Aroa Jilete es una vitoriana de casi 32 años, los cumplirá pronto, en mayo y se define como normal. Dice ser como cualquier ciudadano o ciudadana con sus sueños, miedos y esperanzas. Familiar y volcada en su pequeña de dos años, le gusta pasar el tiempo libre con los amigos y disfrutar con ellos, con los que ha compartido momentos de alegría y tristeza. Sus preocupaciones son las mismas que el resto de la gente, por eso su compromiso con la política es total. Le gusta escuchar, estar al cabo de la calle para toma decisiones correctas tanto como Aroa, como la política que se estrenará como número uno del PSE por Álava en Parlamento Vasco.
El Partido Socialista le encomendó ser cabeza de lista por Álava, uno de los territorios más reñidos, y por tanto una gran responsabilidad. ¿Vértigo ante su estreno en el Parlamento Vasco?
Soy muy consciente de todo lo que conlleva, pero lo asumí con mucha ilusión. Lo tomé como un reto ser la número uno por mi territorio, Álava. Tengo la suerte de haber trabajado hace unos años en el Parlamento, por eso conozco bien la casa, al personal, estoy familiarizada con la dinámica del día a día, los plenos tanto los ordinarios como los de control. Trabajaré desde esa responsabilidad, con cercanía y desde la seriedad que implica este puesto.
Haga un breve análisis de los resultados electorales y es especial los obtenidos por su partido
Es evidente que la ciudadanía vasca realiza su voto dependiendo de qué tipo de elecciones toquen y eso viendo los resultados se puede comprobar perfectamente. No se vota igual si son Generales, Municipales y Forales o Autonómicas. Considero que las Autonómicas la ciudadanía las tiene un tanto alejadas de lo que implican en su día a día, que es mucho. Los datos de participación han ido mejorando en las sucesivas citas, pero aún siento que están despegadas de la ciudadanía. Lo que vienen a demostrar los resultados es que, a pesar de que hay una mayoría nacionalista, el país es muy plural. Con respecto a nuestros resultados, los del Partido Socialista de Euskadi /Euskadiko Ezkerra, estamos muy contentos con lo conseguido. En Álava hemos subido el porcentaje de votos, en los otros dos territorios hemos sumado un escaño más. La valoración no puede ser más que positiva. La ciudadanía ha premiado nuestra labor de gestión en las áreas que le correspondían a los socialistas (Vivienda, Turismo, Empleo). Ahora toca seguir trabajando y mejorando la vida del conjunto de la sociedad desde el proyecto socialista.
Desde fuera de Euskadi cuesta comprender el mapa político vasco y más el alavés. Ha fluctuado mucho y dicen que cada vez se parece más al navarro ¿Coincide con esta comparativa?
Cada territorio tiene sus características, por ello no me gusta hacer comparativas porque hay que conocer muy bien cada ámbito para ver cómo fluctúa la propia diversidad y pluralidad de las distintas sociedades. Cada cual tiene su propia idiosincrasia, pero es cierto que en Álava hemos tenido muchos movimientos en el voto como se puede comprobar en el histórico electoral, pero cuando están en juego cuestiones como los derechos sociales, los alaveses confían en el Partido Socialista como pasó en la Generales donde ganamos las elecciones.
Bildu ha obtenido sus mejores resultados aquí en Euskadi. En Navarra hay un cierto acuerdo de apoyo a los socialistas desde fuera por parte de Bildu al Gobierno de Chivite, se facilitó la alcaldía en Pamplona y en Vitoria Bildu les aprobó los presupuestos. ¿Por qué no ir más allá con los de Otxandiano?
Lo primero es porque su modelo de país es diametralmente opuesto al nuestro. Los socialistas estamos alejados de cualquier deriva independentista o soberanista, ahí no nos van a encontrar. Hay que tener claro que para formar un Gobierno partimos de una base y esa base es la que no compartimos. Nosotros garantizamos la estabilidad, el acuerdo, la convivencia. Nos encontrarán en proyectos para mejorar la vida a la gente, ya que una cosa es acordar en el plano progresista y otra cosa diferente es compartir un Gobierno. El PSE no gobierna en ningún sitio y no forman parte conjunta en ningún Gobierno con EH Bildu.
