Opinión

Mujer, negra, triunfadora y comprometida: imperdonable

La medallista olímpica Ana Peleteiro.
Actualizado: h
FacebookXLinkedInWhatsApp

Lleva una vida usando las redes sociales en paralelo a su actividad principal, el atletismo, y ella misma ha reconocido recientemente, en La Resistencia a preguntas de David Broncano, que durante el año que no compitió por ser madre, ingresó el doble que el año anterior gracias a las redes. También sabe bien el alto precio que paga por ello.

Es Ana Peleteiro y ese año anterior del que hablaba fue el de los JJOO de Tokio 2020, disputados en 2021. La atleta gallega es especialista en triple salto, su mayor logro fue la medalla de bronce en Tokio, aunque 11 años antes había deslumbrado al mundo logrando el oro en el estadio de Montjuic en los Mundiales junior de Barcelona en 2010.

Peleteiro es una de las mejores atletas de la delegación española en los Europeos de Atletismo que comenzaron este viernes en el estadio Olímpico de Roma. Ella ha sido la primera en abrir el concurso de triple salto, y volando hasta los 14,21 se ha metido directamente en la final del domingo (la marca para clasificarse era de 14.10). Es favorita para ganar su primer oro al aire libre y acudirá a los JJOO de París en condiciones óptimas para superar el bronce de Tokio.

Además de su gran carrera como atleta, de ser una de las deportistas españolas mejor pagadas y más reconocidas, y de haber contado una historia de vida nada fácil, siendo adoptada y sin conocer a su padre biológico, la personalidad de esta gallega de 28 años nacida en Ribeira, le ha costado más de un disgusto. Por ejemplo cuando se ha mojado políticamente.

En 2020 respondió al líder de VOX Santiago Abascal al anunciar éste que haría campaña en Galicia: “mejor quédate en casa. Lo único que tiene de verde Galicia son los montes. De nada” escribió en sus redes.

Desde entonces, poner Ana Peleteiro en Google da como resultado que una de las búsquedas que aparecen sea Ana Peleteiro Podemos. Pero ojo, hay cosas que Ana no comparte con Irene Montero.

El resultado de sumar mujer, deportista, éxito, famosa, rica, comprometida y negra, dio lugar a una primera oleada de intolerancia cuando el pasado verano, mientras se debatía la “ley trans”, la gallega se pronunciase respecto a su aplicación en el deporte. “En atletismo la mujer que más salta son 15 metros y pico, el hombre 18 y pico. Se deben abrir las puertas a las personas trans, pero no en el deporte profesional”.

Una reflexión cargada de sensatez a la que siguió otra explicación “si has madurado como hombre, aunque bajes tus niveles de testosterona, tu densidad ósea y desarrollo muscular es diferente al de otras mujeres”. Otro argumento irrebatible para defender su oposición a la aplicación de la ley en el deporte.

No siempre estuvo tan acertada. En Tokio, en plena euforia por su bronce olímpico reivindicó su raza ante las cámaras de TVE de forma espontánea “somos negros, qué de color. De color son ellos, que cambian más que el sol”. En El Mundo , pasadas las horas, se arrancó. “Que los dos medallistas fuéramos negros le joderá a mucha gente”, en referencia a su medalla y a la de su compañero Ray Zapata. Esa frase la colocó inmediatamente en la diana, desatando un discurso de odio que las redes sociales se encargaron, como siempre, de viralizar.

Han pasado 3 años, Ana Peleteiro ha sido madre, dejando la competición de lado durante un tiempo y aceptando con madurez que debía renunciar a los Mundiales de Budapest el pasado año. En su horizonte inmediato ahora está París, y antes de competir en el Europeo, sube una foto a sus redes vistiendo orgullosa la indumentaria naranja que Joma ha diseñado para los olímpicos españoles. ¿Qué podía salir mal?

Entre multitud de respuestas, aparece el odio, la intolerancia, el racismo y la xenofobia. “¿No hay deportistas blancos, o qué? ¿Y el algodón para cuándo?”. Frases tan tristes como éstas son las que la atleta gallega ha borrado de sus redes visibilizando el acoso al que cualquier mujer pública y que manifieste sus opiniones, está sometida. “Estoy recibiendo innumerables comentarios racistas en redes sociales (…) me da rabia e impotencia, pero sobre todo mucha PENA que a día de hoy sigan existiendo este tipo de personas y que además se sigan permitiendo este tipo de comentarios en las redes sociales sin ningún tipo de represalia.”

A esa denuncia ha seguido el apoyo de la ministra Pilar Alegría, del presidente del CSD José Manuel Rodríguez Uribes y de multitud de seguidores de la atleta. Una oleada de cariño que ayuda pero no cancela el odio recibido. Claro que la mejor respuesta de Peleteiro ha sido como ella sabe, saltando esos 14.21 hacia la final. Y con su “votemos el domingo” en su cuenta de Instagram ya están avisados los haters, bots y demás calaña: si no te gusta, ajo y agua. Contra la intolerancia, acción, nunca omisión.

¿Alguna vez se pondrá coto al odio, la misoginia y el racismo en redes sociales?

TAGS DE ESTA NOTICIA