Opinión

Tanques y camisetas

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Las políticas belicistas llevadas a cabo por diferentes gobiernos de índole mundial, el enquistamiento de algunos conflictos y los cambios recientes de poder en Estados Unidos, han vuelto a colocar en el centro del debate el presupuesto destinado a gasto en defensa, poniendo el foco en los diferentes países miembros de la OTAN, y por ende en España.

La protección de los ciudadanos no es un tema inocuo, ni que deba de tratarse de manera somera, pero como últimamente estamos acostumbrados la realidad y lo que debe de ser, no es casi nunca lo que sucede.

Tras las rondas “informativas” llevadas por el presidente Pedro Sánchez en el día de ayer, parece que el equipo progresista se desintegra. Queda patente que, del amor al odio, o a la guerra, solo hay un paso; o quizás solo una camiseta.

La situación vivida en el Palacio de La Moncloa no deja de ser esperpéntica, poco útil y estéticamente comprometida. Desde la visita de los socios del gobierno como Junts, BNG o ERC, pasando por la visita de dudoso decoro de la portavoz de Bildu, hasta la manifestación “silenciosa” en forma de camiseta de la Portavoz de Podemos.

Siendo fieles a la verdad, ya se estaban echando de menos estas manifestaciones plasmadas en “moda”, que además rompen con esa línea seguidista que a posteriori ejercen diciendo que sí a todo lo que dicta Sánchez. Mucha camiseta, pero al final, acaban haciendo lo que propone el Gobierno, porque todo el mundo sabe – según Podemos -, que de otra manera llegará la extrema derecha.

La foto de hoy no recogerá sus palabras, la foto de hoy será la de su camiseta, la cual previsiblemente quede anulada tras su previsible apoyo a la siguiente propuesta del presidente.

Invertir en defensa no es invertir solo en tanques; porque las guerras han cambiado y el avance tecnológico está aquí. Las guerras de hoy en día tienen muchas caras, entre ellas la cibernética, la del control de las telecomunicaciones, la seguridad general, …

Un debate sobre la subida del gasto en defensa debería de gozar del foro y debate que se merece, además de la negoción pertinente necesaria para conseguir el respaldo de aquellas fuerzas políticas que quieren contribuir al país; pero tras lo acontecido hoy, pareciera que las fuerzas en las que se apoya el gobierno no son consideradas como interlocutores válidos, debido a que los diferentes portavoces como el caso de la señora Belarra, o de Miriam Nogueras por ejemplo, han apostillado a su salida de la reunión, que esta ha sido solo de carácter informativo.

No parece que el debate salte al Congreso, y no porque no sea importante, sino porque quizás el presidente no quiere tener una tribuna llena de “socios” con camisetas reivindicativas que hagan aún más visible, su soledad.

La seguridad de los españoles ha de estar por encima de las ideologías. No se trata de tanques o de camisetas, se trata de principios, de proyecto de país y de colocar a los ciudadanos en el lugar que se merecen.