‘Se acabó la fiesta’: 700.000 votos, dos escaños y peleando por el tercero. Aunque parezca una creación de la factoría Forocoches este es el resultado que hoy considero más probable para la candidatura encabezada por Luis (Alvise) Pérez el próximo domingo. Previsiblemente, no será la única traca del escrutinio, pero sí la más llamativa.
Para la mitad de los españoles que aún no sabe de qué estoy hablando, Alvise es “el producto del fracaso del sistema”, según sus propias palabras. Aunque no se trate de un fenómeno inédito (Ruiz Mateos, 1989 o Podemos, 2014) es un caso verdaderamente particular: su propuesta estrella, disfrazada de interés general, tiene como fin el beneficio personal, conseguir un aforamiento que le permita blindarse ante eventuales querellas futuras por, según dice, los “audios que tiene grabados a la flor y nata del país”.
¿Pero quién y por qué se vota a Alvise? Aún es pronto para saberlo, pero con los datos disponibles ya podemos señalar estos nueve rasgos:
1- VOTO CIPOTUDO
La vehemencia con la que se expresa el candidato y la mezcla de mensajes de trazo grueso con aromas bukelianos (pretende construir la cárcel más grande de Europa a las afueras de Madrid) espantan el voto femenino. ‘Se acabó la fiesta’ es el electorado más masculinizado de todos: menos del 30% de sus potenciales electores son mujeres.
2- VOTO RENAULT CLIO
“Joven, aunque sobradamente preparado”, con este eslogan se lanzó al mercado el Renault Clio hace 30 años. El perfil de los votantes de Alvise parece pensado por aquellos responsables de marketing: su electorado es el más joven (el 74% tiene menos de 45 años), tiene un nivel educativo superior a la media y se sienten personas muy informadas. También, los estudiantes más jóvenes ven apetecible esta papeleta.
3- VOTO NACIONAL IV
Casi dos de cada tres votantes son andaluces, manchegos o madrileños. Es la parroquia que menor uso hace de lenguas cooficiales. La asimétrica distribución territorial del voto de Sumar, Podemos y ‘SALF’ situará a la lista de Alvise como cuarta fuerza en algún lugar simbólico.
4- VOTO ‘ANTIWOKE’
Es un voto de derecha radical, pero no de extrema derecha. Apenas un tercio de sus votantes se definen claramente de derechas, en Vox, manantial del que más bebe, esa cifra es el doble. Su indefinición ideológica queda explicada en cierta medida por la procedencia extrasistémica de una parte importante de sus electores, es decir, no suelen participar en elecciones y no se ven representados en el eje izquierda-derecha. En esta ocasión, un importante factor movilizador es el rechazo a la agenda 2030 y a la ‘cultura woke’, es decir, la nueva corrección política.
5- VOTO ‘RYANAIR’
Alvise dice: “Europa no me interesa nada y no iré a vivir a Bruselas”. Propone, además, que la presencia de España en la Unión Europea se renegocie. Lejos de suponer un obstáculo, estos mensajes reafirman a sus potenciales votantes: el 90% piensa que su voz no cuenta en Europa y es la única papeleta con una mayoría de votantes favorable a reducir el peso legislativo de Bruselas. Un escaño low cost en Bruselas para hacer política en España.
6- VOTO BISONTE
Una amplia mayoría de los españoles cree en la existencia de un llamado “Estado profundo” que opera al margen del sistema oficial. Esta predisposición a la conspiranoia y a la sospecha es su mejor gasolina. Sus principales focos de atención en este sentido son: Correos, INDRA y el posible fraude electoral. En esta campaña, en lugar de hacer mítines, ha realizado quedadas para entregar las papeletas que él mismo ha impreso por su cuenta. Además, está promocionando una aplicación alternativa para el recuento de votos. Como los resultados estarán embargados hasta las 23:00 horas, prepárense para la parrilla electoral del domingo: de 20:00h a 21:00h comentario de las encuestas, de 21:00h. a 23:00h. empezará a circular el escrutinio paralelo de Alvise, y, ya entonces, recibiremos los datos oficiales de sopetón. La espera puede ser larga y a alguno puede que le entre la tentación de disfrazarse de bisonte.
7- VOTO JUSTICIERO
“No quiero que Pedro Sánchez dimita, porque se irá con los millones a República Dominicana. Quiero meterlo en prisión”, Alvise dixit. Una primera intuición sobre el comportamiento electoral en el bloque de la derecha podía llevar a pensar que se produciría un voto de CASTIGO a Sánchez como venganza de las pasadas elecciones generales. Pero la dinámica de campaña y la propia naturaleza de la urna puede hacer que el de la derecha acabe siendo un simple voto de PROTESTA. Entre el castigo y la protesta media un matiz que permite entender por qué una nutrida parte del bloque no ha comprado el marco plebiscitario para echar a Sánchez, y expresará su enfado canalizándolo de otra manera. En ocasiones, la pregunta es más importante que la respuesta.
8- VOTO ESPERANZA
Aunque el hartazgo y el enfado con el funcionamiento del sistema forman parte del ADN de este votante, la ilusión y la esperanza también son factores predominantes entre su electorado potencial. Los que se identifican con “Se acabó la fiesta”, lejos de tener una sensación amarga por la situación, se sienten esperanzados al ver que su voto puede servir para abrir un nuevo ciclo. Habrá quien vote en código gamberro, como si se tratara de mandar a Eurovisión a Rodolfo Chikilicuatre, pero, en esencia, este voto podría ser la expresión de una orfandad política en la derecha.
9- VOTO MODELO 303
La papeleta de Alvise es la opción de quienes se sienten ‘paganinis’ de una fiesta sin obtener beneficio alguno. Se sitúa como tercera fuerza en intención directa de voto entre empresarios, directores y gerentes. Más de uno presume en los reservados de los buenos restaurantes de estar suscrito a su canal de Telegram, como si tuviera acceso a una suerte de dark web de la democracia. También recibe apoyos entre los pequeños comerciantes y los autónomos. Es, en definitiva, una opción para aquellos que trimestralmente se enfrentan al pago del IVA y se sienten desprotegidos por las instituciones públicas y ven en ‘Se acabó la fiesta’ la oportunidad de darse el gustazo para aliviar su permanente descontento con el sistema.
CAMPAÑAS DE DESENFRENO, ¿ESCRUTINIOS DE IBUPROFENO?
En definitiva, es posible que estemos en plena borrachera demoscópica propia del clásico coctel electoral europeo: baja participación, emoción en torno a una candidatura y sensación de remontada. Pero si la tía abstención no llega con las rebajas más de uno se llevará un buen susto.
Una última cosa, si el domingo usted quiere identificar a un votante de Alvise, es decir, una ardilla, que es como el candidato denomina a sus seguidores en las redes sociales, le doy una pista: fíjese en los varones menores de 40 años que salgan del colegio electoral con indisimulada satisfacción.