Esperanza Aguirre, la primera mujer Presidenta por partida doble: del Senado, y de la Comunidad de Madrid por el PP durante casi un lustro (2003-2012). De carácter enérgico, el Covid la asedió, aunque sentirse “como arrollada por un camión” no debilitó su lenguaje frontal y directo. Ella y su marido estuvieron cuatro días ingresados, pero lo que la dejó más en shock, hasta el punto de ser su recuerdo más nítido, fue la imagen de Pablo Iglesias en el televisor anunciando que tomaría el control de las residencias. Cinco años más tarde, analiza y critica cómo vivió la pandemia desde el punto más personal y político.
En marzo de 2020 fue hospitalizada en el hospital Jiménez Díaz, junto a su marido. ¿Qué recuerdos tiene de esos cuatro días?
Dimos positivo el sábado 14, fuimos a Urgencias y nos mandaron a casa con paracetamol, pero volvimos porque mi marido tenía 39.4 dos días después. Él tenía neumonía, yo no, pero nos hospitalizaron a los dos. El recuerdo más impactante que yo tengo, o quizá lo que se me ha quedado grabado después, es la televisión de la habitación, en la que salió Pablo Iglesias para decirnos a todos que el único responsable de todos los que estaban en las residencias de mayores era él. Así que imagínate.
Menos mal que estaba tumbada.
Desde luego, y otro recuerdo es que alguien dio la noticia de mi muerte. Una profesora de una Universidad de Valencia creo. Y yo en la cama viva.
¿Qué sintió en ese momento?
Estoy acostumbrada. Hay muchos que desean mi muerte. Cuando tuve el cáncer ya me pasó, y en fin, qué le vamos a hacer. En la cárcel me quieren ver muchos también. Por lo menos es lo que dicen los bots de Podemos y del PSOE.
¿Y qué hizo?
Pues rápidamente puse en el chat de familiares y amigos que era falso todo. Como ellos sabían que yo estaba en el hospital, pues era más creíble.
¿Recibió alguna llamada de algún partido que no fuera el PP dándole ánimos?
La verdad es que no me acuerdo. Pero yo creo que no. También la gente ya tenía bastante con lo suyo.
¿Recuerda alguna llamada, algún gesto que le marcase desde el hospital?
No lo recuerdo, en aquel momento mi prioridad era que a mi marido se le curase la neumonía que tenía.
¿Cómo se enfrentó a la enfermedad?
A mi marido le dieron muchas pastillas, a mí algunas, pero no tantas. Sufrió bastante, pero cuando nos dieron el alta el médico que nos cuidaba, que sólo tengo palabras de admiración por la paciencia que tuvo con todos nosotros, le dijo: “No sé cuál de estas medicinas te ha curado, pero te ha curado”. ¡Y le dio seis! Un milagro.
¿Cómo fue su recuperación una vez les dieron el alta?
Recuerdo que mis hijos nos traían comida a casa, para lo que tuvimos que escribir una carta. Y el planazo de algún nieto era venir. Mi hijo mayor y su familia estuvo 42 días, cuatro niños y sus padres, en un piso en Madrid. Como son varias casas, hay una especie de jardín y ahí podían jugar a la pelota. Bueno, pues los porteros de al lado lo denunciaron y les dijeron que la Policía les iba a poner 500 euros por cada niño. Fíjate bien: 42 días encerrados. Y mi otro hijo, que vive en Londres, y que tiene tres hijos, todo lo contrario. Podían salir, remaban en el Támesis, hacían deporte.
Aquí se podía pasear al perro pero no sacar a los niños.
Es una absoluta vergüenza lo que hizo Pedro Sánchez y encima de manera inconstitucional. ¡Cerrar el Parlamento! Eso no se ha visto ni en época de guerra.
¿Cómo lleva una persona tan activa estar encerrada tanto tiempo?
Pues estuvimos “enterrados” mano a mano, mi marido y yo. ¿Sabes cómo le llama a eso? TMM (se ríe).
¿Traducción?
El Temible Mano a Mano. Pero bueno, también reconozco que lo pasamos bastante bien por momentos. Llevé bastante mal esto de que me encierren, pero bueno, mi casa es grande y podía salir al patio y dar vueltas, pero mi pobre hijo en su piso, comparado con su hermano…
¿Qué opina de la guerra que se abrió entre el Gobierno de Sánchez y el de Ayuso?
Isabel dijo que no se iba a cerrar la hostelería. Y lo que hizo fue sacarla a la calle. Y en la calle, con mascarilla, se podía estar. Y eso fue portada en los más importantes medios de comunicación del mundo. Porque era lo contrario a lo que estaba haciendo nuestro Gobierno, que había decidido que estaba muy cómodo con todos encerrados. Isabel fue muy valiente y sensata. Gracias a ella no se hundió la hostelería, como si sucedió en Barcelona. Ayer mismo me lo decían.
¿Cuál es la mayor crítica que le reserva al Ejecutivo de Sánchez?
Sánchez principio asumió las responsabilidades, pero como no conseguía mascarillas ni respiradores ni nada pues al final delegó. Pero lo que fue una vergüenza es no poder sacar a los niños. Y aún más vergonzoso fue el inexistente comité de expertos. La mentira del comité de expertos. Porque con esa mentira, repito, consiguieron encerrarnos a los madrileños un mes más.
¿Cree que mientras el Congreso estaba cerrado el presidente aprovechó para hacer política, como firmar los famosos decretos?
Sólo hay que ver cómo ha aprovechado la Dana de Valencia para hacerse con la unanimidad de Televisión Española. Muertos ya cinto y pico valencianos, y esa misma mañana decide suspender el pleno menos para imponer el sectarismo socialista.
¿Qué le pareció lo más insólito de aquella época?
El que Sánchez mandara salir a un teniente coronel de la Guardia Civil a decir que le habían puesto para vigilar que en las redes sociales no se criticara al Gobierno. Eso me pareció el colmo. Al mismo nivel que cuando salía a explicar lo que hacía sin contestar a las preguntas de los periodistas.
¿Era de las que salía a aplaudir a los sanitarios?
No salía. Pero no por los sanitarios, sino porque me parecía que Sánchez lo usaba para desviar la atención. Pero sí fui a varias caceroladas en Chamberí.