Nadie lo reclama públicamente ni tampoco ocupa tiempo en los órganos internos como el comité de dirección o el ejecutivo, según fuentes oficiales. Pero hay presidentes autonómicos que opinan que ha llegado la hora de convocar un congreso nacional ordinario para “relanzar” al PP. Alberto Núñez Feijóo “tiene que perder el miedo” a celebrarlo, en opinión de uno de estos barones, que ha hablado con él de ello. “No existe ni ruido ni amenazas” sobre su liderazgo, concluyen los principales dirigentes regionales de la formación.
El último congreso ordinario se celebró en época de Mariano Rajoy, en 2017. Tras él, se han convocado dos cónclaves de carácter extraordinario. Uno en 2018, en el que fue aupado Pablo Casado, y el siguiente en 2022, en el que Feijóo se hizo con las riendas. Precisamente, se cumplen tres años desde que el gallego se convirtiera en presidente nacional. “No soy infalible, pero sí tenaz. Y no voy a parar hasta que los españoles tengan un Gobierno del que fiarse”, afirmó Feijóo este domingo en Sevilla, su ciudad talismán. “El cambio será con valores o no será”, añadió, descartando una moción de censura.
Si nadie en el PP pone en duda el liderazgo de Feijóo y su candidatura a las próximas elecciones generales, como corroboran los principales barones, ¿cuál es el impedimento para celebrar un congreso? Según coinciden varios de ellos, de ese cónclave tendría que surgir una nueva Ejecutiva. Esto es, Feijóo tendría que acometer una remodelación del organigrama. “Sería el momento de hacer cambios y Feijóo se atasca. Nos pasa a todos los presidentes”, explica un líder autonómico. Corrobora su diagnóstico otro homólogo regional: “Hacen falta caras nuevas y esa decisión no es fácil”.
Además, se abriría de nuevo el debate ideológico, con la presentación de ponencias, así como la posibilidad de cambiar las reglas internas del PP. Y existe una corriente en la formación que aboga por acabar con las primarias y recuperar el sistema anterior de elección de presidente. Es decir, volver a dar el poder a los compromisarios -a las estructuras-, en detrimento de los afiliados.
“Las primarias fueron un error”, concluyen cargos próximos a Feijóo. Si bien, en esto sí que no hay consenso, tampoco entre los presidentes autonómicos, que también verían modificados su proceso de elección. “Sería un paso atrás que la gente no entendería. Parecería que se tiene miedo a lo que digan los afiliados”, concluye un presidente regional.
Algunos barones consultados por Artículo14 aseguran que han hablado de la celebración del cónclave con Feijóo, y también entre ellos. Pero ven muy reticente hoy por hoy a su jefe de filas. “Sería muy bueno para el PP, nos daría impulso en lo que resta de legislatura, tenemos que dejar la ansiedad”, defiende un presidente con mano en plaza. “El debate sobre si Ayuso o Juanma -Moreno- solo llegará si hay elecciones generales y no gobernamos. Este congreso no irá de eso”, tercia otro cargo relevante del partido. En todo caso, añade, “parece que quiere agotar los tiempos”.
“Tenemos un año por delante”
Oficialmente, la convocatoria del congreso no está en la agenda orgánica del partido. Tampoco se ha abordado en el comité de dirección, según el equipo de presidente, aunque sí entre algunos de sus integrantes. Los estatutos indican que los congresos ordinarios se celebrarán cada cuatro años. Pero Génova se acoge al extraordinario de Sevilla y aplaza su convocatoria hasta, al menos, 2026. “Celebramos el congreso hace tres años, por lo que todavía tenemos un año por delante en el que vamos a seguir construyendo esta alternativa seria, útil y sólida con un proyecto de futuro para los españoles”, afirmó Cuca Gamarra, la secretaria general, en una entrevista con Artículo14 este mismo sábado.
Así, la prioridad ahora para Génova es el congreso del PP europeo de finales de abril. Se espera el desembarco en Valencia de toda su plana mayor, con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, a la cabeza. Un quebradero de cabeza para Feijóo, pero por cuestiones domésticas, debido a la tensión con Carlos Mazón, anfitrión de la cita.
Tras ello, sobre el papel, tendrían que empezar a convocarse en cascada congresos autonómicos del PP. Sin ir más lejos, el de la Comunidad Valenciana, antes de verano. Si bien, en la estructura regional dan por descontado su aplazamiento aunque el entorno de Feijóo evita confirmarlo oficialmente. También se tendría que celebrar pronto el de Andalucía, y otras autonomías también esperan su turno. “Se tendrá que hacer un calendario y poner orden”, emplaza un presidentes regional.