Es la tercera vez que vengo a Arabia Saudí con ocasión de la disputa de la Supercopa de España. Y cinco años después he vuelto a Yeda, la ciudad donde dos meses antes de que el COVID cambiase nuestras vidas, se celebró la primera edición con el nuevo formato en 2020. Aquella en la que Rubiales vendió que veníamos para mejorar y ayudar a las mujeres, en vez de reconocer que el motivo del viaje era el contratazo multimillonario que acababa de firmar.
Como aquel año, recibo a diario desde España preguntas parecidas y críticas recurrentes.¿ Cómo está “el tema” de las mujeres allí?¿ Has notado algún cambio?
Si subo alguna foto a redes paseando por la ciudad o retratando alguna escena local, como ha sido el caso, no falta el comentario: “ya estáis blanqueando a Arabia Saudí “ y otros parecidos. Como si subir una foto paseando con normalidad por la Corniche de Yeda en algún rato libre significase legitimar o compartir el régimen.
Así de “talibanes” son los “defensores de las libertades” en redes, por supuesto desde su sofá a miles de kilómetros. Eso desde luego no ha cambiado en estos 5 años en nuestro país. Es más, hasta ha ido a peor.
Los lamentables incidentes de acoso sufridos por las mujeres de los jugadores del RCD Mallorca al salir del estadio el jueves y el trato que recibieron los pocos seguidores mallorquinistas en el estadio no ayuda, desde luego a dar la mejor imagen del país.
En 2020 algunas periodistas fuimos fotografiadas por las calles de esta misma ciudad como si fuéramos algo exótico. La curiosidad respondía a que hasta entonces no existía el visado turístico y era raro ver a mujeres con vestimenta occidental por la calle.
A Arabia se podía viajar solo con un visado de negocios y trabajo, por visita a familiar cercano o para el “Hajj” o peregrinaje a La Meca. El visado turístico solo tiene 5 años y se interrumpió en tiempos de COVID.El país se va acostumbrado a los turistas poco a poco, tras muchos años cerrado al mundo exterior.
Cuando preguntas por lo que puede suponer en Arabia Saudí acosar o tocar a una mujer, o hacerle fotos sin su consentimiento, como denunciaron algunas mujeres de la expedición del Mallorca, una interlocutora residente en el país tuerce el gesto. “Eso aquí puede suponer un grave castigo, y más hacérselo a una extranjera”,
Es evidente que el reino saudí ha puesto los ojos en los grandes eventos deportivos como vía de apertura del país al mundo. En 9 años el país albergará el Mundial de fútbol de 2034. Claro que las cosas están cambiando aquí. El país crece muy rápido y la mentalidad cambia, aunque eso cueste más. Pero las distancias respecto al mundo occidental son tan abismales en los derechos fundamentales, especialmente en lo que respecta a las mujeres, que da vergüenza frivolizar con anécdotas de gimnasio y piscina en los hoteles. Hace 5 años, en el mismo hotel en que me he alojado ahora, no pude acceder ni a la piscina ni al gym con mis compañeros. Ahora sí. Pero más allá del cambio para los turistas…
¿Está cambiando la vida de las mujeres saudíes? En los últimos siete años el país está siendo testigo de diferentes reformas sociales para salir de la oscuridad en la que llevaban décadas. Permitir a las mujeres conducir, eliminar la policía religiosa (Mutawa), la segregación en los restaurantes y la tutela masculina, o fomentar la incorporación de la mujer al empleo mediante cupos obligatorios de saudíes en empresas extranjeras, son los cambios que a una parte de la sociedad, la más conservadora, aún le cuesta procesar. Mientras muchas mujeres eligen descubrirse la cabeza sin miedo a que nadie les llame la atención, otras muchas, la mayoría, continúan bajo el burka.
Poco a poco la presencia de mujeres periodistas deportivas saudíes en las ruedas de prensa, crece. Los informadores visitantes, por cierto, tampoco estamos para presumir de paridad, ni remotamente.
Y en este contexto el estadio Al Jawhara alberga la finalísima de la Supercopa de España masculina este domingo, ( Movistar+ 20.00 h ) que disputarán Real Madrid y F.C.Barcelona.
Jawhara Stadium en Yeda (Arabia Saudí)
Mientras respondo preguntas sobre la vida de las mujeres saudíes y qué está pasando en este país , me formulo otras a mi misma. Y ¿ qué pensarán los saudíes sobre el comportamiento en el palco del presidente de uno de los equipos más poderosos de Occidente, al verle haciendo cortes de mangas por los pasillos o entrando al palco fuera de sí el pasado jueves? ¿ o de que cada año venga un presidente de la RFEF nuevo?
Citando al propio Laporta, en una célebre frase suya, quizás piensen aquello de…” ¡al loro, que no estamos tan mal!