La Europa que conocemos se construyó sobre tres pilares: paz, libertad y Estado de Derecho. Que un ciudadano pueda moverse libremente por todo el continente sin mostrar su pasaporte es un privilegio que nos hace únicos en el mundo. No solo da forma a nuestra identidad como europeos, sino que ha marcado el desarrollo económico y social de todas las naciones a lo largo de 70 años.
Pero la libertad no discrimina, y al igual que los ciudadanos, las redes criminales están explotándola por todo nuestro continente para difundir violencia, tráfico y lavado de dinero, amenazas que los populistas y euroescépticos utilizan, a su vez, para erosionar el proyecto europeo con discursos rupturistas y nacionalistas.
Sin embargo, afirmar que la libertad es la causa principal de la inseguridad es una falacia: el problema no es la libertad, sino la ausencia de mecanismos para garantizar la seguridad. La preocupación sobre la seguridad no debe ser utilizada para socavar los principios de la UE. Libertad y Seguridad no son antagonistas, sino caras de la misma moneda. Aumentar la protección en Europa sin retroceder en las libertades es posible. Es más, es nuestro deber como demócratas y europeos proteger la libertad a través de la seguridad, y evitar que la inseguridad se convierta en un pretexto para dividirnos.
Europa es para los ciudadanos, no para los criminales. Y, por esa razón, el Partido Popular Europeo ha reafirmado su compromiso para que los delincuentes no se beneficien de la libre circulación que pone en riesgo nuestra seguridad. La libertad de movimiento no se concibió para que las mafias operasen sin control, pero las amenazas actuales son ya demasiado grandes y complejas para que cada país las afronte de forma aislada. Si hay una respuesta, debe ser unificada y comunitaria. Un Pacto de Seguridad Europeo.
Europol y Frontex son organismos clave en la prevención, detección y detención de bandas criminales y grupos terroristas, pero necesitan modernizarse para enfrentarse a estrategias cada vez más sofisticadas. En tiempos de crisis, Europa debe unirse y fortalecer sus instituciones. Por eso, pedimos duplicar la fuerza laboral de Europol y triplicar el personal de Frontex, dándole plenos poderes de ejecución.
También impulsar un papel más fuerte para la Fiscalía Pública Europea y Eurojust, que nos permita enjuiciar las actividades criminales transfronterizas y combatir el comercio ilegal de armas. Ser firmes y actuar rápido, como ya lo hicimos ante el Brexit, ante el COVID y ante la crisis. No hay excusas para no actuar con contundencia.
Mantener la paz no es solo evitar conflictos externos; también lo es garantizar nuestra convivencia, preservar nuestro modo de vida y defender nuestros valores fundamentales. Europa debe afrontar este desafío con confianza, porque nuestra grandeza reside en la unidad y la determinación para hacer frente a cualquier desafío. En este punto, el grupo PPE pide restringir la libertad de movimiento dentro de la UE para las bandas criminales, con medidas legales que incluyan la prohibición de entrada y restricciones en la concesión de visados. Quien venga a Europa para delinquir debe ser detenido y expulsado. Es así de sencillo.
La violencia posee muchos rostros, y uno de los más horribles es la que sufren las mujeres y niños. Se calcula que uno de cada cinco niños y una de cada tres mujeres sufrirá algún episodio de violencia en su vida. Esto es intolerable, y debe ser erradicado. Como partido mayoritario en Europa, el PPE asume la aprobación de la Regulación para Prevenir y Combatir el Abuso Sexual Infantil, que pondrá fin cuanto antes a las redes de trata de personas, el acoso cibernético y el abuso infantil en entornos digitales, acabando así con la actividad delictiva que las mafias ejercen desde las sombras.
Proteger la infraestructura crítica de Europa es otro de los compromisos. Europa debe responder unida al sabotaje de nuestras redes energéticas y cables submarinos que ponen en riesgo el bienestar de los ciudadanos, e implementar una estrategia firme por la ciberseguridad y contra la desinformación, promovidas por países terceros para desestabilizar nuestras democracias.
La Brigada Cibernética Europea, especializada en crímenes cibernéticos y guerras híbridas, y las leyes de Mercados Digitales y Servicios Digitales serán pasos fundamentales para que Europa sea realmente un espacio seguro para los ciudadanos de los 27.
Ese es nuestro reto y nuestro compromiso. Frente a quienes se refugian cómodamente en posturas nacionalistas para señalar culpables y cuestionar los valores europeos, el Partido Popular seguirá trabajando en la cooperación como base de un continente más fuerte, donde la libertad y la seguridad no sean antagonistas, sino la clave nuestro éxito.
Estamos listos para liderar el camino. No temamos a la seguridad, porque la verdadera libertad solo se construye sobre la fortaleza y la unidad.
Europa será segura para seguir siendo libre.