado, teniendo claro que “los protagonistas tienen que ser los valencianos y no su presidente”.
Tal y como avanzó Artículo14, en su Ejecutivo no contemplan la opción de un relevo en favor de la alcaldesa de Valencia. “Vox no lo aceptaría y el partido tampoco”. Sugieren incluso algunas fuentes que Francisco Camps, todavía con gran predicamento interno, podría “montar un partido”. Antes de contemplar esta vía, creen que el presidente apostaría por convocar elecciones.
La información de este periódico fue muy comentada por los cuadros del partido. “Mazón ha mandado un mensaje claro, y es que no quiere juegos y no se va a marchar”, según un diputado. Y de ahí que un sector del PP pida que Feijóo y el presidente valenciano despachen para reconducir las relaciones.