Opinión

NM – Necesita mejorar

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Los que estudiamos bajo el sistema establecido por la LOGSE seguro que recordamos como nos evaluaban. Ese P.A. que significaba “progresa adecuadamente” y ese suspenso calificado con un N.M “necesita mejorar”. Fue en 2003 cuando se decidió eliminar este sistema, ya que era “polémico” según algunos grupos.

A pesar de que hace muchos años de esto, es difícil borrar del imaginario colectivo de la generación el significado de esas siglas.

Esta semana concluyó este curso político, que cierra por vacaciones hasta después del verano y como es habitual, no estuvo exento de polémica y de sorpresas, o no.

Si tuviésemos que establecer o determinar el rol de protagonista de esta legislatura, lamentablemente para el presidente, tendríamos que dárselo a Junts en general y a Puigdemont en especial, como ese actor que siempre parte y decide, que mantiene el suspense y que en ocasiones sorprende.

El pasado martes veíamos como las dos iniciativas traídas por el gobierno y que se presentaban como claves, eran desestimadas. Hablamos de la modificación de la Ley de extranjería y del techo de gasto.

La sorpresa parece que llegó hasta el seno del Consejo de Ministros, debido a que gracias a un “micrófono abierto” conocimos por palabras de ministro Ernest Urtasun que no se lo esperaban. Concretando, sus palabras fueron “ha sido una hostia para el gobierno”, lo cual sorprende, ya que él mismo relataba como el ministro Bolaños y la propia María Jesús Montero habían manifestado que estaba todo atado y no esperaban sorpresa alguna. Pero Junts es Junts, y creerse que saben lo que van a hacer, es credulidad gratuita.

Cuando escucho al presidente del gobierno hablar de socios y gobierno progresista, me sonroja y me lleva a pensar que estamos cada vez más lejos del significado propio del progresismo en sí. Junts nunca ha sido, ni será, progresista, de hecho, el hecho de que votasen en contra de la modificación de la Ley de extranjería era del todo previsible. En declaraciones recientes ya se habían negado a acoger a menores no acompañados en su comunidad autónoma, además de que su discurso político siempre ha tenido tintes racistas y en contra de la inmigración.

La sorpresa no ha sido el voto de Junts, la sorpresa es que se sigan proponiendo parches a corto plazo en materia de extranjería sin buscar el consenso necesario para un asunto vital como el tratado. Lo que sí podría manifestar como una sorpresa (o no) o un giro de guion, es que automáticamente después de la caída de esta iniciativa, la ministra Montero ha salido a cargar contra el Partido popular, y no contra sus socios. Queda claro que se “necesita mejorar” en materia de políticas serias que solventen y ataquen a problemas tan retadores como los que nos enfrentamos en materia de extranjería.

Otro de los grandes fracasos de la semana ha sido que no saliese adelante el “techo de gasto”. Indispensable para poder redactar unos presupuestos “reales y ajustados” a las necesidades del país.

El partido de Puigdemont ha vuelto a torcerle el brazo al gobierno, dejándole caer una iniciativa tan importante para la legislatura. Solo se me ocurre pensar que los dirigentes Junts estén preparando una lista infinita de pretensiones económicas y competenciales a cambio de su voto afirmativo.

¿Cuánto nos va a costar a todos los españoles el apoyo del partido del “fugado” de la justicia a un futuro techo de gasto?

Si algo ha dejado en claro esta última sesión del ejercicio es que la “mayoría” parlamentaria del gobierno es tan ajustada como diversa, ideológicamente hablando. Los apoyos cada vez son más caros y cada vez hay menos autocrítica (si alguna vez la hubo) dentro del Consejo de Ministros, lo cual nos lleva a una situación política impredecible.

Los españoles no podemos más con las cesiones que se hacen, con las políticas de hechos consumados sin que existan negociaciones adultas que busquen mayorías reforzadas; no podemos más con que no se tomen decisiones serias y racionales para combatir a las mafias que trafican con personas que llegan a nuestras cosas, y definitivamente no podemos más con la falta de la cada vez menos habitual solidaridad entre comunidades.

Todos en nuestras vidas necesitamos mejorar en muchos aspectos, lo cual nos debería llevar a un nivel de superación y avance; pero este gobierno debería plantearse después de lo ocurrido el martes si un N.M. es suficiente calificación para un equipo que debe dirigir un país.

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