VUELVE AL SUPREMO

Ábalos, tras declarar en el Supremo: “No tengo nada, solo un piso y un local en Valencia”

En declaraciones a Artículo14, censura que el juez el retire el pasaporte y tacha de “mezquindad absoluta” algunas publicaciones sobre el pasado de Jéssica Rodríguez

El exministro José Luis Ábalos tras salir del Tribunal Supremo, donde ha acudido para declarar como investigado en el denominado caso Koldo Efe

José Luis Ábalos, el que fuera mano derecha de Pedro Sánchez, llegó este jueves al Tribunal Supremo en taxi. Era su segunda vez en el Alto Tribunal y su declaración fue breve, apenas cuarenta minutos. En las inmediaciones, decenas de periodistas y un gran despliegue de la asociación Hazte Oír, con dos autobuses sonoros y luminosos con un fotomontaje del exministro vestido de torero.

Cuarenta minutos después salió por la puerta lateral del Supremo, encargó una VTC y se fue sin mediar palabra. Las fuentes jurídicas consultadas en la víspera por Artículo14 daban por descontado que no iba a declarar, puesto que no se ha resuelto el recurso que interpuso tras el último auto del juez Leopoldo Puente y tampoco conoce las indagaciones que han realizado hasta la fecha sobre su patrimonio.

Sin embargo, Ábalos volvió a sorprender, respondiendo al magistrado. “Estoy muy tranquilo. No tengo cuentas en el extranjero, no tengo nada. Solo un piso, un local en Valencia y el 50% de otro bajo”, asevera el exministro en declaraciones a Artículo14. Palabras que reprodujo en el Alto Tribunal.

Lo que molesta a Ábalos

Respondió a las preguntas de su abogado y del magistrado. Al exministro le llamó la atención que Puente preguntara por todo lo que se ha ido filtrando a los medios de comunicación y las acusaciones que ha vertido Víctor de Aldama sobre él. Hecho que “no” le pareció mal porque cree que lo hace “para ver qué hay de verdad”.

Eso sí, el exministro está muy molesto con algunas publicaciones como las referidas al pasado de Jéssica Rodríguez, que tilda de “bajeza moral absoluta”.

Además, niega a este periódico la interpretación que algunos medios dieron de su última entrevista en El Mundo en la que dijo ser “el cortafuegos de su partido”, unas declaraciones que generaron una enorme expectación mediática. Ábalos reconoce que sus afirmaciones “generaron esa inquietud” pero añade: “Yo creo que soy una persona más decente, para defenderme a mí no necesito acusar a nadie. Eso lo necesita quien es culpable de algo”.

Dentro del Supremo, el fiscal evitó preguntarle y él rechazó contestar a la acusación popular, dirigida por el abogado del PP, Alberto Durán. Algo lógico ya que, en conversación con este periódico, Ábalos achaca su estado procesal a “una causa estrictamente política” orquestada, en parte, por el PP y Vox.

El agravio que siente Ábalos

La diferencia de su última comparecencia es que esta vez ya no gozaba de la inmunidad parlamentaria que le confería el aforamiento. Por ello, la Fiscalía Anticorrupción solicitó como medidas cautelares la retirada del pasaporte y la comparecencia quincenal en el juzgado. Las mismas que a los dos otros investigados del caso (Koldo García y Aldama).

Un extremo que no entiende Ábalos ni su abogado. “A un diputado nunca se le ha impuesto una medida así”, se queja el exministro, más cuando acude al Congreso de los Diputados todas las semanas.

Su relato se mantiene inmutable a la primera comparecencia. Niega la comisión de todos los delitos que se le imputan: tráfico de influencias, cohecho, malversación y organización criminal. Dijo ante el juez que no se llevó ningún tipo de comisión, que no estuvo en pisos con “señoritas” como dice Aldama y que su patrimonio está “limpio”.

Además, negó ante el magistrado que conociera la existencia del piso donde dice Aldama que se iba a alojar la mano derecha del presidente de Venezuela, Delcy Rodríguez. De hecho, horas después aseguró a este medio que cree que lo de Delcy Rodríguez “es un interés más de PP y Vox” pero que “no hay absolutamente nada”.

Su terreno en Perú

El juez Puente también le consultó por la propiedad que un periódico aseguró que tiene a su nombre en Perú. Se remitió a las explicaciones dadas en Twitter. Que la propiedad pertenece a la municipalidad de Chimbote que está destinada a causas sociales desde su creación por una ONG a la que pertenecía y que ahora “un bandido” quiere adueñarse aprovechándose de su situación procesal en España.

Horas después de su declaración en el Alto Tribunal, el juez Leopoldo Puente rechazó el último recurso que interpuso la defensa de Ábalos. En un fallo muy crítico tildó sus quejas de “difícil inteligencia” y negó que le estuviera sometiendo a una investigación prospectiva. Refutó el magistrado que el objeto de investigación se ciñera solamente a los contratos de las mascarillas y subrayó la pertinencia de escuchar a su hijo, Víctor Ábalos, por las menciones que ha hecho Aldama sobre él.

Por último, el magistrado rechazó cambiar de policía judicial como solicitó Ábalos, que la acusa de “actuar con inquina”. Así, rompió una lanza a favor del cuerpo de la Guardia Civil, de la que dijo “tiene en alta consideración”.