Opinión

Lecciones épicas del divorcio de Wall Street con Trump

Laura Blanco
Actualizado: h
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La Bolsa es un vicio. Un vicio tanto para los que nos dedicamos a contar lo que sucede en los mercados como para los que invierten. Los periodistas disfrutamos con las noticias frenéticas, la volatilidad y los movimientos históricos de los precios. Pero los que invierten, especulan o viven de operar en los mercados financieros conocen mejor la cara B de ese vicio: el sufrimiento. Dicen los que llevan más años en esto del mercado que hay que ser frío y abandonar las emociones para estar ahí dentro y no perder el capital; en otras palabras, si vas a jugar debes tener un sistema o una estrategia, debes conocer el riesgo (a perder) que estas dispuesto a asumir y debes alejarte de cualquier camino que conduzca a la ludopatía. De lo contrario, te expones a un mayor sufrimiento.

Los mercados financieros de todo el mundo han vivido sesiones épicas en los últimos días de la mano de los anuncios de aranceles de Trump. Jornadas de bajadas frenéticas y subidas eufóricas que pasarán a la historia ¿Qué va a pasar ahora con la Bolsa? ¿Y con los Bonos? ¿Vendrán más jornadas de ventas masivas o se recuperarán los índices? Es la pregunta que más me hacen en las últimas horas y, francamente, no sé la respuesta. Si me lo permiten, les recomiendo que desconfíen de quien les asegure que sabe lo que va pasar en la renta variable y en la renta fija en las próximas semanas y meses. Llevo desde 1999 en el mercado y lo que me ha quedado claro en estos 26 años es que la bola de cristal no existe. Solo pueden establecerse escenarios posibles y en base a ellos, diseñar estrategias de entrada y de salida. No se disgusten. No estamos aquí para adivinar.

Lo que sí nos permiten estas jornadas trepidantes en el mercado es sacar lecciones del divorcio de Wall Street con Trump. Porque eso es lo que ha sucedido: el dinero le ha dicho basta al 47 presidente de los Estados Unidos.

La primera lección es que debemos aprovechar el terremoto que ha provocado Trump en los mercados para replantearnos cuál es nuestro verdadero perfil de riesgo. ¿Qué escenario de pérdidas es capaz de aguantar usted? ¿Se mete en un lío si pierde la mitad de su inversión? La fuerte subida de las bolsas en los dos últimos años, con gran protagonismo para las 7 Magníficas en Wall Street y los Bancos en el Ibex 35, nos ha generado una especie de amnesia colectiva. Nos hemos olvidado de que los mercados caen, hemos desarrollado FOMO (miedo a perdernos la subida) y han aflorado inversores conservadores que preguntan si deben cambiar fondos monetarios (que invierten en Letras del Tesoro) por acciones de cotizadas. Mal asunto si un inversor conservador se pasa al riesgo de un día para otro. No se asuste con los vaivenes de la Bolsa: establezca el nivel de pérdida que le permite dormir tranquilo. Y ya.

La segunda lección se llama Deuda, con mayúsculas. Estados Unidos tiene mucha, el 125% de su PIB. El bono estadounidense es el más seguro del mundo, nadie contempla un impago. El objetivo de Trump es reducir ese nivel de deuda (de ahí los recortes) pero sigue teniendo mucha dependencia de que le presten dinero por lo que tiene que seguir transmitiendo confianza. La política económica de Trump ha desestabilizado esa confianza en la mayor economía del mundo, lo que ha provocado ventas en el mercado más importante y líquido que existe: el de bonos estadounidenses. Y entonces Trump le ha dado al botón de pausa. Que asome cualquier indicio de crisis de deuda en Estados Unidos son palabras mayores. Con la deuda no se juega. El camino que debería realizar Trump siguiendo la ortodoxia económica sería reducir el déficit primero (lo conseguirá gastando menos porque él nunca subiría impuestos) para reducir sus necesidades de deuda después.

En la última semana se han barrido muchas posiciones en el mercado mientras otros han ganado mucho dinero. Pero entonces, ¿la Bolsa va a subir o va a seguir bajando? ¿Estamos ante un MAGA 2.0 con un Trump más sosegado? Les aseguro que nadie lo sabe.

La etapa de euforia en los mercados que hemos vivido de la mano del boom en la Inteligencia Artificial ha dado paso a una pantalla de incertidumbre con dos protagonistas clave: Estados Unidos y China. Ellos siguen enzarzados en la guerra comercial mientras el resto del mundo se dispone a negociar con La Casa Blanca. Las exportaciones son el foco de atención, pero EEUU y China se juegan mucho más: es una guerra tecnológica, geoestratégica, de poder, de liderazgo. Es un enfrentamiento de largo recorrido que el mercado la sigue de cerca. ¿Quiere eso decir que la Bolsa va a subir o que va a caer? Me remito a las lecciones épicas que nos está dejando el mercado: identifique el verdadero riesgo que está dispuesto a asumir y recuerde que con el mercado de Deuda no puede jugar ni el presidente de Estados Unidos.