Una de las banderas que enarbola de manera reiterativa el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, es el feminismo. “Cualquier mujer o niña que tenga como sueño ser diplomática un día sepa que desde el acceso hasta los más altos puestos todo está abierto a ellas. Se ha tardado demasiado pero ya está aquí ese cambio”, afirmó recientemente con motivo de la creación del premio Isabel Oyarzábal para reconocer a mujeres líderes en el mundo de la diplomacia.
Lo cierto es que, además de conceder premios, el ministro tendría una herramienta a su disposición para facilitar ese “acceso” tan “abierto” para ellas. Se trata de la aprobación del Reglamento de la Carrera Diplomática que se encuentra paralizado y que incluye una reforma para favorecer la promoción femenina, entre otras cuestiones que aborda.
Según un informe de la Asociación de Mujeres Diplomáticas de junio de 2024, en las Embajadas y representaciones permanentes de España, de un total de 127, se encuentran ocupadas por mujeres 33. Además, en la actualidad, hay escasas mujeres en las embajadas de primer nivel. Ángeles Moreno Bau es la embajadora de Estados Unidos, y de China, Marta Betanzos Roig. El nombramiento de mujeres en destinos como los países del G-20 sigue siendo algo puntual -sólo se han producido dos casos además del actual en Estados Unidos: Alemania (2017-2018) e Italia (1994-1996), y en delegaciones como Londres, París, Moscú, o de representantes permanentes ante la UE, OTAN y Naciones Unidas en Nueva York, todavía no se ha dado el caso.
Independientemente de que el ministro de Asuntos Exteriores tiene derecho por ley escoger de manera discrecional a un embajador y proponerlo al Consejo de Ministros, hay unas normas que establece el Reglamento Orgánico de la Carrera Diplomática que dificultan el alcance de la mujer, a día de hoy, a niveles altos en el organigrama diplomático. Según el documento, vigente por el Real Decreto de mayo de 1993. sobre provisión de puestos de trabajo en el extranjero y ascensos de los funcionarios de la carrera diplomática, la antigüedad tiene un peso muy significativo a la hora de llegar a un puesto alto. Y, según el informe de la AMD, entre los diplomáticos con 20 o más años de carrera sólo un 21,7% son mujeres. Mientras que, entre aquellos con menos de 10 años de profesión, el porcentaje de mujeres sube a un 44%. Lo que significa que la equidad en ciertos puestos entre hombres y mujeres se antoja muy lejana.
![Los Reyes, en el Pardo](https://www.articulo14.es/main-files/uploads/2025/02/Diseno-sin-titulo-2025-02-05T182453.451.jpg?x18093)
Los Reyes, en el Palacio de El Pardo, con Pedro Sánchez y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, detrás
La anterior ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, tomó la iniciativa de modificar la normativa para, entre otras cuestiones, tratar de acortar los plazos. Laya llegó al ministerio en enero de 2020, y en julio de 2021 ya fue relevada por Albares. En ese corto tiempo, se encontró con que el documento regulador de la diplomacia española del anterior Gobierno se suspendió en 2017, ya que el Tribunal Supremo tumbó el aprobado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy al no haber sido sometido a negociación colectiva tras el recurso presentado por el Sindicato Independiente del Servicio Exterior del Estado (SISEX). Por lo que volvió a entrar en vigor el de mayo de 1993, que Laya se propuso adaptar a los tiempos.
La entonces ministra realizó un borrador de proyecto en el que proponía para otorgar el ascenso a embajador a aquel personal funcionario de la Carrera Diplomática que, “teniendo la categoría de Ministro/a plenipotenciario/a de primera clase, se encuentre en activo o en servicios especiales y haya desempeñado una Jefatura de Misión Diplomática u otro alto cargo en la Administración General del Estado”.
El ministro de Asuntos Exteriores, a su llegada al ministerio, aseguró que aprobaría el reglamento de su antecesora acometiendo algunos cambios. Lo cierto es que, a día de hoy, el documento está paralizado y desde el ministerio de Asuntos Exteriores no se explica el motivo. Si Albares afirma que uno de sus pilares es promocionar a las mujeres, aprobarlo sería de gran utilidad. Máxime si se tiene en cuenta que en la última promoción de diplomáticos, hubo más mujeres que hombres: 16 frente a 12.
![Albares](https://www.articulo14.es/main-files/uploads/2024/05/albares.jpg?x18093)
El ministro de Exteriores de Irlanda Michael Martin, el español José Manuel Albares y el noruego Espen Barth en Bruselas
Al no haber unas normas de funcionamiento diplomáticas aprobadas por ley el ministro tiene una mayor libertad para designar y cesar a los embajadores que considere, acogiéndose meramente al derecho de discrecionalidad. Lo que genera malestar entre algunos diplomáticos, ya que afirman que es una estrategia del ministro para no someterse a ninguna regla y “estar menos atado”. Y se tiene poca esperanza en que el ministro “haga los deberes”.
Desde la asociación sindical ADE –Asociación de Diplomáticos Españoles– se envió una misiva al ministro mostrando su “preocupación” por los últimos ceses de embajadores que Albares ha llevado a cabo en apenas unos meses. Uno de ellos, el embajador de Bélgica, cesado, según afirma, por haberse quedado dormido durante un discurso del ministro, ha escrito una carta abierta en la que lamenta “esta maniobra torpe y ridícula”. Al hilo de esta situación, el presidente de ADE, Alberto Virella, afirma que desde las polémicas la asociación ha aumentado un 2%, debido “el temor a las represalias” y la “dificultad para dar servicios de calidad con libertad”.