El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha presentado este martes la nueva Estrategia de Acción Exterior 2025-2028 con la que el Gobierno prevé afrontar el “contexto internacional complejo y cambiante” y en la que la apuesta por una “Europa más próspera y más segura” ocupa un espacio prioritario.
Según ha defendido en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, se trata de “una estrategia de país” ya que en su elaboración han participado todos los ministerios y también se ha implicado a ‘think tanks’, a las fuerzas políticas presentes en Congreso y Senado, organizaciones empresariales y también ONG y asociaciones civiles.
Ahora, tras la decisión del Consejo de Ministros de remitirlo a las Cortes, el documento deberá ser sometido a debate conforme a la Ley de Acción Exterior, para lo cual está prevista la comparecencia de Albares en sendas comisiones de Exteriores de Congreso y Senado, tras lo cual se producirá la aprobación definitiva por el Gobierno.
La estrategia para los próximos cuatro años, ha explicado el ministro, “parte desde el convencimiento de que estamos en un contexto internacional complejo y cambiante” y de que preservar el bienestar de los españoles depende también “de la capacidad que tenemos de adaptarnos como país a ese entorno internacional cambiante”.
Así pues, ha añadido Albares, “responde a las preguntas de qué papel jugamos, qué papel queremos jugar, cuáles son nuestros intereses y con qué valores nos identificamos y qué valores defendemos”. “España tiene una política exterior que es coherente, que tiene identidad propia y que tiene una presencia definitiva y decisoria en Europa, en la vecindad sur y el Mediterráneo y en América Latina”, ha reivindicado el ministro.
Apuesta por más Europa
La nueva estrategia está vertebrada en tres ejes, el primero de los cuales es “seguir levantando y proyectando Europa”. “Una España más próspera y más segura pasa también por una Europa más próspera, más cohesionada, más segura”, ha sostenido.
En este sentido, ha indicado que el Gobierno apoya “un salto cualitativo tanto en las políticas comunes europeas como en la financiación de las mismas, con un presupuesto europeo más ambicioso” así como “una reforma del proceso de toma de decisiones en Bruselas que extienda la mayoría cualificada a nuevos ámbitos”.
Asimismo, se apuesta por “asumir más responsabilidades por parte de Europa en su propia seguridad y la de sus ciudadanos en todos los ámbitos, también en la energía, en la tecnología, en la defensa”, ello sin olvidar el “pilar europeo de derechos sociales” porque para una “Europa más próspera y más fuerte” es necesaria “una Europa más cohesionada”.
En el documento con las grandes líneas de la estrategia que ha publicado Exteriores se sostiene que “la autonomía estratégica abierta europea debe basarse en un concepto integrado de seguridad que incorpore dominios más allá de la defensa tradicional”. Así, se aboga por “reforzar esta autonomía a través de más capacidades y recursos colectivos, incluido un mayor desarrollo de la base tecnológica e industrial de la defensa europea”.
La estrategia también apuesta, según ha dicho el ministro, “por profundizar el mercado único, por culminar la unión bancaria, por reforzar el papel internacional del euro y por aprovechar todo el dinamismo de la transición ecológica y la transformación digital”, integrando “la perspectiva de seguridad económica”, “reduciendo vulnerabilidades y dependencias críticas, anticipando amenazas, incluida la cohesión económica y ampliando nuestra red de socios comerciales”.