Opinión

Muchísimo ruido y poquísimas nueces

Pedro Sánchez, durante su intervención en el Congreso
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Nadie puede estar en contra de que haya mas transparencia y pluralidad en los medios de comunicación y en las empresas que dirigen a estos grupos. Yo al menos no lo estoy, pero al final son las únicas conclusiones que he podido sacar del pleno que se celebró el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados donde el presidente del Gobierno Pedro Sánchez presentó lo que se ha llamado “Plan de Regeneración Democrática”. Pedro Sánchez acusó a la oposición de comprar tabloides y editoriales y a la vez anunció una partida de 100 millones de euros para la digitalización de los medios de comunicación.

Es un tanto contradictorio acusar de una cosa y anunciar otra sobre todo cuando el ejecutivo no ha explicado que criterios y baremos va a emplear para distribuir esta partida económica. Ahora toca proponer y negociar con las diferentes formaciones políticas el desarrollo de un plan que en mi opinión no se siquiera si va a salir adelante. Estamos casi a finales de julio y no veo yo a nuestros políticos cerrando estrategias en plena ola de calor. Además más allá de lo anunciado que es una directiva europea de obligado cumplimiento muy enfocada a la propiedad de los medios, me da la sensación de que el ejecutivo no puede hacer mucho más para controlar a los medios que por cierto por si a alguien se le había olvidado estamos vigilados, controlados e incluso castigados por el Código Penal.

Es palpable que la desinformación es un problema no solo en España y que toca combatirla porque es uno de los principales problemas que tiene la democracia. Siempre ha habido mentiras en la política pero ahora las redes sociales y la tecnología las viralizan en cuestión de segundos lo que dificulta luchar contra ellas. Por eso creo que los medios de comunicación rigurosos debemos ser los más interesados en mantener la transparencia porque la desinformación establece barreras entre la ciudadanía y los medios de comunicación.

En mi opinión lo realmente peligroso no es quien nos cuenta una información, ni siquiera si nos están mintiendo. El peligro es que los ciudadanos dejen de confiar en nosotros como medios. Por eso iniciativas como obligar a los medios a informar con detalle sobre quienes son sus propietarios o exigir a los gobiernos nacionales, autonómicos o locales a que faciliten la relación completa de los medios en los que aparece su publicidad institucional me parecen oportunas.

Otra cosa es la injerencia de los poderes públicos en los medios porque llegado este punto, la única posibilidad es salir a la calle con todas nuestras armas es decir con la palabra, la libertad de expresión y el derecho de manifestación. La Federación de Asociaciones de Periodistas Españoles (FAPE) ha sido muy categórica en las últimas horas respecto a este Plan de Regeneración Democrática referido a los medios expresando la importancia de que se asegure el libre ejercicio de la profesión periodística rechazando cualquier injerencia de la política. La FAPE pide además que se garantice el derecho a la información veraz de la ciudadanía, recogido en el artículo 20 de la Constitución Española y salvaguardar la independencia de los medios de comunicación con una financiación estable y transparente.

Cualquier poder va a tratar de delimitar la comunicación o simplemente reducirla a determinados ámbitos que le sean más favorables, esto es algo muy frecuente y además lo intentan todos los poderes. Y la labor del periodista y del medio de comunicación es combatirlo y no permitirlo. Para el periodista es parte de su misión diaria y para los propietarios de los medios de comunicación debería de serlo también pero gestionar una empresa es mucho más difícil la mayoría de las veces que defender una buena información. Muchos medios de comunicación tienen que recurrir a trucos para recibir ingresos y esto a veces en el juego de favores repercute en el producto periodístico. Es difícil conjugar todo pero hay que conseguir pagar a todos los trabajadores sin dejar a los políticos que influyan en nuestro contenido y ofreciendo productos de alta calidad periodística.

Ahora que se habla tanto de los bulos y de las intoxicaciones creo que toca hacer un llamamiento a los ciudadanos para que sean más conscientes del entorno en el que estamos, de donde pueden venir las informaciones y lo expuestos que podemos estar a las intoxicaciones. Los ciudadanos tienen que saber el trabajo que hay detras de la mayoría de los medios de comunicacion y el trabajo que supone sacar adelante una información veraz y potente. Las redes sociales se han convertido en una fuente de información pero en estos tiempos de tanta polarización, las fake news están al orden del día. Yo confío en que los ciudadanos ante la confusión tienen que buscar un medio de comunicación elementos veraces para tomar decisiones diarias. Una parte de la responsabilidad está sin duda en la ciudadania.

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