Opinión

La nueva masculinidad

Micromachismos
Actualizado: h
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La autonomía económica de las mujeres es indispensable para promover la igualdad de género. Esta autonomía podemos entenderla como la capacidad de las mujeres de generar ingresos y recursos propios a partir del acceso al trabajo remunerado en igualdad de condiciones que los hombres.

Considerar que el trabajo a desarrollar para conseguir una real y efectiva igualdad de género recae exclusivamente en las mujeres supone un gran error.

Para promover la igualdad de condiciones para las mujeres es importante considerar el rol que tienen los hombres de manera que se genere igualdad de oportunidades para ambos.

Durante siglos se ha construido un concepto de masculinidad hegemónica que se traduce en la idea de que los hombres todo lo pueden, son fuertes, protectores y proveedores. Pero esa masculinidad tradicional presenta problemas que afectan al desarrollo de la igualdad.

Ante este hecho, a finales de la década de los 70 y principios de la década de los 80, se iniciaron los estudios sobre las “masculinidades”. Entre sus aportaciones está la visualización y la recuperación de modelos alternativos masculinos, de masculinidades positivas que evidencian y cuestionan los modelos masculinos tradicionales.

Así, las nuevas masculinidades buscan una alternativa al modelo hegemónico, incorporando la perspectiva de género.

La masculinidad tradicional nos dice que solo hay una forma de ser hombre: siempre fuerte, siempre seguro, decidido, exitoso, líder, sin mostrar sentimientos….Esta masculinidad es intrínsecamente tóxica porque es irreal. Es tóxica para la mujer y también para el hombre.

Una de las características de la masculinidad tradicional es la idea de que el hombre está vinculado a la fuerza y a la violencia. Por lo tanto, por medio de las nuevas masculinidades se buscan alternativas para acabar con la violencia de género y con las actitudes que conducen a ella. Uno de los principales focos de las nuevas masculinidades es romper con el mito del hombre violento y del hombre que todo lo puede, así como rechazar cualquier forma de machismo en la vida cotidiana.

En contra de los preceptos de la masculinidad tradicional, la nueva masculinidad busca que los hombres puedan mostrar sus debilidades sin miedo y aprovechar el talento de los demás para trabajar en equipo sin necesidad de competir ni confrontarse.

Frente a la idea de que “los hombres no lloran, no cuidan y tienen que proveer” de la masculinidad tradicional, tenemos la apuesta de las nuevas alternativas por eliminar los roles de género aprendidos sobre lo que es la masculinidad y la feminidad y los comportamientos y actitudes que iban asociados a ello.

Debemos descartar la idea de que las nuevas masculinidades quieren romper la idea de “hombre”. Su objetivo es que cada hombre se exprese como quiera sin recurrir a los estereotipos establecidos.

No hay que olvidar que los hombres también son víctimas del machismo. Una sociedad machista hace que los hombres sientan que deben actuar según el estereotipo de como tiene que ser su género y sean reacios a mostrar vulnerabilidad.
Desde que son niños se les inculca que sola hay una forma de ser hombre y eso implica que se ha de ser lo contrario a ser mujer. Cada hombre es libre de asumir la masculinidad como lo prefiera dentro del respeto a los demás.

Las nuevas masculinidades no solo afectan a los hombres, también afectan a las mujeres. Si cambian los estereotipos negativos de género las mujeres ganaran al vivir en una sociedad con menos violencia y más igualitaria.

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