El líder de Vox, Santiago Abascal, considera que los votantes de Se Acabó la Fiesta (SALF), a quienes considera “hartos de la corrupción”, se deben de sentir decepcionados y “en la zozobra” al ver que el eurodiputado Alvise Pérez esté ahora investigado por varios delitos de corrupción y fraude fiscal, y ha querido trasladar a esas más de 800.000 personas su “respeto”.
Alvise Pérez admitió que aceptó cobrar 100.000 euros en efectivo y sin factura del empresario de criptomonedas Álvaro Romillo, conocido como CriptoSpain, como “honorarios privados” para “poder tener más ahorros” y así no enriquecerse con su actividad política como líder de Se Acabó la Fiesta (SALF). La Fiscalía del Tribunal Supremo le investiga por presunta financiación ilegal al haber recibido el dinero en cuestión en plena campaña para las elecciones europeas.
Tras conocerse que el Alto Tribunal le investiga, Alvise sugirió que Abascal también pudo recibir dinero del empresario que se lo dio a él, por lo que Vox se ha querellado contra el eurodiputado.
En declaraciones a los medios de comunicación, Abascal ha lamentado que los 800.000 votantes de Alvise, que le permitieron cosechar tres escaños en el Parlamento Europeo, estén decepcionados con el eurodiputado. “Hay 800.000 personas hartas de la corrupción que han querido que un cambio retratara a la partidocracia y que probablemente hoy serán de los más preocupados”, ha dicho.
Abascal considera que los votantes de Se Acabó la Fiesta “viven hoy en la zozobra” y lamenta que hayan pensado que “no tenían que confiar en otras fuerzas políticas, por lo que les ha trasladado su “respeto”.