Aurora Madaula ha renunciado a seguir adelante con su denuncia contra Junts motivada por un caso de acoso por género. La exdiputada, que denunció este caso a finales de enero, ha llegado a un acuerdo con la dirección de Junts y ambas partes han emitido un comunicado conjunto que compromete al partido independentista a revisar su protocolo interno y a formar a sus cargos orgánicos y representativos en un plazo de dos años. “Junts quiere ser una fuerza política motor en el proceso de cambio estructural hacia el nuevo paradigma que la sociedad y las instituciones merecen”, aseguran Jordi Turull (secretario general) y Aurora Madaula en un comunicado difundido por la Agencia Catalana de Notícies.
Madaula, que es vicepresidenta de Junts y que fue apartada de las últimas listas electorales del partido en las autonómicas de este 12 de mayo, llevó su caso ante la oficina de Igualdad del Parlament de Cataluña, pero su expediente quedó congelado después de que la formación se querellara contra las expertas en igualdad que hicieron un primer informe de otra diputada de su grupo (Cristina Casol), que también denunció acoso por razón de género. Eduardo Cáliz, el abogado de dos de las querelladas, no albergó dudas al respecto. “Esta querella no tiene ningún fundamento jurídico, está hecha con la única intención de coartar a las trabajadores para evitar la elaboración de segundos informes e impedir el trabajo en contra del acoso y las violencias machistas”, opinó el letrado.
Su interpretación es que Junts logró paralizar con esta maniobra jurídica el segundo informe que el mismo equipo de profesionales tenía entre manos, en este caso a raíz de la denuncia presentada por Madaula, que llegó a deplorar en público “violencias silenciosas” de compañeros del partido. Y, ciertamente, su caso quedó congelado en la oficina de igualdad.
La comisión de garantías de Junts
La dirección de Junts actuó sin miramientos. Se deshizo de Casol con toda la contundencia, la expulsó de todos los grupos de comunicación de Junts y forzó su conversión a diputada no adscrita del Parlament.
Maduala mantuvo un silencio sepulcral desde que realizó la denuncia ante la oficina de Igualdad del Parlament. Cristina Casol, en cambio, habló públicamente de su experiencia y relató en estos términos a Artículo14 su caso. “La comisión de garantía de Junts no funciona, no garantiza la imparcialidad en ningún momento. El presidente del grupo parlamentario al que yo acuso firma a favor de mi expulsión del grupo. También forma parte de la permanente en Junts y también vota para me expulsen del partido. Y como él hay varios. En esta situación también está la presidenta del Parlament, Anna Erra, y el diputado David Saldoni. Ellos dos también firman mi expulsión del grupo parlamentario y del partido. Es decir, que no hay garantías porque siempre son los mismos verdugos, en el grupo y en el partido”, explicó.
La intención de Casol, a diferencia de Madaula, es seguir adelante con la vía judicial. “Nunca he visto este machismo ni esta manera de acabar con el adversario porque vienen elecciones y si pueden acabar conmigo otro ocupará mi silla”, manifestó.