El informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil hace una radiografía de todo el patrimonio del exministro José Luis Ábalos y su hijo Víctor Ábalos. Las conclusiones las extrae de “fuentes abiertas”. Esto es, de información accesible al público en general. Por eso, los agentes terminan el documento solicitando indagar mucho más allá. Piden al juez del Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, que les permita rastrear a fondo sus siete cuentas bancarias, así como la fundación que presidió en Perú. El documento de 61 páginas señala a Ábalos como dueño de propiedades inmobiliarias en Colombia y Valencia, tres coches y una moto.
Artículo14 se ha puesto en contacto con Ábalos, que asegura estar “muy cabreado” con la Guardia Civil, después de haber conocido el informe por los medios de comunicación. Desmiente “categóricamente” que el chalé de Colombia costara dos millones y medio de dólares. Asegura que fueron “pesos colombianos” y critica a la UCO “por su poca profesionalidad”.
Además, añade que ya no dispone de ese inmueble y que él lo compró cuando solo era un terreno: “No tengo nada en Colombia. Lo compré en 2003, hace 22 años. Era un terreno en la montaña rústico y lo vendí en 2013. Tengo todos los papeles. Valía dos millones y pico de pesos colombianos, no llegaba a diez mil dólares entonces”, aseguran en declaraciones a este periódico. Además, dice que las fotos que adjunta la UCO no son ni si quiera de la parcela que compró: “Esa es la casa del lote de al lado. Por eso no se fotografía la casa de en frente ni con claridad. La foto me la han cogido de una memoria mía”, explica.
“Yo pasaba mucho tiempo Colombia, tenía una relación con una persona de allí y pensé que acabaría mi vida allí. Pero luego conocí a mi mujer, la vida me llevó por otro sitio… Ahora pienso que ojalá haberme quedado allí”, añade el exministro.
Confirma una relación con Andrea
En su informe, la UCO recoge chats de Whatsapp de los que se desprenden pagos periódicos de Koldo García a Andrea, novia de Ábalos. “¿Le diste a Andrea?”, le pregunta en una conversación el exministro a su asesor. “Sí, claro. 1000, más taxis”, contesta.
Ábalos admite que le pagaba los viajes a Andrea y que Koldo García “a veces le hacía estas gestiones”, así como ingresar dinero a sus hijos.
Asimismo, reconoce a este periódico que le ayudó a buscar hipoteca para una casa que se quería comprar. De ahí la conversación incautada por el instituto armado entre él y su otrora asesor en la que le decía que estaba buscando financiación por 130.000 euros. Los agentes indican que Andrea acabó comprando dos inmuebles. “Cuando Andrea buscaba la hipoteca hablé con uno del BBVA que conocía Koldo para ver si le ayudaba”, explica a este periódico Ábalos.
El inmueble en Perú
Además, en el informe, la UCO apunta a que Ábalos “sería el propietario de dos inmuebles en Perú que constituirían un centro de formación de Fiadelso (Fundación Internacional de Apoyo al Desarrollo Local y Social) en el citado país”. En dicha fundación habría participado su suegro, Mario Perles, y su hija Tatiana.
Con respecto a este inmueble, el ex ministro se remite a lo declarado ya en el Programa de Ana Rosa: “La fantasía es tremenda. Es un centro social, no un chalet. El funcionamiento que ha tenido nunca fue de vivienda. El centro está registrado en la municipalidad a nombre de la fundación. Yo en aquella época era presidente y el alcalde nos pidió dotarles de un centro social al municipio. El problema es que la fundación no tenía personalidad jurídica reconocida y la función se hizo a mi nombre como presidente y del secretario, que lamentablemente ha fallecido. La escritura dice claramente que es destinado para la propiedad de la fundación y nunca para uso propio”, afirmó.
El informe también recoge los nexos empresariales que el exministro tendría con su hijo Víctor. En concreto hablan de una reunión en el ministerio con Roberto Raga, Marcelo Scafati y Manu Villariño. En una conversación de Whatsapp, el hijo de Ábalos decía: “Manu son mis ojos y oídos para ver qué proponen”. Manu Vilariño sería, según la UCO, “una personas de su máxima confianza para una propuesta que podría realizarse a lo largo del encuentro”.
Ábalos enmarca este encuentro en conversaciones profesionales sin vínculo empresarial de por medio: “Roberto este es un consultor argentino y le gustaba venir aquí y hablar de temas políticos. Es amigo de Marcelo que era amigo de mi hijo Víctor. No entiendo que hace eso ahí”.
El exministro está “muy enfadado” y no comprende que se esté indagando sus movimientos desde 1998 y los de su familia: “Es una investigación prospectiva, es una causa general. Esto es un linchamiento. El Juicio paralelo que se me está haciendo es brutal”, concluye en declaraciones a Artículo14.