Vea y lea el editorial de Ana Rosa Quintana de este lunes, 28 de abril en Artículo14.
La Historia se construye con imágenes y Sánchez ha decidido borrarse de la Historia. El presidente no fue al funeral del papa Francisco, porque según Yolanda Díaz ya iba el Rey como Jefe del Estado, como si fuera incompatible. El último adiós al papa nos ha dejado multitud de fotos para la Historia, como Trump dando la paz a los líderes mundiales a los que ha declarado la guerra. Una guerra a la que solo el papa Francisco ha podido poner una pequeña pausa, una Pax Romana desde el más allá. A una silla de Trump estuvo Felipe VI, una foto para la Historia que se ha perdido Sánchez por razones que solo él conoce. Pero sin duda, la foto del año es la poderosa imagen de Trump junto a Zelensky en San Pedro sentados en dos sillas y hablando cara cara bajo la luz de la cúpula, a tan solo unos metros de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel. Los pontífices son los que establecen un puente entre los dioses y los humanos, y el espíritu de Francisco sobrevolaba la escena. Trump parecía confesar sus pecados tras aquella humillación a la que sometió a Zelensky en la Casa Blanca. Solo la diplomacia vaticana es capaz de conseguir que alguien tan soberbio parezca humilde. El espíritu de un papa católico consiguió que un protestante como Trump se mirase cara a cara con un judío como Zelenksky para hablar de un ortodoxo como Putin, ausente en el Vaticano ante el temor a ser detenido por sus crímenes. El Vaticano es la Diplomacia con mayúsculas. Es el escenario más imponente del planeta. Solo la curia vaticana puede reunir a todos los líderes mundiales. Sólo este colosal escenario nos puede dejar fotos como la de Úrsula von der Leyen con Trump, un corrillo del británico Starmer con el francés Macron o nuestras vicepresidentas Yolanda Díaz y María Jesús Montero vestidas de luto y sonrientes haciéndose un selfie en un momento tan delicado como el funeral de un papa de cuerpo presente. Pero la foto para la historia es la no foto de Sánchez. ¿No es extraño que un presidente que en su día corrió como un galgo detrás de Biden para hacerse una foto no acudiese al evento del año? ¿Qué le pasa a Sánchez? El presidente decidió quedarse en Madrid y borrarse de la Historia.