El PSOE está bloqueando en el Congreso la Ley de Conciliación, el proyecto de ley “más ambicioso que nunca se ha presentado” en las Cortes Generales. Es la denuncia del Partido Popular, en palabras de Ana Alós, su responsable de Igualdad. “De forma antidemocrática”, añaden los populares, exigiendo que se permita su tramitación.
En este sentido, Ana Alós hace una pausa esta Semana Santa para hablar de un tema que, insiste, debería ocupar el centro del debate político: la conciliación. “Es un asunto transversal”, afirma con convicción. “Tiene que ver con la igualdad, con la infancia, con la pobreza, con la salud mental… e incluso con el futuro demográfico de nuestro país”, asegura en conversación con este periódico.
Diputada por el Partido Popular y responsable del área de Igualdad, Alós defiende un enfoque integral y realista. Dice “realista” porque no habla en abstracto. Su discurso se apoya en datos, pero también en imágenes cotidianas que reflejan un problema más profundo: madres que abandonan el trabajo porque no tienen otra salida, adolescentes que pasan la tarde solos en casa, familias monoparentales que encadenan reducciones de jornada y facturas sin pagar. “La igualdad real entre hombres y mujeres no se alcanzará si seguimos dejando que sean ellas las que renuncian siempre”, subraya.
Un mapa con varias urgencias
Habla de un “plan de conciliación”, aunque en realidad lo que describe es un mapa con múltiples urgencias: la brecha laboral de género, la soledad no deseada en menores, el riesgo de exclusión social, la dependencia de ayudas, la baja natalidad, la salud emocional…
“Las mujeres, muchas veces, no eligen dejar de trabajar. Lo hacen porque no hay alternativa. Y eso nos empobrece como sociedad”, sostiene. En su análisis, la falta de tiempo compartido -un bien cada vez más escaso- impacta directamente en la calidad de vida familiar: “Los niños crecen con poca presencia de sus padres. Las parejas apenas se ven. La conciliación no es solo una cuestión laboral, es una cuestión vital”.
Y mientras tanto, la natalidad se desploma. “Las encuestas lo dicen muy claro: la mayoría no tiene más hijos porque no puede. No se trata de un cambio cultural, es una dificultad estructural. No llegamos a todo”. Según Alós, incluso aquellas mujeres que logran mantener su empleo lo hacen a costa de posponer la maternidad hasta edades que no siempre son emocionalmente sostenibles. “Muchas lo consiguen, sí, pero llegan tarde. Y en el camino, lo pagan con ansiedad, con estrés, incluso con depresión”.
Las medidas del PP
Frente a este diagnóstico, el Partido Popular propone un conjunto de medidas que ya están siendo aplicadas en algunas comunidades autónomas donde gobierna. La primera, y una de las más simbólicas, es la gratuidad de la educación de 0 a 3 años, que ya es una realidad en Galicia, Castilla y León, Baleares o la Comunidad Valenciana. “Es una forma de igualar oportunidades desde el principio, y además libera a las familias de un gasto importante”, señala.
Pero la pieza clave del modelo popular, explica Alós, es la flexibilidad laboral. Y aquí no se refiere solo al teletrabajo ocasional. “Hablamos de transformar la cultura del trabajo. De permitir entradas y salidas adaptadas, de crear bancos de horas, de establecer mecanismos que reconozcan el valor del tiempo personal”. Lo define como una inversión social: “La gente joven no quiere solo un buen sueldo. Quiere tiempo. Y las empresas que lo entienden están viendo resultados: retienen talento, baja el absentismo, mejora la productividad. Lo he hablado con directivos que ya no lo ven como un gesto solidario, sino como una estrategia empresarial inteligente”.
Sin embargo, Alós lamenta que, a pesar del consenso que podría haber en torno a estas medidas, “el Gobierno sigue bloqueando la tramitación” de su propuesta en el Congreso. “No tienen ningún interés en resolver problemas reales de la ciudadanía”, denuncia.
Explica que el único motivo legal para vetar una iniciativa parlamentaria es su impacto económico, “y eso ya lo habíamos previsto, proponiendo que se aplicara en los próximos presupuestos”. Añade que el PP presentó “dos escritos de reconsideración” pero que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, “los tiene en el congelador”. “Están coartando la capacidad legislativa del Congreso y del Senado”, afirma. “Su ley de familia duerme en el cajón, y a la nuestra ni siquiera la dejan avanzar”.
Equidad, impuestos y permisos
La proposición de los populares se completa con un bloque de medidas fiscales y sociales: desde la actualización de las deducciones por maternidad en el IRPF hasta la creación de un mínimo familiar exento que alivie la carga de quienes más lo necesitan. “También hace falta el respaldo del Gobierno central. No todo puede dejarse a las comunidades”, insiste.
En el ámbito de los permisos, Alós destaca dos propuestas clave: la equiparación de los permisos en familias homoparentales -“los derechos de los hijos tienen que ser los mismos”-, y la ampliación del permiso por nacimiento hasta las 20 semanas. “Sabemos que cuanto más tiempo pasan los padres con sus hijos en los primeros meses, mejor es el vínculo, el desarrollo emocional, la estabilidad familiar”.
Para Alós, más que una lista de medidas, se trata de un cambio de mirada. Y concluye, como quien no quiere terminar con un diagnóstico, sino con un propósito: “La conciliación ya no es una opción. Es una necesidad. Y no puede esperar”.