¿Estamos más cerca de repetir un Gobierno de coalición con el PNV o de otro escenario?
A la vista de los resultados repetir un Gobierno de coalición es un escenario factible. Ahora nos toca cambiar el guion en Euskadi y la mejor forma de hacerlo es estar dentro del Gobierno Vasco gestionando, y gestionando bien para dar respuesta a lo que nos piden los vascos y vascas. Queda trabajo por hacer, hay que sentarse, hay que fijar objetivos y prioridades, y a partir de ahí se verá.
PSE ha incrementado su presencia con dos representantes más, 12 en total. El PNV ha perdido cuatro se queda con 27.¿Esto les hace tener más fuerza a la hora de la negociación con los jeltzales?
El PNV ha sufrido un desgaste y que los socialistas hemos mejorado los resultados es evidente. La gente valora tanto el trabajo, como la gestión en aquellas instituciones de las que formamos parte. Sería de justicia que el PSE, que es quién tiene la llave para decidir el futuro de Euskadi y quién da la mayoría de Gobierno, también se vea reflejado dentro de la composición del Ejecutivo. Fijar objetivos y desde luego que nuestras prioridades serán poner el foco en los principales problemas para darles respuestas, bien en Osakidetza y otras cuestiones como pueden ser la seguridad o la vivienda.
En política el tiempo es una eternidad, pero imaginémonos dentro de cuatro años y con un EH Bildu con los deberes éticos cumplidos y 17 años después de que ETA abandonase las armas ¿Serían un posible socio para el PSE?
Efectivamente el tiempo en política es una eternidad y además hay cuestiones sobrevenidas en la propia Legislatura. Creo que el tiempo hay que manejarlo de la manera más optima y correcta posible. En política me gusta hablar de cuestiones que son tangibles y no hipotéticas. En estos 13 años, que no son pocos, Bildu no ha hecho ese recorrido ético. Veremos en los próximos cuatro años qué pasa y si realmente lo hacen o no.
¿Qué retos se marca usted para la Legislatura que empieza? ¿Qué asuntos le gustaría mejorar de la gente mediante la actividad parlamentaria?
En política siempre hay margen de mejora. Desde luego que nosotros no somos autocomplacientes, siempre se puede aspirar a mejorar más. Somos conscientes de que la sociedad avanza y tenemos que avanzar con ella. Surgen nuevos problemas, retos, necesidades y tenemos que ser capaces desde las instituciones de dar la mejor respuesta. Hay que enfrentase al problema de Osakidetza que requiere un cambio importante. La sociedad percibe que esto es un cuestión fundamental y tenemos que ponernos a ello, por ejemplo con más medios humanos para que la situación mejore. También hay que hablar de la Ertzaintza que necesita más recursos humanos y materiales. Se requiere de la firma de un nuevo convenio para garantizárselo. Hay que hablar de vivienda para favorecer la emancipación de los jóvenes, y desde luego que la igualdad será siempre una de nuestras políticas fundamentales, especialmente para acabar con la lacra de la violencia machista.
¿Dónde se ve usted dentro de unos cuantos años? ¿En la política o en otro ámbito?
Soy una fiel convencida de que la herramienta de la política bien usada es la óptima para cambiar la vida de las personas. Hace más de diez años, cuando me afilié al Partido Socialista como a sus Juventudes, lo hice con la idea de que se puede hacer buena política con honestidad y humildad. Soy consciente de que en este mundo hoy estás y mañana no, pero nunca he aspirado a nada. Las oportunidades que he tenido las he valorado y las he aprovechado al máximo desde el compromiso personal con lo de todos y todas. Así lo haré siempre porque no concibo la política de otra forma.