Esta semana se admiten apuestas. ¿Será España distinta a Colombia, México o Canadá? Estos tres países, todos ellos con presidentes de izquierdas: un histórico del Grupo de Puebla como Petro, una aprendiz de AMLO como Sheinbaum y un socialista cool como Trudeau han tardado unas pocas horas en arrodillarse. El caso de Petro fue, quizá por ser el primero, el más llamativo. Contestó a la amenaza de expulsión de inmigrantes ilegales colombianos con un “como se te ocurra te enteras” para cuatro horas después, anunciar que el avión para repatriarles sería cubierto por el estado colombiano. En el interludio las tarifas a los productos colombianos habían incrementado un 25% y se habían paralizado todos los visados. Sin anestesia. Trump no va de farol y el riesgo es demasiado grande.
Después han sido los países vecinos, Canadá y México. Trump anuncia el fin del área de libre comercio de las américas, a partir de ahora habrá aranceles. También de un 25%. La reacción es inmediata, Sheimbaum acelera los trámites para buscar un acuerdo. “Danos un mes, verás resultados”. Mil hombres a la frontera y el paso del fentanilo – la droga barata y sintética que está matando a miles de americanos desde hace 10 años- cortado. Una llamada al despacho oval y 30 días de crédito concedido. Detrás Trudeau que viendo el éxito, reacciona. Trump también le concede un mes.
Mientras tanto, la Europa a la que Sánchez pedía en Davos que despertase, se reunía en un consejo europeo extraordinario para decidir como afrontar, entre otras, el nuevo desafío americano. Ni una pandemia como la del COVD, ni la invasión de Rusia por Ucrania, la prueba de fuego de la UE va a ser la relación transatlántica. Esto es lo que pondrá verdaderamente a prueba la fortaleza y, sobre todo, la unidad de Europa como proyecto. Von der Leyen lo sabe.
Sabe que Trump va en serio. Sabe que responder a “drill baby drill” con un “green baby green” no es la forma de tomarse en serio el desafío. Es la hora de despertar, pero no para jugar en el parque temático que dicen que es Europa. Es hora de ser responsables. Más vale que lo tomemos en serio. “Con Europa no se atreverán” murmuran en las colas para la siguiente atracción. “Nosotros somos distintos” confían. Por lo de pronto Rutte -el secretario general de OTAN- lo advirtió, o admitíamos que teníamos que incrementar nuestros presupuestos de defensa o tendríamos que plantearnos hablar ruso. “Green, baby green” le ha contestado la Vicepresidenta primera del gobierno de España en versión sumemos. En España para poder hablar de defensa tenemos que teñirla de verde, entonces sí, entonces cuela. Una muestra más de que el gobierno no ha entendido el momento en el que vivimos. Si aprietas fuerte los ojos, verás como se cumple. En realidad es un “dream, baby dream”
Con estos mimbres no hace falta que VDL se preocupe por qué hacer con la tentación de Meloni de construir una relación particular con Trump para, al menos, salvarse ellos. Ni la de Orban. Tal y como estamos, Sánchez es capaz de promoverlo para que le encaje en su “tetris” aquello de que el peligro de todo es la extrema derecha. A quien le vamos a echar la culpa si no. El ya se atrevió con Netanyahu reconociendo al Estado palestino. Como no se va a atrever con Trump. Ya se lo ha advertido: en Europa no habrá tecnomillonarios, que esos sí son un peligro. Ni una palabra contra Maduro, ni una amenaza a Putin y una genuflexión con Xi Jin Pin. Será que son BRICS.
Y es que no se ha enterado tampoco que el “green, baby green” ha dado paso en la comisión europea “clean baby clean” y el resto del mundo está ya en el “deal, baby deal”.
Negociar va a ser la clave. Incluso podría tener ventaja. No será por no haberse curtido con Puigdemont. Pero es que, tampoco eso ha sido una negociación. Ha sido siempre una cesión. Como la de Petro, como la de Sheimbaum, como la de Trudeau.
La pregunta es, ¿alguien en el gobierno de España se ha parado a pensar qué estamos dispuestos a negociar? ¿con qué podemos negociar cuando llegue la hora de la verdad? ¿no cree el gobierno que merecería la pena tener un debate serio y profundo en España sobre la necesidad de incrementar nuestro presupuesto de defensa? Tendríamos que tener las barbas empapadas ya. Contribuimos con un 1,3% de nuestro PIB a la OTAN, hemos comprometido un 2% para 2027 (sin presupuestos a la vista y por tanto no cumpliendo) y Trump pidiendo el 5%. Quizá no se equivocó diciendo que éramos BRICS. A ver si está leyendo el futuro.
Despierta Sánchez, que la vida va en serio. Deja de apretar los ojos fuerte para ver todo green. Déjate de american dream y prepárate -y prepáranos- para un american deal.