Opinión

La primera medalla y el reto de las 23

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Novia mojada, novia afortunada… y si, en la ceremonia inaugural llovió a mares desluciendo el gran esfuerzo organizativo. Esperemos que eso signifique buenos augurios para estos Juegos Olímpicos. Me preocupé por los deportistas pues circulaban fotos de manos con los dedos arrugados… y por nuestro Nadal al que le costaba mantener el fuego contra viento y marea. Vaya detallazo de los organizadores, que emoción ver su abrazo con Zidane.

Y en estos primeros días empieza el empacho de competiciones, canales y resultados. Me siento ante el televisor, cojo el mando y me pongo a buscar entre los eventos olímpicos con cual quedarme y en que canal o app disfrutarlo según la maestría del comentarista Que difícil saber de todo… me parece un acierto la incorporación de ex deportistas para el comentario técnico.

Así que algo perdida decido mirar X y alguna que otra web y app. ¡¡Error, no disfruto bien de nada!!

Pero al menos tengo la suerte de ver en directo a Fran Garrigós ganar su merecida medalla en el tiempo extra, perseguida desde hace tiempo con perseverancia y voluntad. Son sus terceros juegos a los que llega ayudado por su entorno más cercano, tan importante para los deportistas. Su familia, su entrenador Chimo Ruiz y su psicólogo Pablo del Río que le convenció para que disfrutara del camino y que lo que ganara en constancia y esfuerzo le serviría, no solo para triunfar en el deporte (actual campeón del mundo), si no también en la vida. Ganar la primera medalla de tu delegación tiene mucho significado pues para el equipo significa empujar una puerta y derribar muchos nervios. Un gran empujón en el ánimo de los que esperan entrar en competición, que se ilusionan con la idea de que si unos pueden, otros también. Para el equipo de hockey hierba femenino de Barcelona 92, encontrar al ciclista José Manuel Moreno en el comedor de la Villa por la noche con su medalla de oro colgando, tocarla y hablar con él, fue muy inspirador.

También significa abrir las portadas y los telediarios nacionales. Eso recuerdo fue lo que pasó con María Quintanal, primera medalla española en Atenas 2004 que nos obligó a un necesario repaso de palabras como foso, doble trap, culata, plato… todo el argot que describe el funcionamiento del deporte del tiro olímpico.

Llevamos un mes largo haciendo cuentas del número de medallas que sacará España en los juegos de Paris, un clásico que no falla cada 4 años, sobre todo por la referencia aún imbatida de las 22 de Barcelona 92.

Que alegría si se consiguiera, pero que manía con meter más presión a los deportistas que ya tienen que gestionar su preparación y su competición. Es cierto que los técnicos de las entidades implicadas conocen los resultados en campeonatos anteriores, del mundo, europeos… pero también conocen que los Juegos son un momento único para todos los competidores clasificados. Y hoy en día, en general, hay muchísima igualdad en el alto nivel.

También hay deportistas que se crecen con la presión y se hacen grandes con los retos. ¡Qué buena virtud! Pero creo que lo más normal es siempre tener que canalizar la tensión, sobre todo en el primer momento de una competición importante, confiar en el trabajo hecho, apoyarte en compañeros y equipo técnico, que son quienes más te conocen y te pueden ayudar en los momentos de duda. Y darlo todo porque ese momento… no volverá. Vamos a creer que su preparación, su talento y sus ganas nos van a dar muchas emociones y alegrías. Y si son 23 medallas pues por fin podremos decir que España ha subido un escalón en el ranking de países que consideran el deporte como un derecho esencial. Pero creo que es mucho pedir a los deportistas que sean ellos solos, quienes suban ese escalón.

Hace falta mucho más para convertirse en una potencia deportiva y sobre todo para que el deporte y la actividad física sean considerados como beneficio social, de salud, económico y de imagen de país.

Se necesita estabilidad en la cúpula de la gestión y gobierno deportivo en España, (Consejo Superior de Deportes), y que no se use la institución como premio político. Que se trabaje desde todas las entidades responsables como un verdadero equipo.

Se necesita apoyo real al sistema de educación deportiva y desarrollo de talento en España, los clubes y federaciones. Invertir en estructuras e instalaciones para que los jóvenes no abandonen el deporte practicado en sus equipos y colegios .

Se necesita creer y querer … y el más claro ejemplo es el fútbol femenino donde la colaboración e inversión público -privada ha sido esencial.! Parece que el fútbol olímpico también nos va a dar alegrías

P.D. Hoy voy a probar seguir los Juegos en la radio ¡Vamos España ¡

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