Donal Trump lleva un mes en el cargo y desde un despacho y sin soldados como un empresario sin alma ha dado un manotazo en el tablero geopolítico. Lo que Europa ha construido a lo largo de cincuenta años con guerras el Presidente de los EEUU lo ha desmoronado jactándose además de que es el único mandatario que no ha llevado a los EEUU a ninguna guerra.
En treinta días ha realizado una guerra comercial a gran escala, ha iniciado una persecución de los inmigrantes sin papeles, ha iniciado una purga contra todos aquellos que en su día fueron contra él y ha firmado despidos masivos en la Administración con muchas mentiras y teorías de la conspiración. Además quiere hacerse con Gaza expulsando a los gazaties para construir un enorme complejo hotelero a la orilla de la franja en la que cabríamos todos excepto los palestinos y quiere “saquear” Ucrania para repartirse los beneficios con Putin.
Trump ha puesto un precio, medio billón de dólares en minerales, que es lo que él considera imprescindible para compensar lo aportado hasta ahora por su país y lo que podría suministrar en el futuro. EEUU ha transferido a Ucrania desde el inicio de la invasión en el año 2022 una ayuda que supera los 110.000 millones de euros. De hecho The Washington Post informaba el pasado 15 de febrero de que el borrador que recibió Zelenski indicaba que EEUU quiere tener el derecho de explotación de la mitad de recursos minerales de Ucrania. De momento ni el Gobierno estadounidense ni el de Ucrania han negado la información.
Todo esto le ha pillado a Europa muy débil y fuera de juego. Muchas voces llevan tiempo minimizando los efectos de la victoria de Donald Trump, pero la realidad es que EEUU ha dinamitado el consenso que existía en Occidente después de la Segunda Guerra Mundial. Trump quiere llegar a un acuerdo con Vladimir Putin para resolver el conflicto de Ucrania,, excluyendo a este país y a Europa.
Europa tiene que hacerse oír principalmente porque la Unión Europea ha destinado tanto dinero a Ucrania como Estados Unidos sumada la ayuda militar, la financiera y la humanitaria. Sin olvidarnos además que somos vecinos de Rusia. Tenemos argumentos suficientes para no quedarnos al margen de esta negociación. Uno de los debates que dividen a los líderes europeos es el de enviar tropas o no a Ucrania. Francia y Reino Unido están por la labor mientras que España, Alemania y Polonia no lo tienen claro. Este es el debate principal que nuestros líderes están debatiendo además de aumentar o no el gasto en defensa. Creo que Europa tiene que ser consciente de que ya no podemos contar con el amigo americano y que guste o no guste, tendremos que invertir mucho más para tener ejercicios autosuficientes.
La pieza que ha puesto Pedro Sánchez en la mesa de París es muy interesante para el ejecutivo socialista. El Gobierno tiene claro que va a mantener su hoja de ruta, no va a modificar su objetivo de llegar en 2029 al 2% del PIB y ha promocionado en Europa una propuesta de mecanismos “mancomunados”. ¿Y en qué se traduce esto? Pues basicamente en la idea de que sea Europa quien financie el ingente aumento que debe haber en la inversión en Defensa.
El ejecutivo de Sánchez no quiere sacrificar otras partidas por el gasto militar y por eso propone fórmulas comunes entre todos los vecinos europeos que podrían reforzarse por lo que se conoce como fondo europeo de rescate que lleva años sin utilizarse y que está dotado con hasta 400.000 millones. Sería algo así como deuda europea sin esfuerzo adicional para Moncloa.
En términos de política nacional Sánchez trata de evitar un enfrentamiento no solo entre socios, sino en el seno del propio Gobierno, un enfrentamiento que podría incluso acabar con el Ejecutivo. Sumar no quiere invertir más en Defensa y así lo ha dicho la propia vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que afirmó en Bruselas que el debate no está en invertir más en el ámbito familiar. En resumen: no acelerar el gasto propio en Defensa, llegar al 2% del PIB solo en el 2029, que los esfuerzos adicionales se lleven a cabo a nivel europeo y que los socios de gobierno sigan apoyando. Matar dos pájaros de un tiro.
Lo que yo me pregunto es si aquí en España no estamos enterando de algo. Quiero decir con la que se ha preparado en tan solo un mes los dos principales partidos siguen tirándose los trastos a la cabeza con asuntos nacionales que obviamente son importantes pero que ni de lejos se pueden equiparar con este cambio en el orden mundial.
¿Saben ustedes cuantas preguntas parlamentarias se hicieron el pasado miércoles en la sesión de control del Congreso de los Diputados? Veintiuna preguntas al gobierno y tres interpelaciones. De todas estas ninguna tuvo que ver ni con Ucrania, ni con EEUU, ni con Rusia. Solo hubo una al ministro de Exteriores José Manuel Albares referida a José Luis Rodríguez Zapatero referida a su actuación de Venezuela. No digo yo que este tema no sea importante pero ¿no creen ustedes que ahora toca diseñar nuestra política de defensa teniendo lo que tenemos enfrente?