Vea el editorial de Ana Rosa Quintana de este lunes, 10 de marzo, en Artículo14.
Buenos días. “Algunos países han hecho sus deberes, otros no”. Nosotros somos los otros. Es la indirecta que ha lanzado la presidenta de la Comisión Europea a nuestro presidente. Ursula von der Leyen ha pasado del bailar pegados con Pedro Sánchez marcarse un Pimpinela: gasta más en Defensa o date la vuelta. Como la señorita Rottenmeier, la profesora Von der Leyen tira de las orejas a su alumno preferido por ser el el último de la clase con un esquelético 1,28% de gasto en defensa y le llama a ser más responsable. En 2014 la UE acordó un umbral de gasto militar del 2% del PIB de cada país miembro, y ahora ya hablan de un 3%. Justo ese año, en 2014, Pedro Sánchez decía: “Sobra el Ministerio de Defensa”. El Pedro Sánchez de 2025 se ha convertido en el sargento de hierro para hablar con el cadete Sánchez de 2014, y ahora sale en defensa de aumentar el gasto militar. No le queda otra. Sus aliados de trinchera no defienden lo mismo. A Frankenstein se le saltan las costuras. La única política Exterior que interesa a Junts es el “papeles a extranjeros por catalán”. ERC y Bildu están en contra de cualquier inversión en el Ejército español y Podemos acusa a Sánchez de “lamer las botas a Trump”. Por su parte, desde Sumar, Yolanda Díaz dice que se abre a estudiar el aumento del gasto en defensa “siempre que no sea con fines belicistas”, que es algo así como cambiar las balas por tulipanes rosas. Con sus socios dándoles la espalda, a Sánchez solo le queda pactar con Feijóo, al que va a ver un ratito el jueves después de 16 meses para dar unas exiguas explicaciones. El Gobierno solo cuenta con el apoyo del PP, pero no quiere escenificarlo en el Parlamento para que no conste en acta ningún pacto legislativo con la derecha. Pero Europa dice que tiene que ponerse la chaqueta metálica para ir al Congreso y hacerlo con luz y taquígrafos. Esta vez no se trata de matar moscas a cañonazos.