La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, ha inaugurado este jueves en la sala Ernest Lluch de la cámara baja, la jornada ‘Legislar por la conciliación’ organizada por Artículo 14, Demócrata y la Asociación de Periodistas Parlamentarios.
“Es un lujo tener la oportunidad de poder compartir con expertas, con periodistas y con políticas inquietudes y análisis de algo tan importante importante para nuestra vida como los avances conseguidos“, ha afirmado la presidenta de la cámara.
Así, Armengol ha comenzado su intervención citando el artículo de la periodista Josefina Carabias publicado en 1934 sobre la conciliación de las mujeres en la revolución:
“Antiguamente las revoluciones las hacían los hombres, ahora ya las hacen también las mujeres. La revolución de las mujeres comenzó hace mucho tiempo, hace más de un siglo, pero es cierto que no hemos parado de dar saltos de gigante. La gran revolución de nuestra época es la revolución del feminismo y se ha demostrado con creces en la última época que su poder transformador es inagotable“.
Después, ha manifestado la importancia del “empuje feminista”, que “ha sido imparable en los últimos años” y que ha trasladado al Congreso de los Diputados “los grandes problemas de nuestra sociedad”.
La conciliación familiar y personal
La presidenta de la Cámara Baja ha recalcado que las políticas económicas han apartado “desde tiempos inmemoriables” el papel de las mujeres en el funcionamiento de la sociedad “y han olvidado a las madres, a las mujeres trabajadoras y a las mujeres cuidadoras”.
Asimismo, ha criticado que la restructuración del tiempo y de las responsabilidades “se ha estructurado y se sigue estructurando de una manera errónea, que resulta fallida por desigual y que condiciona la experiencia de las mujeres tanto en el terreno laboral, como en el terreno de los cuidados”.
Además, ha sido optimista acerca de las medidas legislativas adoptadas a lo largo de los años y ha enumerado algunas de ellas: permisos parentales, derecho a la desconexión digital y a la flexibilidad laboral y el teletrabajo. También ha expuesto que existe una mayor “concienciación sobre equilibrar vida personal y profesional”.
Sin embargo, expone que la conciliación y la corresponsabilidad “siguen siendo un desafío enorme” y ha nombrado la propia exigencia de presencialidad de los miembros del Congreso de los Diputados. “El parlamentarismo, ya lo saben bien, tiene unas necesidades especiales. La plenitud de la representatividad y del ejercicio democrático del diálogo y de la confrontación de pareceres para llegar a consenso pasa, hoy día, por la presencialidad”.
Armengol ha enumerado las diferentes causas que afectan a la conciliación de las mujeres políticas en la Cámara Baja: “jornadas maratonianas de los plenos, a veces inevitables, que condicionan no solo la vida de parlamentarios y parlamentarias, también de periodistas de forma muy especial y de todo el personal de la casa: ujieres, letrados, seguridad, entre otros”.
“Está clarísimo que mientras no prioricemos los cuidados de la sociedad, mientras no los pongamos en el centro de las políticas y no de las políticas sociales, sino de las económicas. Mientras no consigamos una justa redistribución de los tiempos de trabajo y de los salarios, no solo no lograremos trabajar para vivir, en vez de vivir para trabajar, estaremos dejando de luchar por una sociedad de verdad igualitaria“.